Para muchos de los que nos encontramos detrás de un teclado, frente a un micrófono o delante de una cámara de televisión en Azul, siempre fue un faro. Para quien suscribe estas palabras, doy fe que sí. En las primeras conferencias de prensa a las que asistí, para mi sus intervenciones eran "sagradas" -incluso me generaba algún temor preguntar después de él: "Mirá si pregunto una boludez"-. Los análisis políticos de las contratapas de este diario, eran como un Manual Kapeluz de cada domingo para quien osaba seguir sus pasos. Con el paso del tiempo, nos fuimos conociendo más y la admiración también fue en ascenso, pero ya no sólo como profesional sino también por su humildad, su gentileza y su honestidad.

Mañana se conmemora el Día del Periodista y que mejor que poder dialogar con Carlos Comparato acerca de esa profesión que un día abrazó con marcado respeto y responsabilidad y que actualmente lo mantiene vigente, siendo actualmente uno de los más reconocidos comunicadores de los medios locales.

"Hoy se reduce a un tuit"

- ¿Cómo ves el periodismo de la actualidad?

El periodismo está atravesado por diversos escenarios que lo empujan a otra era. Desapareció el estereotipo que signaba este trabajo porque cambió la sociedad y las nuevas tecnologías emergen como los condicionantes del mensaje. Antes la tapa de un diario podía voltear un gobierno. Hoy se reduce a un tuit. La vieja idea romántica del oficio de periodista está en vías de extinción y a ello se suma la crisis de las empresas periodísticas, en su gran mayoría convertidas en "multipropósito" para poder sobrevivir. Si uno corre la visión desde el interior, de las ciudades como Azul, los grandes grupos han ido modificando el eje de su negocio. Un claro ejemplo es Clarín donde sus ingresos más importantes se dan a través del servicio de Internet, la empresa de cable y de telefonía celular.

"Hay una pátina que cubre a las redes como democratizadoras"

-¿Qué busca la gente en el periodismo de estos días? ¿Las redes sociales democratizaron la información?

El vértigo empuja a conductas que tienden a no profundizar, a no analizar lo que sucede. Si lo que sucede es lo que muestra la prensa o si hay otra realidad subterránea y está enganchado con la pregunta anterior. Una imagen de video, una foto, un título y una breve bajada son suficientes. Pero somos la sociedad de la imagen y no me queda claro qué es lo que busca la "gente". Hay nuevas maneras de manipulación de la sociedad muy sutiles y, en esta cuestión, juegan un rol primordial las redes. Vos suponés que Internet es la panacea de la libertad cuando, en realidad, los algoritmos de Google son los que te van condicionando, te van guiando en esa búsqueda. Se corre el riesgo de terminar pensando lo que Google quiere que pienses. Y hay una circunstancia que puede sonar apocalíptica (si se quiere provocadora) pero la "sociedad" no depende de la prensa para informarse...total están Facebook, Instagram, Twitter... Hay una pátina que cubre a las redes como democratizadoras de la información. Desde una mirada ingenua, y absolutamente comprensible, puede visualizarse de esa manera porque rompe la estructura de los medios tradicionales que, sin embargo, terminan volcando en el mundo digital lo que generan. Allí donde entra el juego de las contradicciones: Clarín cada vez vende menos diarios, en sintonía con una tendencia mundial, pero a su página de Internet entran decenas de miles (o más) de navegantes del ciberespacio. Como siempre, está la posibilidad de recorrer caminos alternativos, de bucear por fuera de lo pautado. Pero, insisto, no dependés del diario del día siguiente, del informativo de las 9 de la radio o el noticiero de TV para tener la "sensación" de estar informado.

"Un invento en tiempo de descuento"

-¿Cuál es tu opinión sobre el denominado periodismo militante?

