Daniela Pérez Guedes nació en La Plata, pero "enseguida viví en Azul porque toda mi familia es de ahí". Antes de hablar con EL TIEMPO de su segunda novela, "Hasta el último instante" (Editorial Dunken, 2022), la autora explica que "me crié en Azul, toda mi infancia, hasta que terminé la escuela en Normal. Después volví a la ciudad de las diagonales, a estudiar. Pasé por varias carreras, una búsqueda extensa hasta encontrar mi vocación". "Finalmente me incliné por las artes, algo que traía conmigo desde chica, pero nunca pensé que iba a poder vivir de lo que disfrutaba hacer. Me recibí en pandemia, en la Facultad de Artes; soy Profesora y Licenciada en Artes Plásticas con orientación en Dibujo. Hoy por hoy trabajo en una comiquería muy conocida, "La Revistería comics" y la verdad es que ahí estoy en mi mundo. También trabajo como ilustradora freelancer en una plataforma internacional; y a su vez trabajo en conjunto con una amiga en el espacio cultural que tiene "Distrito de Arte y Cultura"".

En la entrevista, se aborda distintos aspectos de la novela, puesto que no sólo de texto se trata, sino que las ilustraciones tienen en ella un rol fundamental:

-¿Cuándo surgió la necesidad de escribir, las primeras ideas, el proceso? Me refiero a que no todo autor se embarca en el trabajo que implica escribir novelas.

-Escribir me surgió desde muy chica. Cuando era niña me gustaba mucho escribir cuentos cortos, porque me interesaba dibujar después a los personajes, me fascinaba imaginármelos en el proceso a medida que escribía -sus caras, gestos, movimientos, situaciones-. Sin embargo, no es algo que haya hecho continuado; por mucho tiempo no escribí nada. La primera novela surgió en el 2009, cuando tenía 19 años. Para ese entonces leía muchas series juveniles y miraba series que me inspiraban a querer redactar algo. Llegué a sentirlo como una necesidad y hasta fue catártico en cierto aspecto. Supongo que fui por el camino de la novela porque siempre lo imaginé más como una serie en mi cabeza, sea actuada o animada. Me gustan mucho los aspectos psicológicos, sociales y físicos de los personajes. Es una tríada que se tiene mucho en cuenta en lo que es el diseño de personajes; y se ve que es algo que yo tenía incluido en mí, mucho antes de saber que esas esferas eran claves para llevar a cabo este tipo de trabajo.

-¿Cómo aparece la temática elegida, ya que también se observa una influencia de anime en las ilustraciones?

- La temática del básquet me surge porque siempre fui muy deportista. Y, de todos los deportes que practiqué, el básquet fue el que más disfruté y las personas que lo practicaban conmigo hacían que todo fuese más lindo. Para todas mis novelas siempre elijo una temática en particular. Esta vez le tocó al deporte, y con esto me gustaría aclarar que no es necesario que te guste el básquet para leer esta novela. En este caso, el básquet es la excusa para poder narrar todo lo que viven los personajes en su cotidianidad. Siempre que elijo mis temáticas las investigo; generalmente opto por cosas que haya hecho para sentirme familiarizada y meterme más en la piel de los protagonistas; pero si es algo que me gusta mucho y de lo que no sé casi nada, me pongo a investigar.

Por otro lado, el anime me acompaña desde mi infancia, siempre me gustó. Hay quienes desconocen del tema y lo ven como simples dibujitos animados; pero los japoneses tienen "una cabeza" para crear temáticas profundas y existenciales que te dejan pensando. También tienen cosas más vagas, claro. Como en todos los rubros, hay de todo. Así que, mi fanatismo por el estilo viene por ese lado. El anime me acompañó en los mejores momentos y en los peores también.

-¿En qué estilo se referencia la novela? Y también me refiero al público destinado.

- La temática con la que defino a mis novelas es "Slice of life", no encuentro el doblaje al castellano [Risas]. Abarca mucho del cotidiano de los personajes y tiene de todo: drama, comedia, romance, amistad, deporte -en este caso-. Son personajes, en su mayoría mujeres, que van aprendiendo -y aprehendiendo- a resolver los conflictos internos que traen desde hace tiempo; a sobreponerse a su pasado e intentar salir adelante de la mejor manera. Obvio que no siempre lo hacen de una... A algunas les va a llevar más de un libro [Risas]. La novela está destinada a un público juvenil, adolescente, pero también a adultos. Creo que todos pueden sacar algo lindo de esta historia que recién empieza.

-¿Es la segunda novela de tu autoría?

- ¡Sí! ¡Quién lo diría! No sabía que iba a poder publicar una segunda tan pronto [Risas]. La primera se llamó "Rebelde con causa", también lo considero un "Slice of life". La temática ahí ya se iba más por el lado del circo -porque también hago- y narra la historia de una joven huérfana, Brooke, que vivía con su pandilla en las calles de Oxford y, por determinadas cuestiones de la vida, tiene que volver a insertarse en la sociedad. Ahí conoce a nuevas personas que la van a ayudar a dejar de ser tan desconfiada del mundo y va a entender que puede tener amigos de verdad, una vida digna, que puede valerse por sí misma sanamente y por ahí, hasta conocer el amor. La primera novela sólo tiene una ilustración al final, pero habiendo crecido tanto desde entonces como ilustradora, ahora no concibo la idea de una novela sin imágenes. Creo que le dan un plus al texto y que también lo hace más divertido. Me gusta que quienes me lean puedan ver cómo me imagino a mis personajes y que puedan empatizar con uno u otro. De hecho, de esta primera novela, hice un webcomic -de todo el primer libro, porque son tres. Los otros quedarán para otro momento-.

Personajes de la novela sostienen el libro. "Las protagonistas son mujeres con un pasado que deconstruir", afirma la autora.

