Hablar de Néstor Hilario Sanz Petrello es, básicamente, remitirnos a la agencia de viaje más antigua de Azul y de la zona, a punto que el emprendimiento está por cumplir 44 años de vigencia ininterrumpida.

Referirnos a este personaje azuleño de actuales 77 años también es hablar del “pelado”, el “gallego” o –más recientemente en el tiempo- el “iupi, iupi” del aviso publicitario de la radio y la televisión.

Si algo tiene este comerciante sobre sus espaldas son varios miles de kilómetros recorridos para certificar la calidad de aquellos servicios que después le ofrece a sus clientes.

“Dicen los que saben que cuando yo era chiquito coleccionaba estampillas de todas partes del mundo. También que escribía a Holywood pidiendo fotos de actrices y actores. Con eso digo que, desde pequeño, quedé un poco marcado por eso”, expresó al iniciar la charla con este matutino, recién llegado del tour por Europa.

“Mi infancia fue muy dura, como la de tanta gente de los años 40, en el medio de una guerra mundial donde Perón mandaba los barcos llenos de trigo a Europa. A nosotros nos tocó comer pan de maíz, que es muy duro para la dentadura. Hablarle a los actuales jóvenes de cascarilla lleva a que ellos pregunten qué era. Era lo que tomábamos en el desayuno; cuando había, con leche y, cuando no había leche, con agua caliente”, agregó con un dejo de nostalgia.

Antes y después de los viajes que realiza por el mundo, Néstor es ese hombre mayor que recorre las calles con bastón, a paso firme. “Me he adaptado lo que he podido a los tiempos modernos, pero me tira siempre la vieja Europa. He dado casi dos vueltas al mundo; para mí no es raro Japón, China, Tailandia, Vietnam, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica. Pero no hago gala de nada de eso. Creo que Dios me marcó eso y soy un agradecido a la vida, que me quitó algunas cosas -en lo personal sobre todo-, pero me regaló otras, como el amor por conocer el mundo y transmitirlo a esta comunidad de Azul que me vio nacer en 1942. Trabajé en Europa y ahora fui a reunirme porque mis amigos, los que no se han muerto, me hicieron un homenaje por los 44 años que cumplí desde que empecé con esta profesión; profesión que creo va a ser la que me va a llevar a la tumba porque es muy lindo hacer lo que a uno les gusta”, reflexionó.

Jugale al 44

El 44 parece ser el número del “momento” para Sanz Petrello. Es la cantidad de años que va a cumplir la agencia (el local se sitúa frente a la plaza principal), y es el mismo número que contabilizó como viaje al Viejo Continente. “Tengo mi casa en Madrid, pero París, Londres, Milan, Roma y Barcelona fueron los destinos donde tuve reuniones de trabajo trayendo para mi país las últimas novedades en viajes con precios súper económicos para que todos puedan disfrutar de la vieja Europa”, dijo, para brindar un pantallazo de la disparidad con la economía de nuestro país.

“En París, que está considerada una ciudad cara, puedo comprar tres packs (12 unidades) de Activia con el mismo dinero que, en Argentina, adquiero un pack de cuatro unidades. Un kilo de cerezas cuesta 50 centavos de euros (25 pesos argentinos); un jamón crudo curado de 7 kilos tiene un precio de 40 euros (2.000 pesos)”, explicó.

Además, trazó diferencias con los modos de protesta en ciudades como Buenos Aires y la capital francesa. “Tengo amigos que son ‘chaleco amarillo’ y la forma de protesta que tienen allá no es la de romper vidrieras o prender fuego los autos, que son acciones de infiltrados del partido comunista. Allá no tienen un líder. Yo les contaba que acá tenemos cortes de lunes a viernes, no los sábados como hacen allá cuando dejan de trabajar. En Italia, en cambio, tienen manifestaciones todos los días, como en Argentina”, indicó Sanz Petrello.

Diferentes realidades 

El entrevistado afirmó que España vive un presente de paz, circunstancia que llega hasta a los adultos mayores. “En Argentina un jubilado como yo, después de trabajar 60 años ‘en blanco’, cobro 200 euros por mes (11.000 pesos). La mínima de alguien que no aportó jamás en España es de 1.000 euros (50.000 pesos) pero la mayoría cobra 100.000 pesos argentinos. Ellos van a las fruterías y llenan las bolsas; van al supermercado y completan los changos. Cuando volví, fui a un supermercado de Azul en vísperas del Día del Padre creyendo que iba a ser un loquero. No había nadie…la gente llega al 15 de cada mes y, hasta el 30, no sé cómo se alimenta”, mencionó.

Dijo que situaciones que aquí generan indignación y malestar, en países europeos son “normales”. “Llegué en época de elecciones en los países y de cuando tenían que elegir eurodiputados. Acá escuché críticas al acercamiento de Macri con Pichetto. En Europa son comunes las alianzas como las que estamos teniendo acá. Así gobierna Merkel en Alemania; así gobierna Macron en Francia; Sánchez va a gobernar en España y, si bien no le alcanza la cantidad de diputados para tener mayoría en las cámaras, los partidos chicos y aquellos que no lo son lo están apoyando”, describió.

Subrayó además que “la Constitución en Europa es sagrada. No es como acá, que la usamos según nos convenga. Conocer esas otras realidades me abre la cabeza y me permite hablar con propiedad, porque me documento”.

