Desde el mes anterior, un joven que había sido detenido en agosto de 2023 y actualmente está con arresto domiciliario ha comenzado a purgar una pena de tres años y seis meses de prisión de efectivo cumplimiento.

En una primera instancia, esa condena le había sido impuesta en un juicio oral desarrollado en uno de los juzgados correccionales con sede en el Palacio de Justicia local.

En el debate, un juez declaró al encausado autor de varios episodios de violencia de género que -según lo que se diera por demostrado- habían tenido como víctima a una joven que era su pareja.

Identificado como Guillermo Alberto Matos, oriundo de Azul y actualmente de 29 años de edad, los hechos por los que ahora pesa sobre él este veredicto condenatorio habían derivado en su detención el 8 de agosto de 2023.

Tres meses más tarde de que se hiciera efectiva aquella medida cautelar, al joven le fue concedida una morigeración de prisión. Y ese beneficio se tradujo en que desde aquel entonces comenzara a cumplir arresto domiciliario en la casa de esta ciudad donde reside.

En esa condición llegó a este debate donde resultó condenado. Un proceso en el que lo patrocinó en carácter de defensor Particular Walter Gamón.

Ese abogado había sido quien también logró que le concedieran la prisión domiciliaria a su cliente. Y según señaló a EL TIEMPO, tras conocerse el veredicto del juicio decidió apelar ante la Cámara Penal lo resuelto, lo cual significa que este fallo todavía no ha adquirido rango de firmeza.

El Juzgado Correccional 2, que en el Palacio de Justicia local está a cargo del magistrado Héctor Rodolfo Torrens, se convirtió en escenario de este proceso donde en representación de las partes intervinieron también el fiscal Marcelo Fernández y el abogado Juan José Silverii. Este último lo hizo bajo la figura del Particular Damnificado, en nombre de la joven víctima de los hechos de violencia de género por los que Matos resultó condenado.

Varios episodios de violencia machista

Tres hechos que lo tuvieron como protagonista al joven encausado derivaron en que en el juicio fuera declarado autor de los siguientes delitos cometidos "en concurso real entre sí": lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo de pareja preexistente con la víctima y por su comisión por un hombre contra una mujer mediando violencia de género; violación de domicilio y privación ilegal de la libertad agravada por el uso de violencia, coacción y lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo de pareja preexistente con la víctima y por su comisión por un hombre contra una mujer mediando violencia de género, en concurso real.

El primero de los ilícitos referidos Matos lo cometió en horas de la noche del 31 de julio de 2022.

Según se menciona en lo resuelto, cuando estaba con su por entonces novia en un salón de fiestas donde se celebraba un cumpleaños, luego de una discusión entre ambos -porque ella no quiso tomarse una foto- a esa joven la empujó y le dio un cabezazo, provocándole una lesión en el labio.

En tanto, después del mediodía del 5 de marzo del año pasado Matos volvió a agredir a quien en ese entonces seguía siendo su novia. Fue cuando se hizo presente en la casa donde ella vive, a quien empujó para después ingresar sin autorización y quitarle su teléfono móvil, quedándose en ese inmueble hasta que llegó la madre de la víctima de estos episodios de violencia machista.

El hecho más grave de todos los tratados en el juicio Matos lo cometió en julio del año anterior, semanas antes de que se hiciera efectiva su detención.

Estando en su casa con la víctima, luego de "una discusión por celos" con ella la dejó encerrada en ese inmueble, ya que cuando la joven se acostó a dormir y él se fue a trabajar recién volvió al otro día, llevándose también en esa ocasión su auto.

El 25 de julio del año pasado, al regresar del trabajo cuando era alrededor de la hora 13, Matos volvió a discutir con la joven, que intentó irse de la casa.

Pero el encausado salió a perseguirla y, una vez que la alcanzó en la calle, "la tomó del brazo" y "procuró llevarla hasta el domicilio".

La mujer se resistió y se tiró al piso, ocasión durante la cual el agresor la arrastró hasta la puerta de su casa.

Allí ambos forcejearon. Y Matos "le propinó puntapiés en el cuerpo", logrando por la fuerza introducirla en la vivienda para seguir agrediéndola.

En el fallo se describe que el joven "la tomó con fuerza del cuello con ambas manos"; además de que la amenazó diciéndole textualmente: "Te vas a quedar acá hasta que yo diga, te voy a matar... Si llamás a tu mamá le voy a romper los vidrios de la peluquería y tu auto... te voy a matar".

La joven logró zafarse y pedir ayuda desde una ventana a los gritos; pero por segunda vez el condenado en este juicio la tomó del cuello.

Instantes después, la llegada de personal policial -alertado sobre lo que estaba pasando, tras un llamado de un vecino al 911- hizo que el imputado cesara con su accionar.

Para el Juez que lo condenó, durante toda la situación referida Matos mantuvo privada de su "libertad locomotiva" a la víctima.

La agresión que esa joven sufrió se tradujo en que resultara con diferentes lesiones leves, según pudo constatarse después cuando recibió atención médica.

Un relato creíble

Entre las pruebas valoradas por el Juez para condenar al encausado figuró lo que la víctima declarara durante el juicio.

"Me impresionó como plenamente creíble", señaló el juez Torrens al aludir a ese testimonio. Y agregó: "Sus manifestaciones han tenido la precisión esperable en quien narra situaciones que oportunamente la han afectado personalmente, presentan coherencia interna y encuentran adecuado correlato en otros elementos que le brindan respaldo y justificación externa".

"Por otra parte, los informes de profesionales y las declaraciones brindadas en la audiencia, en su conjunto, han permitido reconstruir cabalmente todas las circunstancias que definen el caso dentro de la problemática de la violencia de género y las particularidades cíclicas de una relación de pareja, inicialmente auténtica, que se va contaminando por actos sucesivos de maltrato y agravio que van desatando crisis y separaciones, disculpas e intentos de reconciliación, promesas de cambio, retome del vínculo, reclusión de la víctima en ese nuevo acuerdo de relación con naturalización y olvido momentáneo de lo ocurrido previamente, para dar otra vez paso a la continuidad de la acción de maltrato y violencia", puede leerse en lo resuelto.

"Este engranaje -explicó el titular del Juzgado Correccional 2- sigue encadenando avances y retrocesos constantes hasta el momento en que una última acción ha escalado tanto en el espiral de violencia que lleva a construir en la mujer víctima una conciencia real del nivel de vulnerabilidad y riesgo evidente en el que había sido colocada por el violento, generándose allí un punto de inflexión o de no retorno donde la propia damnificada asume la necesidad de cesar esa conducta incorrecta, dominadora, abusiva y contraria a derecho".

"La formulación de la denuncia y la exposición decidida de los hechos ante otras personas y ante las autoridades públicas, verificada con claridad a lo largo de este proceso, ilustra significativamente ese recorrido sinuoso y traumático por el que ha ido atravesando la joven", concluyó el Juez que condenó al agresor.

El dato

El Fiscal que intervino en este debate pidió tiempo atrás la revocación del arresto domiciliario para Matos, argumentando que había incumplido con dicho beneficio. Pero esa solicitud fue rechazada, lo que hace que el condenado en esta primera instancia siga preso en su casa.