Locales
12 de agosto de 2019
En una mañana con un sol que daba placer circular por la calle un buen porcentaje de votantes decidió emitir su voto y por ende cumplir con dicha responsabilidad civil. Esto ocurrió en la mayoría de las escuelas aunque en otras no tanto. En tanto al mediodía, después de almorzar, en los establecimientos educativos mucha gente circulaba por las calles de Azul en un día electoral para elegir presidente, gobernador, diputados nacionales, legisladores provinciales, intendente, concejales y consejeros escolares en éstas Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.
Papá e hijo, Armando y Nicolás Abot votaron en el Colegio Inmaculada Concepción. Ambos entusiasmadísimos.
En el recorrido que realizó este diario por varias escuelas de Azul encontramos gente grande con la necesidad de pronunciar su voto, los jóvenes que votan por primera vez, uno de ellos (promoción) con sus pelos verdes estaba muy dormido y prefirió no hablar a lo que su familia se reía y justificaba. Él educadamente también expresó “ahora vienen más chicos y vas a poder hablar con ellos”.
También, un vendedor ambulante que no desaprovechó esta oportunidad de ingresar a las escuelas y vender alfajores de maicena.
Una fiscal que al mismo tiempo que hacía su tarea atentamente, estaba sentada en una silla con auriculares y tejiendo al crochet.
Muchas “particularidades” se pudieron ver en éstas PASO.
Por ejemplo en la Escuela Nro. 18 ubicada en Castellar 1245 la gente del mismo establecimiento educativo preparó elaboraciones dulces para el convite de quienes estuvieron en las mesas desde las 8 de la mañana.
“Vengo a votar”!. LUCÍA FRANCHINO
“El día electoral es una fiesta”
Papá e hijo, Armando (65 años) y Nicolás Abot (30 años) votaron en el Colegio Inmaculada Concepción. Nicolás es discapacitado, padece de un trastorno generalizado del desarrollo aunque nunca le impidió votar. Su papá se mostró entusiasmado acompañándolo, y Nicolás estaba en un estado de euforia total porque, evidentemente, para ésta familia es importante votar.
Tal como lo mencionó Armando “para nosotros el día electoral es una fiesta, además de ser un deber cívico, así nos han enseñado nuestros padres y nosotros, continuamos con esa tradicional y yo se lo he transmitido a mi hijo y él lo vive con esa intensidad”.
Por su parte, Nicolás estaba histriónico por emitir su voto, aunque se contuvo manifestando que “no estoy nervioso porque va a cambiar el mundo. Después miramos cómo siguen las PASO porque nos interesa seguir informándonos ya que se juega el destino del país”.
“Digamos que soy una persona politizada”, añadió su papá.
Para terminar, Armando precisó que “yo vengo votando desde que hay democracia en el 83, ya tengo 65 años y él nació en 1989 y siempre votó, y con mucha alegría”.
Escuela Media ingresando por calle Rivadavia, funcionó la mesa de accesibilidad.
“Con mis primeros 98 años nunca dejé de votar”
Por su parte un señor muy conocido en Azul, se podría decir que ya un personaje en esta ciudad, Héctor Albanese por problemas de motricidad no pudo bajarse del auto, así que fue acompañado por dos personas y la gente de la mesa donde vota le llevó la urna al auto. Él con su voto preparado y con 98 años, cumplió con su responsabilidad civil aunque no tiene obligación y lo hizo con
entusiasmo. No sólo habló con este diario, sino que con una memoria envidiable se acordaba de cada uno de los que se acercaban a saludarlo.
En primer lugar, contó que “conozco a todo el mundo, me acuerdo de todo y la gente se sorprende”.
Consultado sobre cómo vive las elecciones especificó que “con mucha ansiedad, de votar, de expresar”. Enfatizó que “tenemos que salir de la miseria en la que estamos inmersos, de cualquier manera. Por sobre todas las cosas hay que sacarlo a este presidente”.
Posteriormente, contó que “ahora me voy con las señoras que me acompañan Nelly Sombra y María Rivas porque yo soy viudo y vivo solo. Pero con mis primeros 98 años nunca dejé de votar, desde el tiempo de los ferroviarios creamos una guía básica con los molineros, la Curtiembre Piazza, la cervecería, y todo lo hicimos en la época de Perón”.
