Por Laura Méndez de la Redacción de EL TIEMPO

El coleccionista Rubén Escudero cumplió diez años desde su primera muestra de objetos de Florencio Molina Campos.

En él están presentes las ganas de exponer, aunque sea de manera virtual, aunque no cuenta con un espacio para poder hacerlo.

EL TIEMPO dialogó con el coleccionista quien destacó la importancia de estos diez años llevando a cabo este hobbie y cómo uno de sus amigos lo incentivó para que pueda lograrlo. Este último Roberto Draghi es quien aun, una década después, se encarga de la difusión de la iniciativa.

Es importante destacar que durante la entrevista Ruben hizo hincapié en que siempre las muestras que realizó las hizo sin fines de lucro, es decir si se reunía dinero era a beneficio de alguna institución.

"Si Roberto no hubiese sacadoeste material a la luz, no se hubiese conocido nunca"

En principio, Escudero contó que "cuando tenía 20 años me regalaron en un almacén un almanaque de bolsillo de Molina Campos. Como a mi me gustaba dibujar arranqué con esto de la colección. Aunque anteriormente ya reunía llaveros".

Consultado sobre qué contiene la colección actual enumeró que "tengo desde tazas, ediciones limitadas de revistas, libros, almanaques, alpargatas originales, algunas láminas de almanaques de cuando el dibujante estuvo en Estados Unidos, postales, y todo absolutamente todo lo que vaya encontrando, ya sea comprado o regalos".

Describió que "la gente a medida que se fue enterando, mis amistades, mis afectos empezaron a hacerme regalos de Molina Campos".

Continuó contando que "posterior a ello apareció un compañero de trabajo, -conduzco un camión de Transporte Malvinas- Roberto Dragui que consiguió una lámina que había encontrado en la basura, me la dio y él me convenció de montar la primera muestra".

En el año 2011 como Draghi era presidente de la comisión del Barrio Catamarca comenzó a golpear puertas para saber dónde podían hacer una exposición.

"Él es mi organizador de eventos porque todo lo fue consiguiendo él. En un principio la escuela Nro. 64 donde fue la primera exposición. Allí asistieron más de 400 personas, no se cobró entrada aunque con la compra de cada objeto más los reunido en la cantina se donó a la capilla Santa Lucía que en entonces necesitaban abonar la instalación de gas", sostuvo.

Después Soledad Agostini le abrió las puertas del centro comunitario a Escudero para que monte dos muestras en eventos que desarrollaron.

Recordó que fue mucha gente. "Posteriormente vinieron dos muestras más en el Instituto Nacional de Formación Docente Nro. 2 y el dinero fue destinada a los alumnos", subrayó.

A continuación "luego expuse en ATE, en Casa Ronco, CESUAR, y llegó la del Complejo San Martín donde pasaron más de 800 personas". Siguió expresando que "también tuve un espacio en el Festival Cervantino, en AECA en la cual había una profesional diseñando la muestra. Cosas que sentí en el momento que eran mucho para mi".

Sobre si él se imaginaba que de guardar estos objetos en un cajón iba a llegar a realizar tantas muestras explicó que "no, nunca. Si Roberto no hubiese sacado este material a la luz, no se hubiese conocido nunca".

También rememoró que "en alguna oportunidad me invitaron desde un museo de La Plata para exponer en un gran encuentro de coleccionistas pero no tenía en qué llevar los objetos".

Para terminar, el coleccionista explicó que "quisiera hacer algo en homenaje a estos diez años pero no tengo espacio. Así que si alguien quiere comunicarse conmigo y darme una mano lo puede hacer al 15300358".