Lic. en Psicología egresada de la UBA. Especializada en Clínica Familiar Sistémica.
MP. 35387
Imaginemos que un superior en nuestro lugar de trabajo nos dice que a partir del lunes no podremos llevar prendas de vestir color blanco. Frente a la sorpresa y al pedido de explicaciones de los empleados, el superior nos dice:
– “no, porque no, y punto.”
Cómo nos sentimos cuando algo se nos impone jerarquicamente desde arriba sin argumentos?.
Nos produce enojo y frustración.
Seguramente nos vamos a sentir menospreciados.
Y por ultimo, algunos y a veces, vamos a desobedecer.
Imaginemos ahora que nuestro superior nos prohíbe vestir ropa blanca y si desobedecemos nos suspende.
Vamos a estar igual de enojados pero vamos a obedecer solo por miedo a ser suspendidos. Pero seguiremos sin entender las razones de la regla.
Hay dos momentos en la crianza que son especialmente difíciles. Cuando los niños tienen de 2 a 4 años y cuando atraviesan la adolescencia.
Ambas etapas exigen presencia de los adultos con límites y contención, paciencia y mucho amor.
Un límite es una protección (no es un castigo o un grito), que los adultos marcamos desde nuestra experiencia, conocimiento, sentido común y responsabilidad. Por ejemplo: ponerse la campera porque afuera hace frío y te podes enfermar. No comer golosinas antes de la comida, porque te quitan el hambre y no alimentan.
Cuando nos sentimos protegidos y cuidados, podemos crecer tranquilos. Si los adultos se encargan de las cosas de adultos (salud, higiene, educación), los niños se pueden encargar de las cosas de niños: jugar, investigar, descansar, correr y aprender.
Siempre que decimos que no, tenemos nuestras razones, y sino, que sea un si.
Ojo! Explicar las razones de los limites no implica consultarle a los mas pequeños si están de acuerdo, claro que pueden opinar pero la decisión la tomamos los adultos.
Es mas fácil obedecer cuando entendemos los limites y es mas fácil poner límites cuando sabemos para qué.
Saber para qué ponemos los limites nos ayuda a sentirnos mas seguros y transmitir esa seguridad ayuda a los niños a cumplirlos.
Siempre tratemos a los mas pequeños como nos gustaría que lo hagan con nosotros, pero recordemos que son niños, que nuestras explicaciones no les roben la ingenuidad!…
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