DOS HERMANOS . Con prisión preventiva por un violento robo

Semanas después a que los detuvieran por un violento robo que incluyó el empleo de un arma blanca y que la víctima resultara lesionada en una oreja, un juez de Garantías dictó la prisión preventiva para los dos hermanos que están acusados de haber cometido aquel hecho.

Uno de 36 años y el otro de 23, e identificados respectivamente como Cristian Luján Díaz y Hernán Díaz, en la causa penal que ahora se tradujo en el dictado de esta medida cautelar continúan siendo considerados coautores del delito de robo calificado por el uso de arma, señalaron fuentes judiciales a EL TIEMPO.

Ambos hermanos habían sido detenidos el pasado 25 de noviembre en esta ciudad contando con una orden de Juan José Suárez, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 3 con asiento en los tribunales de Azul que hace cuatro días dictó en primera instancia esta prisión preventiva para los dos.

Cuando los Díaz fueron arrestados, en el marco de un procedimiento llevado a cabo por policías de la Seccional Primera y de la DDI Azul, también se allanaron dos inmuebles.

En esos procedimientos se hallaron e incautaron elementos que son considerados de importancia para esta investigación penal. Entre ellos, el cuchillo empleado para llevar a cabo el ilícito.

Desde la UFI 6 que conduce la fiscal Karina Gennuso -la funcionaria judicial que había solicitado el dictado de la prisión preventiva para los acusados- se está llevando adelante esta investigación penal, iniciada luego de la denuncia que formulara la víctima de ese robo que les continúan atribuyendo como coautores a los hermanos.

Aquel episodio delictivo, según se menciona en las actuaciones penales, ha sido situado temporalmente como ocurrido en horas de la tarde del pasado 23 de noviembre en el interior de uno de los departamentos de un complejo habitacional de Azul, inmueble ubicado sobre la prolongación Norte de la calle Colón, en cercanías al cruce con Aldaz.

Sobre las características que tuvo el robo, en las actuaciones penales que derivaron en el dictado de la prisión preventiva para los hermanos Díaz se menciona que ambos, "previo ejercer violencia sobre José Manuel Agüero (aplicándole golpes de puño y puntapiés sobre su cuerpo y rostro) y exhibiéndole un cuchillo de unos 20 centímetros de largo con el mango envuelto en una bolsa, con el cual le ocasionaron un corte en la oreja derecha, se apoderaron ilegítimamente de un teléfono celular y una billetera de cuero".

La denuncia radicada por Agüero se convirtió en uno de los elementos valorados para el dictado de esta medida de coerción para los Díaz.

En aquella presentación que la víctima hiciera en sede policial el mismo día de sucedido el hecho, y que formulara después de que una vecina tuviera que trasladarlo en moto hasta el Hospital Pintos para que fuera asistido por las heridas que presentaba, señaló a los hermanos investigados como los autores del violento robo que sufriera.

Según relatara, en un principio los acusados lo llamaron para decirle algo y después, una vez que estaba en el interior del departamento, comenzaron a agredirlo para robarle sus pertenencias, situación que incluyó que fuera lastimado en una de sus orejas con el cuchillo que la Policía incautó cuando -dos días después a sucedido el hecho- los imputados fueron detenidos.

"Me agarraron, me pegaron, me tiraron al piso, me sacaron el celular y la billetera y me cortaron la oreja", afirmó una mujer que Agüero le contó cuando ese día en que el ilícito se produjo ella lo trasladó al centro asistencial municipal para que le efectuaran curaciones a causa de las lesiones que presentaba.

Los allanamientos que se hicieron aquel 25 de noviembre en que Cristian Luján Díaz y Hernán Díaz resultaron detenidos tuvieron como objetivos dos inmuebles. Uno de ellos, el lugar donde este robo sucediera.

En esos procedimientos, además del cuchillo ya referido, policías incautaron una bicicleta tipo "playera" y una moto.

En esos vehículos los hermanos se dieron a la fuga inmediatamente después del robo, lo que impidió que agentes del Comando de Patrullas que se hicieron presentes para intervenir en lo sucedido pudieran localizarlos, lo cual recién sucedió dos días más tarde, cuando quedaran formalmente detenidos.

Para ordenar el dictado de la prisión preventiva para ambos imputados, el titular del Juzgado de Garantías 3 señaló en lo resuelto que esa medida de coerción estaba sustentada en "la magnitud de la pena en expectativa" que, por el ilícito que les atribuyen como coautores, podría caberles a los Díaz en caso de resultar condenados.

EL DATO

No bien fueron arrestados, los hermanos acusados permanecieron en la Seccional Primera local de Policía. Y días atrás los llevaron a cárceles que están en Sierra Chica: la Unidad 2 y la 38. Sus traslados habían sido ordenados por el Juez de Garantías que entiende en esta causa cuando, el ya referido 25 de noviembre, dictara las detenciones para los dos por este robo.

Declaraciones que no fueron creíbles

Al día siguiente de que los detuvieran, Cristian Luján Díaz y Hernán Díaz fueron indagados por la Fiscal que instruye esta causa penal.

En esas audiencias ambos declararon, brindando versiones a través de las cuales intentaron desligarse del ilícito por el que ahora les ha sido dictada la prisión preventiva.

Al respecto, en lo resuelto en esta primera instancia el Juez garante escribió: "Comparto lo manifestado por la Agente Fiscal interviniente, en cuanto destaca las contradicciones existentes en las manifestaciones de los imputados al momento de prestar declaración".

A través de esos dichos, el titular de Garantías 3 señaló que ambos "intentaron desvirtuar la imputación que se les enrostra, situando Cristian Díaz a la víctima -Manuel Agüero- como agresor de los encartados, iniciando la pelea en el pasillo del complejo que cohabitan" y "manifestando que no existían armas blancas dentro de su departamento".

"Por el contrario, Hernán Díaz refirió que la víctima ingresó al departamento de su hermano Cristian, se sentó y luego comenzó la discusión que desencadenara el hecho en estudio, observando un cuchillo en el escenario delictivo", se menciona también en lo dispuesto.

"Resulta por demás llamativo -concluyó el Juez garante sobre las declaraciones de los acusados- que si la víctima hubiera agredido tan ferozmente a los causantes no presentaran lesiones producto del altercado que pretenden describir, generando ello que Hernán Díaz, en presunta defensa, llegara a destrozar la oreja de Agüero; para luego reconocer que se apoderaron del teléfono celular, que supuestamente se le había caído al damnificado, pretendiendo diluir su responsabilidad en lo que fue una sustracción por la fuerza, aduciendo la presunta devolución a un sujeto que no pueden individualizar".

Además, los dichos de los hermanos quedaban desvirtuados para el Juez garante con los resultados de los allanamientos que se hicieron, teniendo en cuenta que uno de esos procedimientos implicó el hallazgo de ese cuchillo que "la víctima reconoce de manera contundente como el arma agresora con la que se perpetrara el delito en investigación".