La situación obligó a que personal policial se hiciera presente en el inmueble convertido en escenario de estos incidentes, que está situado sobre la calle Camilo Gay.
Los vecinos que pedían por la detención del joven denunciado por su ex pareja provocaron algunos daños en el frente de la vivienda, donde también pintaron sobre las paredes consignas acusando de "violador" al sospechado de haber cometido estos hechos.
Si bien en ese entonces ese sujeto no se encontraba en la casa, otras personas sí estaban en el interior del inmueble.
Los varones y mujeres que concurrieron hasta esa vivienda, cuando era alrededor de la hora 21.30 de ayer sábado, también arrojaron proyectiles contra el frente del inmueble,
provocando las roturas de algunos vidrios. Además, golpearon con palos las aberturas de la casa pidiendo por la salida del supuesto abusador, a quien días atrás su ex pareja había denunciado.
En medio de varios reclamos de "justicia" por la situación, los manifestantes en ese entonces solicitaban también la detención de ese joven.
"Que no quede en la calle suelto porque tenemos un montón de niños en este barrio", se escuchó decir a una de los manifestantes a través de un video que registró lo sucedido y después se viralizó en las redes sociales.
"Estamos pidiendo la detención de un violador, queremos que esté detenido ya, que se lo lleven preso...", se mencionaba en un audio que en la previa a realizarse este escrache vecinos que después participaron del mismo hicieron circular mediante mensajes por WhatsApp.
Denunciado
De acuerdo con lo que voceros judiciales informaron este domingo a EL TIEMPO, por el caso hay una denuncia formulada por la madre de las menores y ex pareja del joven, a quien anoche los manifestantes pedían que fuera detenido cuando se hicieron presentes en la casa donde se domicilia.
A esa mujer, desde la Justicia le fue otorgada días atrás una medida cautelar para que el denunciado no mantenga por ningún medio contacto con ella ni con sus pequeñas hijas.
Las fuentes consultadas indicaron que esa denuncia por estos supuestos hechos de abuso sexual y corrupción de menores se tradujo luego en el inicio de un sumario penal que está instruyendo Adrián Peiretti.
Ese Fiscal, a cargo de la UFI 13 con sede en los tribunales de Azul, había sido quien solicitara para la denunciante esta "perimetral", un pedido que después fue avalado por Federico Barberena, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2 que entiende en esta investigación penal.
En el marco de la tramitación de ese expediente, había sido previsto que mañana lunes la madre de las nenas se presente en sede judicial para ampliar la denuncia que formulara días atrás contra su ex pareja.
Además, sobre la base de ese testimonio, a los menores presuntamente víctimas de estos hechos se les tomará declaraciones por medio de la Cámara Gesell en el transcurso de los próximos días.
El pasado lunes la ex pareja del joven sospechado había radicado la denuncia que se convirtió en el inicio de esta investigación penal.
Lo hizo tras descubrir que su hija de diez años estaba observando videos de contenido pornográfico en un teléfono celular, móvil que ahora está en poder de la Justicia.
Según después la menor le contó a su mamá, desde tiempo atrás esos videos se los hacía mirar el joven que vive en la casa convertida durante la noche de ayer sábado en escenario de este escrache.
La nena también le dijo a su madre que en algunas ocasiones ese sujeto la había tocado, lo cual llevaba a cabo mediante amenazas que le hacía para que luego no contara nada.
La denunciante de estos hechos había convivido hasta enero pasado con el ahora investigado, que tiene 28 años de edad.
Además, no se descarta que ese joven haya desarrollado conductas similares con un pequeño hijo suyo varón que está bajo su tutela.
Esa situación hizo que, cuando días atrás el juez de Garantías Barberena le impuso al investigado esta prohibición de acercamiento hacia su ex pareja y las hijas que esa joven tiene, también se remitieran copias de lo resuelto al Juzgado de Familia, teniendo en cuenta que el sospechado tiene a su cargo la custodia de su pequeño hijo, con el cual convive.
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