Un año inolvidable y olvidable a la vez. Así fue el 2020. De características insospechadas. Nadie, al alzar las copas el 1 de enero, podía imaginar lo que se vendría. El año que vivimos en pandemia; si hasta parece el título de una novela de Isaac Asimov o de una película de Steven Spielberg.

El coronavirus se identificó por primera vez en diciembre de 2019 al reportarse casos de un grupo de personas enfermas con un tipo de neumonía desconocida. La mayoría de los individuos afectados tenían vinculación con trabajadores del Mercado Mayorista de Mariscos de Wuhan, al Sur de China.

Desde aquel remoto lugar -poco a poco- comenzaron a encenderse las alarmas de todos los países del mundo, sin distinciones de nivel de desarrollo.

En un principio parecía un mal de otros, al que desde esta porción de tierra sólo se veía por televisión. Hasta existía la esperanza de que no llegase nunca a este hemisferio.

Pero llegó a Italia, a Gran Bretaña, España, Francia... Europa comenzó a sucumbir ante un enemigo del que poco se sabía. Luego ingresó a Estados Unidos, a Centroamérica, a Brasil...Argentina estaba apenas a unos pasos. Hasta que un día aterrizó en Ezeiza y desembaló sus valijas en el país. A partir de allí lo que conocíamos como Capital, Conurbano, Gran Buenos Aires comenzó a tomar protagonismo con un nuevo nombre: el AMBA.

En esa zona surgieron los primeros casos y otra sigla se subió al escenario de la actualidad para hacerse famosa por un largo tiempo, cosechando aplausos y abucheos, amigos y detractores: el ASPO.

El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio entró en escena el 20 de marzo y se decretó con la finalidad de combatir la pandemia con medidas de distanciamiento y prevención de contagios, investigaciones y tratamientos experimentales, creación de infraestructura y abastecimiento de recursos médicos, protocolos sanitarios para los lugares de trabajo, entre otras herramientas políticas de salud pública.

Los casos positivos fueron aumentando y la "mancha de aceite" se fue expandiendo desde el AMBA hacia el interior bonaerense. El Covid-19, ese virus que llegó para cambiar la vida de todos, de a poco comenzó a golpear las puertas de nuestra ciudad.

"Debemos trasmitir tranquilidad"

El 13 de marzo el intendente Hernán Bertellys -acompañado por el Jefe de Gabinete y Gobierno, Alejandro Vieyra, el secretario de Salud, Dr. Carlos Bravo y la médica infectóloga, María Paz Sánchez- brindó una conferencia de prensa donde se explicaron las medidas que se tomaron a nivel local en relación a la alarma mundial generada por la propagación del Coronavirus.

El jefe comunal señaló que el municipio, atento a que hacía pocas horas el Coronavirus había sido declarado como Pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidió tomar medidas al respecto: "Hemos confeccionado el decreto 316/2020 donde uno de sus artículos marca que se suspenden mientras subsistan las condiciones imperantes que motivan el dictado del presente todo evento organizado por la Municipalidad de Azul como así también toda actividad social, educativa, deportiva y cultural que lleva a cabo el municipio y que implique la concurrencia masiva de personas".

Por su parte, el Dr. Carlos Bravo en aquel momento desdramatizó el abordaje mediático que se hacía del virus: "Queremos desdramatizar esta situación que está generando realmente una psicosis que es absolutamente inapropiada, el hecho que la Organización Mundial de la Salud haya declarado al Coronavirus como una Pandemia y el hecho que estemos todos los días en los medios de comunicación hablando de las muertes en los distintos países nos ha llevado a una psicosis donde estamos todos envueltos".

"Debemos trasmitir tranquilidad y desde la Secretaría de Salud para nosotros lo más importante es la trasmisión de las medidas preventivas, porque acá no es cuestión de decretos de gobierno sino que es cuestión de que nos responsabilicemos de los actos diarios y de cómo manejarnos: la limpieza de las manos, el aislarnos si tenemos síntomas respiratorios, me parece que ahí está el nudo de esta cuestión" agregó el profesional, quien a la vez remarcó que se iba a convivir con el virus durante los próximos meses...y claro que iba a ser así.

