Las inclemencias climáticas de los últimos días han generado inconvenientes en diferentes sectores de la ciudad, pero el escenario existente en el barrio San Martín de Porres es -tal vez- uno de los más acuciantes. Así lo sienten al menos quienes residen en esa zona de Azul, quienes para poder salir de sus casas -a raíz de la intransitabilidad de las calles- deben enfrentar una verdadera odisea.

En diálogo con EL TIEMPO, el vecino Ángel Panario manifestó que “estamos tapados de agua”.

Para describir el escenario lamentable con en el cual deben convivir por estos días, el joven contó que, por ejemplo, “casa de la señora que vive en la esquina de Calle 308 y Maipú está toda inundada, tiene el agua hasta la puerta. Y los que viven más adentro del barrio, ni siquiera pueden salir”.

En ese sentido Panario apuntó que “si sigue lloviendo no sé qué vamos a hacer. Los chicos a la escuela directamente ya no pueden ir y la gente que va a trabajar sale con botas de goma y todos encapuchados, y cuando llegan a la Avenida Mujica se cambian de ropa”.

gente no tiene auto y andan en moto o en bicicleta, así que se les complica poder salir de sus casas. Salir caminando es imposible”, agregó.

“Abandonados a la buena de Dios”

Por otro lado, Panario señaló que “hace tres años aproximadamente que no pasa una maquina. No les interesa nuestro barrio. Estuvo hace un tiempo Carlos Caputo (secretario de Obras Públicas de la Comuna) y dijo que nos iba a mandar las máquinas. Casualmente hoy (por ayer) le mandé un mensaje y me respondió que están trabajando en la otra punta de Azul y ni bien terminen van a venir. Le dije que esto es insólito, porque la gente no puede salir y se le está metiendo el agua adentro de la casa”.

El vecino de San Martín de Porres aseguró que en esa zona de la ciudad se sienten “abandonados a la buena de Dios”.

“La gente no se va a ir de acá, hagan lo que hagan no nos vamos a mover del barrio, porque es nuestro hogar”, remarcó.

Al ser consultado respecto a si consideran que estas vicisitudes se relacionan con cuestiones relacionadas con aquella (quizás siempre latente) idea de trasladar el barrio a otro sector de la ciudad, Panario respondió que “la verdad que no sabemos. El otro día con los vecinos hablábamos eso. Parece que quieren que nos cansemos y decidamos irnos”.

También dijo que “los vecinos no tienen cloacas, la luz es totalmente insuficiente, la zanja no la limpian nunca, no tienen alcantarillas y por eso se les mete el agua enseguida adentro de las viviendas”.

“Que entre una ambulancia es imposible”

En otro tramo de la entrevista, Ángel Panario hizo hincapié en que en caso de que algún vecino pueda necesitar una ambulancia, la cuestión podría ser más alarmante.

“Directamente, si a un vecino le pasa algo hoy en día tendremos que salir en algún auto si se puede, por el medio del campo, o por la banquina; pero que entre una ambulancia es imposible. Es un desastre”, resaltó el joven en ese contexto.

De igual forma, el vecino de San Martín de Porres destacó que en la jornada de hoy intentarán comunicarse con algún funcionario del Departamento Ejecutivo con el objetivo de encontrarle soluciones a los distintos inconvenientes que atraviesan la realidad de aquellos que residen en esa zona de Azul.

“Es imprescindible que nos den respuestas porque esto es insólito. Los chicos no van a la escuela y algunas personas están faltando al trabajo porque no pueden dejar a sus hijos solos en medio del agua. La verdad es que ya no sabemos cómo llamar a la situación que estamos viviendo”, añadió.

Finalmente, Panario aseguró que la casi inexistente iluminación en San Martín de Porres agrava mucho más aún el desalentador panorama con el que deben convivir a diario.

En ese contexto expresó que “a las seis de la tarde ya está todo oscuro acá, no se ve nada. A partir de esa hora ya no entra ni sale nadie del barrio. Y el que quiera entrar se quedará en una banquina o se quedará encajado. Realmente necesitamos soluciones con urgencia”, concluyó

“Directamente, si a un vecino le pasa algo hoy en día tendremos que salir en algún auto si se puede, por el medio del campo, por la banquina; pero que entre una ambulancia es imposible. Es un desastre”, expresó el joven Ángel Panario. ARCHIVO/EL TIEMPO/NACHO CORREA