UNA VECINA PIDE QUE HAYA SEGURIDAD. Indignación por un robo en una bóveda del cementerio

Llamada Ileana Hubrich y de 49 años, contó que el episodio delictivo lo descubrió cuando ayer domingo concurrió con su mamá al Cementerio Municipal.

Según expresó, instantes después convocó a personal policial para que constatara lo sucedido y luego radicó una denuncia en la sede de la Seccional Primera local.

"Fui a llevar a mi madre ayer domingo al cementerio y cuando llegamos vimos que la bóveda de nuestra familia estaba abierta", recordó sobre el estado en que encontró el lugar.

El accionar de los delincuentes incluyó que la puerta de ingreso a la bóveda fuera violentada, "supuestamente con una barra o algo parecido", para después apoderarse de diferentes elementos de bronce que en el interior de la misma había.

"Robaron una reja que se levanta del piso para meter los cajones en los sótanos. Es una reja de bronce labrada que pesa muchísimo, por lo que tienen que haber tenido algo para poder llevársela. Menos mal que fui con mi mamá y que yo me di cuenta de que esa reja no estaba, porque si iba ella sola y se caía todavía estaba ahí, a tres metros bajo tierra", dijo la vecina sobre lo que fue este hecho.

Según Hubrich detalló, el robo en la bóveda de su familia incluyó que los delincuentes se llevaran más elementos de bronce, entre los cuales figuraron "dos candelabros de unos cincuenta centímetros de alto con siete velas grandes y una fuente donde había un arreglo floral, que la habíamos hecho hacer cuando falleció mi papá".

La bóveda donde este robo se produjo le pertenece a la familia Goñi y está ubicada, ingresando por la calle principal, sobre una de las laterales del Cementerio Municipal de Azul.

Ayer domingo, no bien el hecho fuera descubierto, al lugar fue convocado personal del Comando de Patrullas de Azul. Y luego la propia Hubrich se hizo presente en la comisaría primera para denunciar este robo.

"En la comisaría nos dijeron que ellos no tienen ninguna injerencia en el cementerio y que no pueden entrar. Y es real, porque a las cinco y veinte de la tarde justo salía la persona que abre y cierra el cementerio. Y me dijo que hasta las seis de la mañana del día siguiente no hay vigilancia. Queda abierto a quién quiera ir a robar porque es tierra de nadie", señaló la vecina.

Además del ilícito ocurrido en la bóveda de su familia, contó que ayer domingo hubo más damnificados por robos de similares características en el Cementerio Municipal de Azul.

A modo de ejemplo, la mujer contó que "en la bóveda de la familia Mujica, que está delante de la nuestra, se robaron una antorcha de bronce que mide como un metro" y que también habían sido sustraída "la placa de donde están mis bisabuelos".

"Han robado muchas placas en el cementerio. Y ayer había mucha gente indicando todo eso que habían robado", indicó en la charla mantenida con este diario.

Teniendo en cuenta la situación planteada en la necrópolis municipal, Hubrich pidió "que pongan seguridad".

"No puede ser que uno pague los impuestos, que se le paga a una persona para que vaya a limpiar la bóveda y que se la mantiene en condiciones, lo cual cuesta mucho, para que después pase esto".

"El cementerio -agregó- es un patrimonio histórico. La bóveda nuestra es del año 1900. Mi familia y yo estamos indignados por lo que pasó. Esto es algo terrible, es una violación horrible a los muertos y no se está cuidando el cementerio".

Finalmente, indicó: "Quiero que me devuelvan las cosas. Me duele muchísimo lo que me han robado".