Una de las temáticas que más preocupación generó fue la relacionada con el alto porcentaje de letalidad demostrado por el Covid-19 en Azul. Al cierre de este suplemento, la cifra de decesos había llegado a los 90.

"Hay que tenerle respeto al coronavirus y tomar las medidas preventivas, cumplir con la cuarentena, las distancias y demás. La verdad que estar ahí adentro es muy feo. Por eso es preferible una buena cuarentena y no una internación", dijeron Emilia y Raúl a este matutino. El matrimonio de comerciantes fue el primer caso positivo de Covid en Azul.

"Está más en la responsabilidad de cada uno de nosotros"

En otro tramo de aquella charla con los medios, el Dr. Carlos Bravo confirmó que había mantenido reuniones con autoridades de la salud a nivel regional y provincial y que desde la secretaría de Salud le habían transmitido al Intendente la intención de conformar un comité de crisis para la contingencia que se acercaba, "convocando a las instituciones privadas a los sistemas de emergencia, al consejo superior de educación para que desde los colegios los docentes trasmitan estos lineamientos que son fundamentales".

"Está más en la responsabilidad de cada uno de nosotros y en el día a día de cada uno de que este virus no se multiplique a pasos agigantados tomando medidas simples: si tenemos síntomas hay que quedarse en casa y no hacer contactos sociales y no colapsemos los sistemas de atención porque eso hace que si soy portador, la propagación sea masiva" finalizó diciendo el funcionario en aquella jornada.

A la postre el comité de crisis se reuniría en una sola oportunidad, siendo su convocatoria uno de los reclamos más reiterados desde la oposición local, y en lo que respecta a la responsabilidad individual, en un principio parecía que podía ser una realidad pero con el paso de los días se puso en evidencia que se trató de un simple espejismo.

Fueron muchos los reclamos que se realizaron en pedido de reaperturas de diferentes actividades económicas, como los impulsados por propietarios de gimnasios y gastronómicos.

El primer caso

Transcurrían los días y la opinión púbica ponía su "mirada" como posibles focos de peligro en el Frigorífico y en el Parque Eólico Los Teros, en razón de que muchos de sus trabajadores abandonaban la ciudad para regresar a sus lugares de origen los fines de semana.

Los partes sanitarios empezaron a ser las vedettes de los medios de comunicación y de las redes sociales. Hubo un par de casos sospechosos, varios testeos con resultados negativos hasta que....

Dos comerciantes azuleños que habían regresado de Europa comenzaron con síntomas, fueron trasladados al Hospital Pintos y allí fueron diagnosticados Covid positivo.

Por un tiempo parecía que el pánico se apoderaba de la ciudad y una especie de "caza de brujas" se lanzaba en pos de obtener las identidades de quienes se habían enfermado. Corrían los rumores, las redes sociales se poblaban de chismes y el "me lo contó una tía de la vecina de la hermana de un primo que tiene un amigo que trabaja en el Hospital" era lugar común en mensajes que se viralizaban a diario. A partir de eso, otro término fue haciéndose cada día más amigo de la realidad: el de "Fake News" o noticia falsa, que derivó en una "figura" judicial que llevó al labrado de muchísimas actas y al inicio de varias causas en el marco de la tan mentada "Infodemia" (difusión de datos que tienden a ser falsos, lo que desvirtúa las fuentes confiables de información que buscan ofrecer insumos relevantes acerca de un tema en específico). Pero luego de que les dieran el alta, Emilia y Raúl, los comerciantes contagiados, salieron a dar su testimonio a la comunidad a través de los medios.

En una entrevista mantenida con EL TIEMPO subrayaron la importancia de haber respetado a rajatabla el protocolo de la cuarentena luego de que llegaran de España y reiteraron su agradecimiento al personal del Hospital "Dr. Ángel Pintos".

"Tuvimos mucho tiempo para pensar durante tantos días. Hay un antes y un después del coronavirus. Aprendés a valorar muchas cosas", dijeron en esa conversación.

Según se informó durante una conferencia de prensa, la falta de conciencia ciudadana fue lo que llevó a que el intendente Bertellys decretara el 24 de noviembre la prohibición de circular en Azul desde la hora cero hasta las 6 de la mañana.

