Luego de que una joven había sido detenida el mes pasado, en el marco de la instrucción de una causa penal por una infracción a la ley de estupefacientes que la tiene como una de las imputadas, un juez de Garantías le dictó la prisión preventiva.

Llamada Katherina Beatriz Andrade y de 28 años de edad, su detención fue convertida en prisión preventiva en una primera instancia anteayer viernes, a través de una resolución firmada por el magistrado Federico Barberena desde el Juzgado de Garantías 1 con asiento en el Palacio de Justicia local, señalaron a EL TIEMPO voceros judiciales.

En lo dispuesto se menciona que la joven continúa siendo considerada la probable autora del delito de comercialización de estupefacientes propiamente dicha.

En el marco de ese sumario penal que la involucra y se instruye desde la UFI 22 a cargo del fiscal Lucas Moyano, el principal investigado por esta infracción a la Ley 23.737 había sido arrestado durante un allanamiento que policías de la DDI Azul realizaron en un inmueble de esta ciudad el pasado 19 de diciembre.

Identificado como Sebastián Andrés Ramírez, tiene 41 años de edad y actualmente sigue preso en una cárcel del complejo penitenciario situado en la localidad olavarriense de Sierra Chica.

De acuerdo con lo determinado, ese hombre es pareja de la joven para quien hace dos días fue ordenada su prisión preventiva. Y junto con un policía de la Bonaerense que también figura investigado en esta causa, entre los tres se dedicaban a comercializar estupefacientes al menudeo en Azul, formando parte de una supuesta organización delictiva liderada por el varón que había sido arrestado en diciembre pasado.

"Participación necesaria"

Desde la Acusación se sostiene que al menos desde fines de agosto del año anterior y hasta que Ramírez resultara aprehendido durante el allanamiento que se hiciera el pasado 19 de diciembre, ese hombre lideró la actividad ilícita que le continúan imputando y por la que sigue preso, contando para la venta de drogas al menudeo "con la participación necesaria de Katherina Andrade", su pareja.

"En forma habitual y continua" y "a modo de delivery" -se indica también en estas actuaciones penales- ambos llevaban a cabo la comercialización de estupefacientes desde diferentes inmuebles ubicados en Azul en los que Ramírez se domiciliaba.

En ese contexto, cuando el hombre resultó aprehendido en diciembre pasado estaba viviendo en una casa ubicada en Bolívar entre Rauch y España que había comenzado a alquilar días antes.

En lo investigado ha podido determinarse también que el dinero que los imputados recaudaban por la venta de drogas era obtenido por medio de billeteras virtuales "por parte de la pareja de Ramírez, Katherina Andrade".

Aquel 19 de diciembre pasado en que el principal investigado en esta causa fue arrestado, cuando policías de la DDI Azul allanaron el inmueble donde se encontraba viviendo secuestraron en su poder diferentes elementos considerados de interés para esta Investigación Penal Preparatoria.

Algo menos de 180 gramos de cocaína que en parte ya estaba fraccionada para la venta al menudeo, recortes de nylon, dinero en efectivo, elementos para estirar dicha sustancia estupefaciente y dispositivos móviles recogió el personal policial durante aquella diligencia. También, armas de fuego que Ramírez poseía sin la debida autorización legal "para la protección" de esa droga que después comercializaba contando con la participación de la joven para quien anteayer fue ordenada su prisión preventiva.

El análisis de las comunicaciones de los teléfonos celulares incautados en aquel allanamiento sirvió posteriormente para que los investigadores sindicaran también a la mujer que está presa como implicada en esta infracción a la Ley 23.737.

Además, de esas pericias a los móviles surgió otro nombre: el de un policía de la Bonaerense que formaría parte de esta supuesta organización delictiva dedicada a vender drogas en Azul.

Cuando el pasado 20 de marzo se hizo efectiva la detención de la pareja de Ramírez, durante un procedimiento que policías desarrollaron en el inmueble donde la joven estaba viviendo en Azul -un departamento perteneciente a un complejo habitacional situado sobre la calle España-, ese día también se allanó la casa donde reside el policía investigado.

Ambas diligencias derivaron en los secuestros de los teléfonos celulares de los sospechados, según lo que fuera informado por voceros de seguridad ligados a las realizaciones de esos allanamientos, que en el caso del policía tuvo como escenario una casa situada sobre la calle General Paz de este medio.

Las tareas desarrolladas por los investigadores permitieron ubicar al principal investigado como un probable vendedor de estupefacientes. "Está tranquilo porque tiene un amigo que sería policía, que también comercializaría para Ramírez", se menciona en estas actuaciones penales.

Evidencias

De fundamental importancia como pruebas resultaron en esta pesquisa intervenciones ordenadas desde la Justicia a los teléfonos celulares de los investigados

Durante el allanamiento realizado por los efectivos de la DDI Azul el pasado 19 de diciembre, entre las varias personas que se encontraban presentes en la casa donde Ramírez resultó arrestado estaba su novia, la joven para quien ahora se resolvió ordenar también su prisión preventiva.

A través de uno de los celulares incautados en poder del principal investigado se pudieron obtener capturas de pantallas en las cuales figuraban comprobantes de transferencia de dinero que la mujer acusada le hacía a su pareja, plata que sería proveniente de la comercialización de drogas. Y también, "los mensajes que Ramírez le enviaba a la misma solicitándole diferentes movimientos de dinero en razón de la compra y venta de estupefacientes", se menciona en la causa.

En lo resuelto al ordenar la prisión preventiva para la joven, el magistrado Barberena concluyó que, "tal como hice al tiempo de ordenar la detención de la encartada, la efectiva ocurrencia de los hechos reprochados por la Fiscalía" hacían adecuado el dictado de esa medida de coerción.

La decisión también estuvo fundamentada en "las diversas observaciones policiales que se desarrollaron en inmediaciones de los diferentes domicilios de Ramírez, en las que se registraba a Andrade junto con el antes mencionado"; evidenciando ambos "conductas que en principio podrían ser compatibles con los hechos investigados".

"Ello viene a acreditarse con mayor robustez al tener presente el resultado de la apertura telefónica de los dispositivos móviles secuestrados en oportunidad de realizarse el allanamiento (en diciembre pasado) en el domicilio de Ramírez".

"De allí, se lograron extraer conversaciones entre Andrade y Ramírez, en las que se observaban mensajes referentes a transacciones de dinero, junto con capturas de pantalla en las que se observaban comprobantes de transferencia que recibía Andrade en virtud de la actividad que realizaba junto con Ramírez, correspondiente a la comercialización de estupefacientes", puede leerse en lo resuelto hace dos días.

"Todo ello entiendo que, lógicamente, lleva a arribar a la probabilidad positiva necesaria para el dictado de la prisión preventiva", concluyó el Juez garante con relación a la situación procesal de la joven imputada.

El dato

Cuando fue trasladada a sede judicial para ser indagada luego de que resultara detenida el pasado 20 de marzo, Katherina Beatriz Andrade había optado por negarse a declarar. Actualmente sigue privada de la libertad en la Subcomisaría de Chillar. Y se continúa al aguardo de un cupo para que sea trasladada a la Unidad 52, la cárcel de mujeres del SPB que tiene su sede en Azul.