Algunos de los jóvenes electores se fueron vestidos con el traje de promoción.
“La clave es la perseverancia”
Hay quienes decidieron trabajar el día domingo electoral aprovechando que las autoridades de mesa están cerca de 15 horas corridas -y si bien se llevaban su mate y galletitas que se pudieron observar en varias mesas como compañía infaltable- Luciano Mortero que se dedica según él a hacer “de todo” llevaba en dos canastas gigantes alfajorcito de maicena con dulce de leche y coco para vender.
Explicó que “estuve temprano un rato en la Escuela Nro. 28 y me vine para acá (Escuela Nro. 1). En realidad pensé que votaba en la 28 y sobre la marcha supe que votaba acá, pero no perdí oportunidad de ofrecer la mercadería”.
Sobre cómo le fue en la venta puntualizó que “mas o menos, aunque la clave es la perseverancia. Después sigo en el resto de las escuelas hasta que me quede sin nada”.
Agregó que “en las elecciones anteriores también vendí en el Normal. Igual hago de todo, me dedico a cortar pasto. Es decir uno se las tiene que rebuscar así que para vivir me alcanza, ando por todos lados donde sé que hay gente”.
Primer voto.
Primeros votantes
También en una escuela colmada de gente, en la escuela Nro. 2 “Domingo Faustino Sarmiento” cerca del mediodía dos jóvenes en una fila se mostraban nerviosos. Era obvio que era la primera vez que emitía su voto.
Es así que los hermanos Leandro (19 años) y Matías Germain (16 años).
Acerca de cómo vive las elecciones Leandro sostuvo que “yo defiendo la vida y creo que a partir de ahí, si nos basamos en eso creo que vamos por el buen camino. Me siento un poco nervioso”.
Por su parte, Matías sostuvo que “vinimos juntos ya que coincidimos en que es la primera vez que votamos. Durante el resto del día nos interesa cómo va a ser el futuro del país, aunque no estamos todo el tiempo pendiente de los medios de comunicación”.
Al que madruga...
“Es muy lindo esto, lo disfruto y la estoy pasando bárbaro”
En la misma escuela estaba sentada una chica vestida como Irene Cara en “Flash Dance”, simpática con quien se le acercaba, pero
lo que más llamaba la atención es que estaba con sus auriculares ensimismada y ¡tejiendo al crochet!.
Este personaje se llama Betania Covatti y estaba fiscalizando. Consultada sobre su “equipo”, respondió “son muchas horas”, comenzó diciendo como para justificar su accionar ¡cómo si estuviese haciendo algo malo!.
Y después se rió y continuó “conseguí una sillita y me senté a tejer un rato mientras observo el resto”.
Lo que expresó Betania era totalmente cierto, no perdía de vista a nadie, mientras escuchaba música, tejía atenta observando para todos lados porque de hecho, era su tarea.
“Lo que pasa es que soy muy ´c… inquieto´, estoy haciendo una flor que es el centro de un banderín. Pasa que me mudé a una casita sola con mi perra y estoy viendo a ver si hago algo lindo para decorar”.
Acerca si hace este tipo de tejidos para comercializar, Betania indicó que “no, me gusta y lo hago, soy autodidacta y me encanta. De hecho me gusta mucho pasar música y creo que en estos comicios es necesario que la gente escuche música así se entretiene, no digo partidaria, lógico”.
Cuando terminó su frase con respecto a la música le preguntó a una señora que estaba a su lado -que le dolían los pies, por eso se sentó a esperar- “¿señora no es cierto que hace falta música?´ Aunque sea Palito Ortega o más de los 70 u 80”.
Terminó la charla manifestando sus observaciones: “me gusta ver cómo se encuentran los parientes que hace mucho que no se ven. Acá están los ´García´ que son 45.000 y es fantástico. Es muy lindo esto, lo disfruto y la estoy pasando bárbaro”.
La señora en los comicios, feliz de poder votar. JUAN CARLOS MINGARRO
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