"Si tenemos en este momento nuestro hospital con la mitad de los internados por no Covid -entre ellos por traumatismos producto de la nocturnidad e intoxicados por alcohol y de más- le estamos negando la posibilidad de salvarle la vida a un vecino que lo agarra de imprevisto el coronavirus", resaltó el jefe de Gabinete Alejandro Vieyra al argumentar el decreto.

"Yo en mi caso tuve miedo"

Además, el matrimonio azuleño hizo hincapié en que al tratarse de un virus desconocido no sabían cuánto les iba a llevar recuperarse ni tampoco cómo seguiría la historia luego del alta médica.

"Yo en mi caso tuve miedo", dijo en ese sentido Emilia, para inmediatamente mencionar que "tuve miedo por él, porque a los dos o tres días de estar internados se le hizo una neumonía por el Covid y lo veía mal, pero no lo podía demostrar. Me daba cuenta que con los médicos era todo 'Pum para arriba' que 'de esto se sale y se sale', pero ellos también estaban un poco asustados. Ahí sí tuve miedo por él, de que se lo llevaran de la habitación, porque si llegaba a requerir respirador lo tenían que sacar de ahí. Ese era mi miedo. Gracias a Dios se estabilizó y no hizo falta".

De igual forma Raúl y María Emilia hicieron hincapié en que "el grupo de profesionales del Hospital Pintos que estuvo abocado a esta situación realmente es de primera...de primera; a pesar de que para ellos también fue toda una experiencia nueva y un aprendizaje. Si bien tenían toda la teoría y los protocolos a seguir, en vivo y en directo es otra cosa. Cuando tenés el paciente que está infectado y que sabés que tu salud puede llegar a correr riesgo si le errás en algo, ahí cambia todo".

"Un cuerpo profesional excelente. Los médicos, los enfermeros, el personal, todo el mundo. La verdad una calidad humana enorme", manifestó el comerciante azuleño.

Sobre el final de aquella charla, Emilia señaló que "el aislamiento es difícil para todos. Pero la gente tiene que tomar conciencia de la importancia de quedarse en casa y cuidarse".

"Hay que tenerle respeto al coronavirus y tomar las medidas preventivas, cumplir con la cuarentena, las distancias y demás. La verdad que estar ahí adentro es muy feo. Por eso es preferible una buena cuarentena y no una internación", concluyó Raúl.

Esto sucedió durante el comienzo de la pandemia para los azuleños. Eran tiempos de aplausos a las 21 para los médicos, de salir sólo para abastecerse con lo necesario e imprescindible, de respetar al otro, de cuidarse...lo cual con el paso de los meses se fue diluyendo como arena entre los dedos para gran parte de la comunidad. Y de los aplausos se pasó al pedido desesperado del agobiado personal de salud para que se respeten las normas mínimas de prevención para no saturar el sistema sanitario local, el cual estuvo al borde del colapso cuando en noviembre se informó a la comunidad que comenzaron a realizarse derivaciones a otros establecimientos asistenciales de la provincia, ya que el Hospital Pintos se encontraba sin disponibilidades de camas Covid -19 con respirador.

Nocturnidad: el Talón de Aquiles

Esta situación de falta de conciencia ciudadana y de irresponsabilidad social fue la que llevó, según se informó en conferencia de prensa, a que el intendente Bertellys decretara el 24 de noviembre la prohibición de circular en Azul desde la hora cero hasta las 6 de la mañana. Ese "toque de queda" -como lo bautizaron fundamentalmente los medios nacionales- se extendió en principio hasta el 9 de diciembre y posteriormente fue modificándose el horario.

"Sobre todas las cosas tenemos que cuidar a nuestro hospital y eso lo hacemos con prevención. Si nosotros tenemos en este momento nuestro hospital con la mitad de los internados por no Covid -entre ellos por traumatismos producto de la nocturnidad e intoxicados por alcohol y de más- le estamos negando la posibilidad de salvarle la vida a un vecino que lo agarra de imprevisto el coronavirus", resaltó el jefe de Gabinete Alejandro Vieyra en esa charla con los medios.

