ES UN AZULEÑO DE 24 AÑOS . Otra detención para un joven: ahora, por "amenazas agravadas y desobediencia"

El imputado fue identificado por voceros policiales y judiciales como Miguel Ángel Peralta.

De 24 años de edad, sigue privado de su libertad en la Seccional Primera local de Policía, a la espera de un cupo -otorgado desde el SPB- para que sea trasladado a la alcaidía de una cárcel de la zona.

En respuesta a un pedido de Adrián Peiretti -el fiscal titular de la UFI 13 a cargo de la instrucción de la causa iniciada por este incidente-, la aprehensión del joven fue convertida en detención por el magistrado Federico Barberena desde el Juzgado de Garantías 1.

Peralta se había negado a declarar cuando ayer, una vez concretado su arresto en horas de la mañana, fue trasladado a sede judicial para ser indagado por los nuevos delitos que le imputan.

En perjuicio de las mismas víctimas, al igual que sucediera este viernes cuando fue aprehendido, ese joven había protagonizado otro incidente el pasado miércoles 25 de junio.

Estando en libertad condicional, aquel día atacó a la mujer que era su pareja cuando ella estaba en la casa de su ex.

Ubicado en el Barrio San Martín de Porres, a ese inmueble la joven fue a buscar unas pertenencias cuando Peralta apareció para agredirla de un cabezazo que por unos instantes la dejó tirada en el piso e inconsciente, en la previa a que tuviera que ser llevada al hospital para recibir asistencia.

Pero no todo terminó allí, ya que antes de que personal policial interviniera en lo sucedido también amenazó de muerte a esa mujer y a su exnovio, utilizando para eso un hacha que después sería recogida por los agentes del Comando de Patrullas que lo arrestaron.

Si bien luego fue ordenada su detención por aquel incidente, días más tarde el joven recuperó la libertad. Y ayer volvió a protagonizar un nuevo incidente en perjuicio del varón y de la mujer a los que agrediera en junio pasado.

Vulneró una perimetral para amenazarlos

En las actuaciones penales se menciona que este viernes, minutos antes de la hora 8:30, Miguel Ángel Peralta se hizo presente en la casa donde vive el varón víctima de lo ocurrido, situada en el ya mencionado San Martín de Porres.

En aquel entonces ese joven estaba con la mujer que hasta tiempo atrás fue pareja del ahora detenido.

En esas circunstancias, armado con un cuchillo "con mango naranja" le expresó al varón que vive en la casa que le dijera a la joven que también estaba en ese domicilio "que salga".

"Dejala que se vaya conmigo hijo de puta, te voy a matar a puñaladas... Voy a volver con más gente, te voy a limpiar... Voy a prender fuego la casa, acordate", se señala en las actuaciones penales que el imputado expresó en el marco de este incidente.

Con ese agresivo accionar, Peralta desobedeció una manda judicial que estaba vigente para él desde el pasado mes de junio, cuando protagonizara el primer incidente en perjuicio de ambas víctimas.

Aquella cautelar, pero desde el Juzgado de Garantías 2, se la había dictado también Federico Barberena, mismo magistrado que hoy sábado ordenara su detención. Y le prohibía al investigado acercarse a las dos víctimas, como también mantener cualquier tipo de contacto con ambas, la manda judicial que vulneró este viernes, cuando nuevamente resultaría aprehendido y en su poder personal policial incautara el arma blanca que portaba.

Ayer, un llamado al 911 alertó a la Policía sobre este nuevo incidente que Peralta protagonizara, por lo que agentes del CPA concurrieron al Barrio San Martín de Porres y lo arrestaron "cuando procuraba darse a la fuga", se menciona en la causa penal iniciada por lo ocurrido.

Durante el incidente, armado con ese cuchillo que luego le sería incautado Peralta se enfrentó con el joven que vive en la casa a la que fue en bicicleta, quien en aquel entonces "se defendía con un palo", se describe también en las actuaciones.

En la previa a que resultara arrestado, el varón que ahora está detenido les dijo a los policías que llegaron hasta ese inmueble en dos móviles: "A mí me da lo mismo caer en cana, no les tengo miedo".

En la casa convertida en escenario de este hecho las víctimas les mostraron a los agentes del CPA la manda judicial vigente, por la cual Peralta tenía prohibido acercarse a ellos.

Según lo referido por el varón que reside en ese inmueble, el pasado 13 de agosto, cuando él no estaba, el ahora detenido había ido también a su casa para pedirle a su expareja que regresara con él. Pero como esa joven se negó, también aquel día la amenazó de muerte.

Detenido nuevamente

Si bien los nuevos delitos que le atribuyen a Peralta contemplan penas inferiores a los tres años de prisión y podrían derivar en el dictado de una sanción de ejecución condicional, antecedentes computables que registra - por los cuales ya estuvo en la cárcel cumpliendo condena- se convirtieron en una de las circunstancias valoradas por el Juez garante para ordenar su detención.

Además, la aplicación de esa nueva medida cautelar para el joven investigado estuvo fundamentada en garantizar "la libertad, la dignidad, integridad psicológica, económica y hasta la seguridad personal" de ambas víctimas: la expareja de Lapenta y el varón que vive en la casa escenario de este hecho, que tiene un hijo con esa joven.

Lo decidido estuvo amparado también en la situación de violencia de género que viene sufriendo por parte del acusado su exnovia.

"Debo tener especial consideración en las características del hecho", refirió el juez de Garantías Barberena en lo resuelto hoy sábado, para después aludir a "la escalada de violencia que se ha suscitado en el comportamiento del causante, quien ha utilizado un arma blanca para amedrentar a sus víctimas, y las desobediencias a las órdenes emanadas de la Justicia".

Dos circunstancias que "me permiten inferir los riesgos procesales que habilitan la medida de coerción en tratamiento". Es decir, la detención que fuera ordenada para el joven investigado por esos ilícitos que protagonizara ayer viernes.

"Estos comportamientos asumidos por el encartado permiten válidamente inferir que de no imponerse en el caso una medida restrictiva de su libertad las ordenes que se le indiquen serán desoídas por éste", concluyó el magistrado garante para después afirmar que, dadas todas las circunstancias a las que hizo mención, "Peralta no se encuentra en condiciones de que le sea acordada por la presente causa una condena de ejecución condicional".