De acuerdo con lo que es posible observar a través del registro fílmico de una de las cámaras de seguridad instaladas en ese negocio, los autores del hecho fueron dos sujetos que arrojaron un elemento contundente contra uno de los vidrios blindados del local para después intentar apoderarse de dos bicicletas; aunque finalmente sólo pudieron huir llevándose una sola.

Teniendo en cuenta la denuncia que formulara en la Seccional Primera el comerciante damnificado por lo sucedido, al observar las filmaciones los investigadores pudieron determinar que dos menores de edad fueron los autores de este episodio delictivo.

Según voceros policiales señalaron este martes a EL TIEMPO, ambos ya están identificados. Se trata de adolescentes -uno tendría 14 años y el otro 15- que desde hace tiempo vienen cometiendo diferentes ilícitos; aunque dadas las edades que tienen no son punibles si se toma en cuenta el Régimen Penal de Minoridad vigente en la Argentina.

En el marco de las averiguaciones que se continuaban llevando adelante por lo ocurrido, no se descartaba la realización de diferentes diligencias. Entre ellas, alguna medida tendiente a poder recuperar la bicicleta sustraída, que el comerciante damnificado valuó en unos 100.000 pesos cuando por este robo radicara una denuncia en la comisaría situada en una de las esquinas de Belgrano y Las Flores.

Entre las 23 y las 23.30 horas de ayer lunes se produjo este ilícito en un local de venta de bicicletas y motos.

A través de la filmación de una de las cámaras instaladas en el comercio se observa el preciso instante en que ese rodado, junto a otro que después los autores del hecho dejaron abandonado mientras se daban a la fuga, es sustraído del interior del local.

Luego de sucedido el hecho, dentro del negocio fue hallado un bloque de hormigón, el elemento utilizado por los ladrones para arrojarlo contra ese cristal blindado de una de las vidrieras que destrozaron.

También por medio de las cámaras de seguridad es posible observar cómo los autores del robo, después de haber arrojado el bloque de hormigón, le dan varias patadas al vidrio blindado con la finalidad de hacer más grande el hueco que provocaron al dañarlo y, de esa manera, apoderarse de las dos bicicletas que estaban en exhibición en ese sector del local.

Los autores del ilícito, al haber sido advertida la maniobra, se dieron a la fuga por la calle Roca en dirección a las vías.

Mientras que uno de ellos logró llevarse la única bicicleta que pudo ser robada, el coautor del hecho dejó tirado en el suelo -cuando también huía- el otro rodado de similares características al sustraído y del que también se había apoderado en un principio, lo que permitió que el propietario del local, quien había salido a correr a ambos delincuentes, pudiera recuperarlo.