El 20 de diciembre EL TIEMPO adelantaba que el Dr. Carlos Bravo renunciaba a la cartera sanitaria local. Según se informó el alejamiento del funcionario de la gestión tuvo fundamento en cuestiones relacionadas con su salud.

El alejamiento del Dr. Bravo

El 20 de diciembre sorprendió la noticia de que el Dr. Carlos Bravo renunciaba a la Secretaría de Salud de la Comuna. El profesional había tenido en sus manos el timón de esa área durante toda la pandemia.

Fuentes confiables confirmaron ese día a EL TIEMPO la dimisión del funcionario a su cargo. Según se dio a conocer, el alejamiento se relacionó estrictamente con cuestiones concernientes con su salud. De todas formas se destacó que se trata de una situación que no revestiría de una mayor gravedad, pero que encendió una luz de alarma en el médico y en su familia, resolviéndose finalmente el alejamiento del cargo que ejercía También se destacó que el rol que el profesional dejaba vacante sería ocupado de manera interina por Román Broda, quien se desempeñaba como Director Administrativo del Hospital Municipal "Dr. Ángel Pintos".

La escasez de médicos terapistas es una de las problemáticas que desnudó la pandemia. El Sanatorio estuvo cerrado y pudo abrir sus puertas merced al aporte de cuatro profesionales aportados por PAMI.

En Región Sanitaria IX se anunció que a la brevedad comenzará en la ciudad el operativo de vacunación contra el Covid-19, el cual comenzaría en la segunda quincena del mes de enero.

Un año en el que casi nadie salió indemne

Resulta complicado resumir la gran cantidad de agua que corrió debajo del puente durante estos 10 meses de pandemia. Pero el alto porcentaje de letalidad demostrado por el Covid-19 en Azul no es un tema menor. Al cierre de este suplemento, la cifra de decesos había llegado a los 90; un número que asusta.

En varias ocasiones se manifestó que el índice de letalidad del Partido estaba por arriba de la media nacional. Esto se relacionaba fundamentalmente con el bajo número de testeos realizados en la ciudad.

Así fue que desde Provincia, a través de Región Sanitaria IX, bajó el operativo Detectar y el Municipio puso en marcha el Rastrear, el cual continúo desarrollándose hasta mediados de diciembre.

También se puso de manifiesto la escasez de médicos terapistas no sólo en la región sino como problemática nacional. Incluso hasta el Sanatorio estuvo cerrado y pudo abrir sus puertas merced al aporte de cuatro médicos terapistas aportados por PAMI.

Y en el medio mucho sacrificio, negocios que bajaron sus persianas para siempre, protocolos que iban y venían, personas que vivían el día a día y para las cuales llevar el pan a la mesa era una odisea, el gobierno colaborando con los IFE y los ATP con el objetivo de que esa gente no toque finalmente la lona...Fue un año en el que casi nadie salió indemne. De alguna manera u otra, con mayor o menor dureza, el coronavirus golpeó a cada uno de los habitantes de este suelo.

Una luz de esperanza

Pero para cerrar el año una noticia alentadora, días atrás en Región Sanitaria IX se anunció que a la brevedad comenzará en la ciudad el operativo de vacunación contra el Covid-19, el cual comenzaría en la segunda quincena del mes de enero. Se comenzará con el personal de salud, los mayores de 60 años y con aquellas personas que se encuentran entre los 18 y los 59 que presenten algún tipo de comorbilidad. Por su parte, desde PAMI se vacunará a los afiliados, a quienes están institucionalizados y a los postrados; mientras que desde el IOMA se hará lo propio con los docentes y el personal policial.

En esta cuestión también se abrió una grieta, entre los que aprueban la vacunación y los que se oponen, dándole un poco más de anchura a esa tan mentada grieta que amenaza con no cerrarse nunca, sin distinción de temas. Pero permítanme ser optimista. Luego de tanto esfuerzo, dolor, sacrificio...una luz de esperanza comienza a divisarse entre las tinieblas. Ojalá este año que se inicia las velas comiencen a navegar en otra dirección y que el 2021 pase a la historia finalmente como "El año que vencimos a la pandemia".

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