Más de 240 días han transcurrido desde el inicio de la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional ante la aparición de los primeros contagios de COVID 19 en nuestro País. La preocupación es global, no queda lugar en el planeta libre de esta pandemia.

Nuestra Ciudad no estuvo ajena a los contagios y a la preocupación de los vecinos por el posible desborde de la capacidad del sistema de salud en absorber los casos que surgieran. Al día de hoy, más de 1.600 pacientes se han recuperado, y lamentablemente, han fallecido más de setenta personas entre las cuales, dos médicos que desempeñaban tareas en terapia intensiva.

Frente a este panorama, gran parte de la sociedad asumió el compromiso de dar batalla al virus, activando mediante acciones publicitarias y otras medidas la conciencia social y el comportamiento ciudadano responsable para evitar la propagación de la enfermedad.

Párrafo aparte para destacar el esfuerzo hecho por numerosas instituciones locales que, a través de la Cooperadora del Hospital Municipal, canalizaron sus aportes para la adquisición de distintos elementos y equipamiento para ser utilizado ante los desafíos que impone la pandemia a todo el personal de salud de distintos ámbitos, quienes merecen el más absoluto reconocimiento por parte de la comunidad ante el inmenso trabajo que día a día llevan adelante. El gobierno municipal, atinadamente y a pesar de ciertas limitaciones, fortaleció el sistema de salud preparándolo para los momentos más críticos, al punto que un efector de salud privado debió cerrar sus puertas ante a la falta de personal afectada por el COVID 19. Hoy con mucho esfuerzo, vuelve a ofrecer sus servicios, pero no todavía en su plenitud.

La pandemia, el virus, el COVID-19, el coronavirus, sigue aún entre nosotros y nos preocupa que muchos vecinos se distiendan al punto de concurrir masivamente a lugares públicos, a fiestas de carácter clandestino, incumpliendo medidas elementales para evitar el contagio: cero distanciamiento social, falta de tapabocas y demás medidas sanitarias.

La multitud de gente presente en el balneario la noche del sábado 21 de noviembre, dejó en evidencia la falta de responsabilidad social con la que una parte de los vecinos transitan la pandemia de coronavirus y frente a esto, es la dirigencia de los distintos espacios políticos, quienes en un gesto de responsabilidad, debemos manifestar nuestro apoyo a las medidas tomadas por el gobierno local, tendientes a evitar reuniones donde un gran número de personas ocupen espacios públicos de nuestra ciudad, a fin de evitar la propagación del coronavirus.

Como dato alarmante, nos acabamos de enterar que se comenzara a derivar pacientes con COVID a otras localidades ante la falta de disponibilidad de camas en el Hospital Pintos. Esto debería concientizar a toda la sociedad del verdadero peligro que representa esta situación. También destacamos que no solo el COVID atenta contra la capacidad del sistema público de salud, parece que aquellos que se dedican a hacer tronar los motores de sus vehículos a altísima velocidad por las calles de la ciudad, sin importarles su vida ni la de eventuales transeúntes u otros conductores, ante los reiteradísimos accidentes de tránsito, terminan ocupando camas en el Hospital Municipal y privando de las mismas instalaciones a pacientes COVID que imperiosamente necesitan.

A lo largo de su historia, La Unión Cívica Radical se ha caracterizado por la lucha en pos de garantizar la libertad del hombre en todas dimensiones (política, económica, cultural, social, etc.).

Si bien esta medida adoptada por el intendente, a través del decreto municipal 1326, restringe libertades, nos parece oportuna como forma preventiva y como un llamado de atención y también a la reflexión para los Azuleños, respecto al comportamiento que debemos asumir para evitar la propagación y superar esta pandemia, reduciendo al mínimo las víctimas fatales.

Creemos que la medida del ejecutivo local se toma teniendo en cuenta la preservación de la salud de la población, sin ningún tipo de especulación y contrasta de manera notable con la improvisada organización y la vil utilización política que se intentó hacer en la despedida final de Diego Armando Maradona por parte del Gobierno Nacional, donde en una actitud permisiva y poco racional, hizo caso omiso a sus propias medidas preventivas. La falta del distanciamiento social, el no uso el tapabocas y el "asalto" a la casa rosada, sede del gobierno nacional por parte de la multitud, mancharon de negro el adiós de todo un pueblo a un genial deportista, ante la falta de reacción de los funcionarios y encargados de la organización.

Desde la Casa Radical de Azul entendemos que el apoyo a esta excepcional medida, es un gesto que amerita la circunstancia.

Mantenernos unidos como sociedad es uno de los fuertes desafíos que nos presenta la pandemia y son los espacios políticos, quienes tienen que dar el ejemplo, estando a disposición, para junto al gobierno hacer el mayor de los esfuerzos para liderar el proceso de responsabilidad social, clave para la salida a esta pandemia.

Comisión Directiva

Unión Cívica Radical de Azul