Por Ana María Castagnino (UNCPBA – UCA) y Javier Marina (UNCPBA).

Los argentinos tenemos la oportunidad de mejorar nuestra sensación de bienestar y felicidad mediante un óptimo consumo de frutas y hortalizas. Así lo han demostrado recientes estudios de prestigiosas instituciones internacionales que demuestran que la realidad del consumo argentino requiere de un inmediato incremento en las tendencias de participación de frutas y hortalizas en la dieta.

Diversidad de frutas y hortalizas consumidas en Argentina 

Es necesaria una mayor diversidad del consumo de frutas y hortalizas, ya que según el Ing. Agr. Mag. Oscar Liverotti del Mercado Central de Buenos Aires – MCBA (entidad referente en el consumo nacional que comercializa entre el 18 y 20 % del total de frutas y hortalizas del país, aproximadamente), el 70 % del total de frutas comercializadas y consumidas a nivel nacional correspondió, en 2018, a tan solo 7 especies: naranja, manzana, mandarina, banana, limón, pera y durazno.

El grado de diversidad en la comercialización es muy grande, ya que fueron más de 50 las especies comercializadas y consumidas en 2018, solo que con muy baja proporción de consumo. En orden de importancia estas fueron, además de las 7 especies mencionadas: uva, melón, sandía, ciruela, pomelo, palta, frutilla, pelón, kiwi, ananá, cereza, mango, damasco, lima, mamón, arándano, kaki, plátano, membrillo, higo, maracuyá, granada, coco, maní, kumquat, chirimoya, pluot, frambuesa, tuna, cayote, nuez, castaña, guayaba, mora, aceituna, carambola, babaco, litchi, zarzamora.

Respecto del consumo mensual a lo largo del año, en 2018, el principal período fue noviembre – enero, destacándose en orden de importancia: diciembre (10,1 %), noviembre (9,4 %), enero (9,3 %), octubre (8,7 %), abril (8,6%), marzo (8,5 %), febrero (8,5 %), agosto (8,1 %), mayo (7,7 %), junio (7,1 %), julio (7,1 %) y septiembre (6,9 %).

Además de la necesidad de incrementar el consumo de frutas en cantidad y diversidad, Argentina tiene el desafío de diversificar la dieta de hortalizas, ya que también en dicho caso casi dos tercios de las hortalizas comercializadas y consumidas en Argentina corresponden a 4 especies: papa, tomate, cebolla y zapallo, según Fernández Lozano, et al. (2016) del Mercado Central de Buenos Aires – MCBA.

Tendencias del consumo de frutas y hortalizas en Argentina 

La problemática de baja diversidad del consumo de frutas mencionada, se suma a la necesidad de revertir la tendencia a la disminución del consumo anual que alertara el CESNI (Centro de Estudios en Nutrición Infantil) en su trabajo “La mesa argentina en las últimas dos décadas” que demostró que en frutas el mismo fue de 41 % menos en 17 años (1996 a 2013), siendo las especies que bajaron en mayor medida: mandarina, manzana, durazno, naranja y pera; y las únicas especies que subieron: las frutas secas y desecadas en un 33 %, según Zapata (2016).

El desafío

En base a la mencionada realidad, sería necesario desde los distintos ámbitos, se generaran acciones tendientes a que el consumo de frutas, como el de hortalizas, en la población argentina, se encuentre dentro de las recomendaciones de las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), elaboradas por el Ministerio de Salud de la Nación, que sugieren un consumo diario total de frutas y verduras de 700 g diarios: 400 gramos de hortalizas no feculentas y 300 gramos de frutas por día por persona; ya que la última Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) realizada en 2012 y representativa de la población argentina indicó que el consumo promedio de frutas fue de 93 gr, el que solo alcanza a cubrir un tercio de los 300 gr recomendados, como se mencionara. Dichos estudios sugieren además, que para alcanzar dichas recomendaciones las mismas deberían corresponder a un consumo de 2 o 3 frutas medianas diarias.

Fuente de bienestar y felicidad

El bienestar y felicidad personal se incrementan exponencialmente al aumentar las porciones de hortalizas y frutas que se consumen a diario con regularidad, según recientes investigaciones realizadas en el Reino Unido, en las universidades de Leeds y de York, publicadas por la Revista Social Science Medecine.

Dichos estudios indican que el consumo de frutas y hortalizas es beneficioso especialmente a nivel mental. Concretamente se ha demostrado que una dieta balanceada que incluya una cantidad correcta de vitaminas, oligoelementos y minerales, que las hortalizas y frutas puede brindar a nuestro organismo en cantidades excelentes, permiten hasta duplicar la satisfacción, bienestar y felicidad de las personas.

Las determinaciones realizadas en el marco de los mencionados estudios a los que hace referencia Cutrone, M. (2019) se corresponde con las recomendaciones del Ministerio de Salud Argentino mencionadas, que indican la necesidad de triplicar los valores actuales que en promedio es de 227 g/día entre frutas y hortalizas, es decir, que los argentinos consumimos menos de un tercio de la cantidad recomendada.

Se van sumando estudios que en la misma dirección indican que el consumo de alimentos saludables, como las frutas y hortalizas, hacen sentir relajada, tranquila y en armonía consigo mismas a las personas que las consuman, según la Universidad de Queensland que específicamente estudió los beneficios del consumo de alimentos verdes.

Como medicina 

Son tan significativos los resultados de recientes estudios sobre los múltiples beneficios de un adecuado consumo de frutas y hortalizas, que investigadores como Mujcic, R. están iniciando investigaciones tendientes a demostrar la factibilidad de curar algunos casos de depresión y estrés mental de una manera natural, sin tener que recurrir a medicación psiquiátrica (que en muchos casos es utilizada de manera incorrecta), basadas en un adecuado consumo de frutas y hortalizas.

Otros estudios publicados por International Journal of Epidemiology de Londres, basados sobre 95 estudios precedentes han demostrado que el consumo de 200 gr diarios de frutas y hortalizas reduce el riesgo cardiovascular en un 13 %, y de cáncer en el 4 %, mientras que el consumo de 800 g diarios la reducción de dichos riesgos se incrementa al 28 % en el primer caso y al 13 % en el segundo, según nota publicada por Carillo, G. (2017).

En este contexto, un mayor conocimiento y responsabilidad por parte de los consumidores respecto de su alimentación, su impacto en su salud y los múltiples beneficios que brinda un adecuado consumo de frutas y hortalizas es imprescindible, como así también la generación de acciones desde los distintos ámbitos (productivo, comercial e institucional), como primer paso para comenzar a mejorar esta realidad. (Nota realizada desde la Secretaría de Prensa y Publicaciones de la Asociación Argentina de Horticultura)