El “fenómeno” Notre Dame

Sanz Petrello comentó en la charla con EL TIEMPO que lo conmocionó la visita que realizó a la catedral de Notre Dame, que resultó seriamente dañada por un incendio meses atrás. “La gente todavía llora. Deposita una flor. Están todos arrodillados en el césped. Los arquitectos tendrán que decir si lo que quedó en pie no se va a caer desmoronado. (El presidente francés) Macron dijo que la iban a reconstruir y las grandes casas de moda y de perfumes han prometido millonadas para poder restaurarla. El dinero está; hay que esperar a ver los proyectos que presentan los profesionales. Uno sugirió poner una pileta de natación en el techo”, indicó y resaltó lo importante que sería poder avanzar con una restauración hacia lo original.

“En el Louvre, la pirámide de cristal que han puesto en la parte nueva rompió la armonía del resto del museo”, diferenció.

Fuga de cerebros 

Más de la mitad del avión de Iberia en el que Sanz Petrello realizó el viaje el 25 de Mayo a Madrid estaba poblado de argentinos. “Éramos casi 400. El argentino medio es culto y sigue viajando. Quiere, antes de cerrar los ojos, ir una vez a conocer la vieja Europa, la de sus padres y de sus abuelos. Las tarjetas de crédito han ayudado mucho”, mencionó.

“Mientras estábamos en Ezeiza, antes de embarcar, vi muchos jóvenes, incluso en grupo. Pregunté a qué iban a Europa. La mayoría eran universitarios que iban a trabajar. Me pregunto por qué estamos como estamos, con los cerebros que tenemos en el país”, expresó.

Cuando se le planteó por qué volvía al “pago chico”, habiendo tenido varias posibilidades de tener otros horizontes profesionales, respondió: “Acá soy el ‘pelado Sanz Petrello’, ‘el gallego’ y recientemente ‘iupi, iupi’. Mi lugar está en el cementerio parque que tenemos. ‘De ahí venimos’, dice la Iglesia y ‘ahí volvemos’. Sin pompa, con un rosal mosqueta arriba y una placa en el piso con un césped bien recortado, y a descansar en paz”.

“Soy un tipo muy feliz y agradecido a Dios y a la gente. La agencia cumple el 31 de julio 44 años. Somos los más viejitos de Tandil, Olavarría y Azul. Hemos logrado ensamblar lo mejor del precio y de la calidad y hay que premiar a aquellos que nos ayudan a estar en la brecha. Por eso no vemos como un gasto el sortear cosas entre nuestros clientes”, explicó.

LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO

En un apartado de la entrevista, Sanz Petrello alzó su voz por la existencia de agencias de viajes “truchas”. “A nosotros nos va muy bien. He depositado mi confianza en mi hijo, Emilio, un estudioso egresado en la Universidad de El Salvador como licenciado en Turismo. Estuvo cinco años capacitándose y, como el padre, recorriendo gran parte del mundo. Yo abrí la agencia en 1975 y recién al año siguiente empezaron a egresar los primeros licenciados en turismo. Hoy en día, el sistema está tan corrupto que cualquiera abre una agencia de viajes. Y no hace falta salir de las fronteras de Azul. Todos saben que ‘pirula’ vende; incluso las autoridades lo saben y dejan hacer. Hasta que el día que se de vuelta un colectivo, quede con las patas para arriba, y haya muertos. ‘Juan Estado’, que somos todos, se tendrá que hacer cargo de traer los cajones. ¿Para qué queremos la Ley Nacional de Turismo? Un millón de estudiantes fueron estafados por dos agencias de la provincia de Córdoba y ¿nadie sabía nada?”, se quejó.

“Habrá gente que no me quiere y dirá ‘el pelado las quiere todas para él’, y no es así. Lo que quiero es que todo el mundo se ponga acorde con la ley, sin excepción”, concluyó.

FABRIQUEROS Y SOLIDARIOS

Si el cierre de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Azul no fue un caso más para la mayoría de los habitantes, para Néstor Sanz Petrello lo sucedido marcó un antes y un después. “Yo he vivido intensamente solito el tema Fanazul, producto de mi sensibilidad humana porque viví lo mismo en la empresa donde trabajé de joven y, de la noche a la mañana, con dos criaturas me quedé sin trabajo. Muchos hoy se lamentan, y hablo de los políticos, de que Azul es una aldea”, dijo.

“Salí a pedir negocio por negocio que apagaran las luces porque íbamos a hacer una manifestación con los familiares y la muchachada que habían dejado en la calle. Solito fui a pedir a la Catedral para que tocaran las campanas. Hubo un partido que no es al que yo he votado, cuyos integrantes se presentaron un día y me dijeron que ponían a disposición lo que yo necesite. El señor de los lentes (por Nelson Sombra), con muy buen criterio le preguntó a referentes del mismo espacio dónde estaban cuando el conflicto de Fanazul. Esa gente no tenía para comer; no tenía agua; le cortaron la luz, le quitaron el medidor del gas teniendo criaturas…recuerdo esto y me da ganas de llorar”, indicó.

“Soy católico practicante y me dije que por algo Dios me puso en ese lugar. Desde hace cinco meses soy una bomba de tiempo hablando de mi salud. Caí en el Sanatorio con una afección que me podía haber llevado al cajón. Muchos de esos hombres (fabriqueros) fueron a ofrecer su sangre para salvarlo al ‘pelado’…podemos tener muchos actos culturales, ser la Ciudad Cervantina, pero si no tenemos fuentes de trabajo…; que los políticos no se rasguen las vestiduras prometiendo en vísperas de elecciones porque no supieron siquiera mantener las que están instaladas. No hablo sólo de Fanazul sino del Molino Nuevo, de la Papelera…hay montones. Toda gente sola, que nadie escucha; ni siquiera los líderes sindicales”, advirtió.