El matrimonio que había sido arrestado el pasado viernes en un supermercado de esta ciudad, luego de que intentara sustraer mercadería y una caja metálica de ese comercio donde el hombre ahora imputado trabaja como gerente, recuperó la libertad ayer.

La medida fue dispuesta desde la fiscalía donde se está llevando adelante la instrucción de una causa por este hecho, un sumario que quedó caratulado como hurto en grado de tentativa, según señalaron a EL TIEMPO voceros judiciales.

Por ese ilícito los acusados fueron indagados ayer en sede judicial y después se dispuso que recuperaran la libertad.

En esas audiencias, llevadas a cabo en la UFI 13 que conduce el fiscal Adrián Peiretti, la pareja optó por no declarar, señalaron los voceros allegados a la instrucción de la causa.

Voceros policiales y judiciales habían identificado al hombre imputado en esta investigación penal como Rubén Oscar Tolosa, de 63 años de edad. En tanto, su esposa y también acusada por este intento de hurto se llama Cristina Delmira Chiclana (62).

Tolosa trabaja desde hace varios años como gerente en la sucursal local del supermercado "Cooperativa Obrera" que está en Avenida 25 de Mayo entre Miñana y San Luis.

En ese lugar, anteayer en horas de la mañana, personal policial lo arrestó junto con su mujer instantes después a sucedido el hecho que ahora se les está atribuyendo en carácter de coautores a título penal.

De acuerdo con lo que fuera informado, el gerente y su esposa habían sustraído mercadería y una caja de metal que se usa en el supermercado para guardar dinero, la cual en ese entonces estaba vacía.

La maniobra había sido advertida por otros empleados del comercio, quienes inmediatamente se comunicaron con la Policía para dar cuenta de lo que estaba pasando.

Instantes más tarde, cuando efectivos de seguridad se hicieron presentes en el supermercado, el hombre y la mujer fueron arrestados, luego de que en el baúl de un automóvil Chevrolet Cruze propiedad del matrimonio se hallaran la mercadería y la caja de metal.

Concretamente, el episodio delictivo había consistido en la sustracción -junto con la caja ya referida, que estaba vacía- de más de cinco kilos de jamón cocido, una botella de vino y dos de una bebida sin alcohol elaborada a base de hierbas.

Ahora se sabe que todos esos productos estaban vencidos, pero que también en casos así el protocolo no autoriza a ningún empleado del supermercado a llevárselos, ya que posteriormente esos artículos no aptos para el consumo son destruidos desde el mismo comercio.