La llegada del verano siempre viene acompañada de dos conceptos que, en general, las personas tienen en mente inmediatamente: bajar de peso y descansar en vacaciones. Esta cuestión muchas veces responde, justamente, a tener más tiempo para dedicarse a uno mismo y, con eso, el intento por deshacerse del peso acumulado en el invierno.

Para ello, muchas personas recurren a métodos drásticos y poco saludables, algunos empiezan las dietas antes de la llegada del calor, y otros no se hacen ningún problema si la malla del año anterior no les va: simplemente se dedican, en vacaciones, a disfrutar de comer a gusto. EL TIEMPO consultó a la Nutricionista Lucrecia Martín para que eche luz sobre este tema, en sus múltiples aspectos.

-¿Qué es el ayuno intermitente? ¿Es una dieta, un estilo de vida?

-Creo que es una forma de alimentarse, como algo mas transitorio. El ayuno intermitente se trata de un período de ayuno que puede variar de 10 a 20 hs con una ventana de ingesta. Hay varios tipos de ayuno intermitente, algunos son 10-14, 16-8 (16 horas de ayuno, 8 de ingesta) Algunos hacen un día entero de ayuno y después ingesta libre. Algunas personas lo hacen todos los días y otros lo hacen 4 veces por semana.

-¿Lo hacen para bajar de peso? ¿Se puede hacer durante un tiempo prolongado? ¿Se aconseja?

-Me consultan mucho si sirve para bajar de peso. La realidad es que no hay estudios a largo plazo. Sí, lo que se ve, es que los beneficios que se le atribuyen, es que hay una pérdida de peso importante, una pérdida de grasa y que podría mejorar algunas enfermedades crónicas, como por ejemplo mejorar la cantidad de azúcar en sangre, mejorar la presión, mejorar la diabetes. Por eso tiene tantos adeptos o llama la atención.

-¿Las apps para bajar de peso sirven?

-Lo alimentario tiene un componente individual, entonces es muy difícil a veces individualizar desde una aplicación. Porque hay que tener en cuenta si hay antecedentes personales, o trastornos de la conducta alimentaria, no necesariamente tiene que ser algo grave, pero puede darnos un indicio. Esas apps lo que hacen es profundizar esos trastornos. O son muy exigentes para esa persona.

-¿Qué es lo que hace cuando van a una consulta?

-Trato de ver donde estamos parados hoy. Hay personas que ya vienen a la consulta con un patrón alimentario bastante ordenado, o ya han hecho otros tratamientos, entonces tienen mucho conocimiento; ya saben dónde están fallando, pero necesitan alguien que los contenga.

Hay otras personas que vienen derivadas del médico y solo está la derivación, pero no tienen interés en bajar o cuidar la salud, solamente entienden que por una cuestión de salud lo tiene que hacer, pero no están muy decididos. Si el paciente no decide no podemos hacer nada.

Es muy importante donde estamos parados y por dónde podemos empezar. Porque por ejemplo si es una persona que está muy resistente, por ahí darle tantas restricciones no va a poder hacer ninguna. Hay que empezar por algo muy básico, como empezar a moverse más, bajar la porción y que quizás para esa persona ya es un montón. Hay casos que esas dos o tres cosas ni las pueden hacer. Por eso lo individual del tratamiento.

En el caso del ayuno, no lo indico; pero si la persona lo está haciendo, trato de ayudarlo, ver que está haciendo y cómo podemos mejorarlo. Lo que dicen del ayuno intermitente es que funciona en el marco de un déficit calórico. Funciona porque hay una restricción calórica, el mismo efecto que tiene bajar las calorías con cualquier otra dieta.

-¿Cómo ve los comportamientos alimenticios de aquellos que deciden ayunar?

-Lo que yo observo es que, por el estilo de vida quizás, algunas personas hacen una cena abundante, no desayunan, almuerzan tarde y comen normalmente durante el día y eso lo consideran ayuno intermitente. Pero el ayuno intermitente lo que hace es restringir las calorías en la ventana que se come. Dietas de 600 a 800 calorías que es muy poco. Y esa es la parte que mucha gente desconoce. Eso es uno de los peligros que yo veo, después de la restricción, cuando la persona entra en la ventana de ingesta "se come todo".

-¿Y en cuanto a la 'ventana' de ayuno? ¿Sólo agua?

-Pueden ser infusiones, te, café, aguas saborizadas naturalmente, todo sin edulcorar. En lo ideal sería agua sola.

-Para cualquier dieta, ¿es más bien concientizarse y adoptarlo como estilo de vida?

-Sí, sí. Es imprescindible que estén convencidos y adopten hábitos saludables.

-¿Hace el seguimiento de cómo ingresó a la consulta ese paciente y todo el recorrido hasta llegar a su meta saludable deseada?

-Yo normalmente pregunto por qué van a la consulta, qué los motivó, cómo fue su historia de peso, no es lo mismo una persona que quiere bajar 4 o 5 kilos y está en la menopausia y empezó a aumentar, que una persona que tiene una historia de obesidad infantil. Los objetivos terapéuticos no son los mismos.

Hay personas que prefieren estar como más controladas y vienen cada quince días, y hay personas que necesitan una vez al mes, con otras que se van manejando bien y vamos espaciando las consultas.

-¿Qué sucede cuando esa persona llega a su objetivo deseado? Obviamente consensuado y analizado con usted, según las necesidades.

-Ya cuando van viendo ciertos cambios, al inicio, como poder agacharse, sentarse más cómodos, dormir mejor, empiezan a hacer una actividad y se dan cuenta que pueden, que tienen mayor capacidad respiratoria. Y eso es muy positivo para cada persona y los motiva a seguir adelante y no caer. Por supuesto que hay recaídas, pero para eso estamos, acompañando y sosteniendo en el proceso que es único de cada persona.

-¿Se indica la comida y cómo cocinarla?

-Sí, desde las compras, todo. Qué tiene en la heladera, como organizarse con las viandas. Por ejemplo, que reserven tiempo para ir a comprar las frutas y verduras, porque si tenés hambre a la noche y vas a la heladera y no hay nada, no vas a terminar comprando una acelga a las 22 horas. Los ayudo a organizarse, también si no tienen tiempo, en bases a sus horarios. Delegar en alguien la elaboración de la comida, o hay un motón de opciones de viandas saludables para el que no tiene tiempo o le gusta cocinar. Los que almuerzan en la oficina, la forma en que comemos, todo hace a la alimentación. Por ejemplo, si comemos mientras trabajamos en la computadora, o si esa comida es ingerida en medio de una pelea en la casa o el descontrol en el hogar, esa comida no va a caer bien. Todo es importante.