-¿Existe algún vínculo entre la primera novela y la segunda? A veces, algunos aspectos se retoman...

- Siempre hay un vínculo con todas mis novelas -porque si bien llevo publicada dos, tengo escritas nueve [Risas]. Voy de a poco-. Las protagonistas son mujeres con un pasado que deconstruir, para llegar a la felicidad, aunque a veces efímera, del momento. Otra cosa que irán notando con el tiempo, si leen varias de mis novelas, es que algún que otro personaje aparece en el universo del otro. Todo se irá conectando de algún modo.

-Cómo se entrelaza el trabajo de escritura con el diseño e ilustración de personajes? Entiendo que es "todo un proceso".

-Es un proceso divertido, sobre todo. Primero suelo escribir; no es necesario tener que terminar la historia para empezar a ilustrar. Más bien, a medida que narro y los personajes van materializándose en mi cabeza, empiezo a dibujar. No suelo hacer diseños previos, simplemente en mi mente ya son así y sólo me queda plasmarlo. Según la personalidad de cada personaje, suelo utilizar algún rasgo que los puede caracterizar más. Por ejemplo, si el personaje es un "langa" o "se la cree", dibujarlos con alguna sonrisa o expresión pícara siempre suma. Al menos así me los imagino. O si es algún personaje más "misterioso" o "reservado", hacer una mirada más caída, más neutra. No sé si se entiende, pero lo van a ver si leen mi novela [Risas].

-¿Cómo se desarrolla el proceso creativo en tu caso?

- Algo curioso, que siempre me llamó la atención de mí, es que a la hora de escribir una novela siempre empiezo por el final. Se me ocurre un final y, en base a eso, escribo toda la historia. Con "Hasta el último instante", nada cambió. También pensé primero en el final. Lo que tiene de interesante esta novela -además de mis ilustraciones- es que cada capítulo está narrado por un personaje. O sea, se va viendo todo lo que sucede desde diferentes miradas y, a su vez, este libro es una historia troncal. Si todo sale como lo espero, hay otros tres libros más para publicar de este mismo universo. Cada libro abarca esta narrativa troncal que se ve en el primer libro, pero narrada desde diferentes personajes y con saltos de tiempo. Es decir, si se quiere saber más sobre cada personaje, va a tener que leer el resto de los libros para ir completando la totalidad de la historia [Risas]. Sólo espero que quienes lo lean, lo disfruten. Mi mayor propósito con esto es poder "llegarle" a las personas, hacer que se vean transformados después de leerlo, que les mueva algo. Como digo siempre, "el arte salva vidas". Así que, si se lo practica, les diría que sigan, que es por ahí. Y sino, invito a la gente a que pruebe las mil maneras de hacer arte. Te podés sorprender de lo mucho que podés lograr.

- ¿Te interesa particularmente el dibujo en tableta? Como especialista, ya que estudiaste Bellas Artes, ¿es una tendencia cada vez más intensa la de la ilustración digital?

- No es que me interese en particular, pero sí reconozco que lo digital me dio las herramientas para conseguir trabajo más rápido como ilustradora. Hoy por hoy el mundo de la ilustración se rige mucho por lo digital. Con esto no quiero decir que absolutamente todo sea así, pero una gran mayoría sí. Lo digital no es más fácil que lo "tradicional" -lápiz y papel-, sino que es diferente. No es ni mejor ni peor. Lo que tiene de positivo es que agiliza mucho el trabajo; por ejemplo, se puede recortar alguna sección y pegarla, ajustarla, rotarla al tamaño que se necesita, en lugar de tener que borrar todo y rehacer desde cero. A veces se cree que por poder hacer esto el arte digital es más fácil y no es así. Tener que ajustar el trazo, la presión y aprender a dibujar sobre algo que no es papel, requiere de paciencia y entusiasmo, pero se puede. Todo lo que aprendí en digital lo hice como autodidacta o porque tuve amigos que me enseñaron a usar ciertos programas. En el ámbito universitario, al menos en lo que es plástica, lo digital no está instaurado. Se recurre mucho a métodos tradicionales y a técnicas de papel. Entiendo que puede ser por una cuestión presupuestaria de la institución, ya que entiendo que conseguir los materiales no es barato. Sin embargo, en las carreras de Diseño en Comunicación Visual (DCV), se tienden a usar programas como Photoshop, Illustrator, entre otros, para aprender cuestiones de diseño. Entonces me parece que sería interesante que algo así pase en carreras como las artes plásticas. Ojalá que en la carrera de plástica pueda introducir un poco más los medios digitales, porque es algo que hoy por hoy los chicos usan mucho y aprenden como yo, por internet. No digo que sea algo rotundo, pero ya que los mismos docentes puedan plantearse la idea de "cranear" alguna materia referida al asunto digital sería un gran avance. Los tiempos avanzan y es innegable el crecimiento en el ámbito digital. Es algo que se podría debatir por mucho tiempo, claro que todo lo que digo es mi opinión, no es ninguna verdad definitiva, pero así lo veo hoy en el ámbito laboral en el que circulo.

-¿El nuevo libro se puede conseguir en Azul?

-Se pueden encontrar en Librería Biblos, en Azul. También se pueden contactar conmigo. Y próximamente van a estar en las Librerías Yenny de todo el país. También lo pueden encontrar en la página web de la editorial Dunken. En Olavarría, está en la librería El Faro.

- ¿La novela se presentará, en Azul y otras ciudades?

- Cuando se trata de presentaciones soy súper miedosa [Risas]. Por el momento estoy difundiendo por redes sociales -Instagram, Facebook, estados de WhatsApp-. Debería hacer presentación, pero los tiempos que vengo manejando son bastante acotados.