- El periodismo militante es un invento en tiempo de descuento. Es como hablar del gasista militante, el médico militante o el obrero de la construcción. Siempre hay una ideología pero es confundir los temas porque también, como una paradoja, se mezcla al periodista con el medio. La pregunta, en realidad, es si un periodista para trabajar en una determinada empresa, sea pública o privada, tiene que pensar como el dueño o los responsables de contenidos o atarse a una línea editorial. Cuando Jacobo Timerman inventó el diario La Opinión decía que en la sección Economía tenía a periodistas de derecha, en Política de centro y en la sección Cultura de izquierda.

La clave del trabajo del periodista es entrar en contradicción con el poder y tener una conciencia crítica. Después que cada uno escriba o diga lo que quiera mientras sea honesto consigo mismo y con quien recibe el mensaje. En conclusión, no bastardearse. Siempre se encontrará un lugar para expresar las ideas.

"El desafío es recrear otros espacios"

-¿Hay una mercantilización de la información?

- Hay que ver qué se entiende por información. El periodismo, la noticia, durante el siglo XX se transformó en el gran negocio del capitalismo. Poder y dinero iban (van) de la mano. Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de una sociedad informada? No se puede limitar a lo que los medios quieren que sepamos y ahí es donde transcurre el carácter democratizador de una sociedad. Es el derecho a tener acceso y control de lo que elucubra el poder, que va más allá del gobierno de turno. El desafío es recrear otros espacios. En ese aspecto, resulta imprescindible abordar una mirada local de la problemática de una comunidad y correrse de lo que van diseñando los grandes medios nacionales aunque resulte una pelea desigual.

"Hoy los periodistas somos un complemento"

-¿Cuál es tu opinión sobre el periodismo local?

El periodismo local no escapa al panorama que se ha descripto. Hay un retroceso de la prensa tradicional reemplazada por Facebook y las redes en general. Los funcionarios municipales o partidos políticos, suelen elegir este sistema para dar a conocer información o determinadas posturas. Luego rebota en la prensa. O transmitir en vivo desde un celular cualquier acontecimiento. Hoy los periodistas somos un complemento, aunque suene duro. La opinión, el análisis se han devaluado.

"Me preocupa una tendencia a que todo resulta pasajero"

-¿Cómo será el periodista del futuro, según tu opinión?

- No lo sé. Lo irá determinando la dinámica de la tecnología. Antes nos condicionaba una máquina de escribir y un papel en blanco, hoy son los celulares y tener conectividad. ¿Y mañana? Me preocupa una tendencia a que todo resulta pasajero, es el instante y no haya tiempo para la reflexión. Poder disfrutar del tiempo que lleva leer una nota bien escrita.

-¿Se arrepintió, en algún momento, de haber elegido este camino?

No...y ya sería tarde... Creo que el periodismo significó (significa) un nutriente para tener una mirada crítica y amplia de lo que nos circunda. Navegar en los más diversos escenarios. Desde estar con un Presidente de la Nación hasta hacer una nota en el barrio más humilde de la ciudad. Eso te amplía la mirada y te ayuda a comprender...palabra que debería usarse más seguido...comprender.

"Es como tomarte un Rivotril para poder dormir"

-¿Hoy en día, la gente quiere informarse o simplemente busca que el periodismo reafirme aquellas ideas que ya lleva consigo aunque, quizás, éstas sean erróneas?

- Como señalé antes no me queda claro qué busca la gente o, más bien para qué quiere estar informada. Hay una tendencia a buscar una prensa que reafirme la idea que ya se tiene de antemano y eso facilita el no tener que bucear en contradicciones, en el pensamiento crítico. Mirás TN o C5N y tenés resuelto el problema. Es como tomarte un Rivotril para poder dormir.

"Asomar la cabeza en medio de esta turbulenta decadencia"

- ¿Qué mensaje les dejarías a tus colegas en su día?

- No me siento capacitado para dejar un mensaje. Pecaría de soberbio. Puedo decir, simplemente, que nos atrevamos a asomar la cabeza en medio de esta turbulenta decadencia. Aunque recibamos algún piedrazo, no nos recostemos en los mullidos sillones del poder.