Catorce años de prisión fue la pena que una jueza le impuso a un hombre que durante más de una década violó a una menor con la que convivía, lo cual se produjo durante una gravísima serie de hechos que tuvo como escenario una vivienda ubicada en la ciudad de Las Flores, según lo que quedara demostrado.

La condena para el encausado -que está preso desde diciembre de 2019, cuando había sido detenido en una localidad del conurbano bonaerense- fue el resultado de un juicio abreviado que se tramitó ante el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 con sede en el Palacio de Justicia de Azul.

El sentenciado en esta instancia fue identificado como Alfredo Hernán Cabrera, un albañil que tiene 43 años de edad y figuraba con domicilio en Isidro Casanova, la localidad ubicada en el Partido de La Matanza, cuando una comisión policial lo había detenido hace tres años como el probable autor de esos abusos por los que resultó condenado ahora.

Alejandra Raverta, una de las juezas del TOC 2, le impuso la referida condena al encausado, a quien con las evidencias reunidas durante lo que había sido la instrucción del sumario penal que se llevara adelante por lo sucedido lo declaró autor penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado agravado por ser cometido por el encargado de la guarda y aprovechando la situación de convivencia preexistente con una menor de dieciocho años de edad.

Abusada durante más de una década

En el fallo de este proceso abreviado se mencionó que esos abusos por los que Cabrera fue condenando ocurrieron entre los años 2005 y 2016.

Una vivienda situada en la vecina ciudad de Las Flores fue el lugar donde el hombre cometió estos hechos, "aprovechándose de su situación de convivencia" con la por entonces menor de edad y víctima, la cual quedaba a su cuidado teniendo en cuenta que para esa época él era su padrastro.

"Generalmente en el horario de la madrugada" y "casi en forma diaria" -se señala textualmente en el fallo- el albañil abusó de la por entonces menor de edad, lo cual implicaba que siempre la accediera carnalmente.

En el marco de esos hechos, también se menciona en la resolución que en una fecha no determinada, en los años 2006 ó 2007, en esa misma casa donde convivía con la chica Cabrera abusó de ella en el baño del inmueble. Aquella vez que la violó, ese ataque sexual se produjo cuando la menor tenía entre diez y once años y por su edad "no pudo consentir libremente la acción".

Con la finalidad de lograr su cometido, el hombre amenazaba a la víctima. Y le decía que si se negaba a mantener relaciones sexuales con él iba a matar al hermano más pequeño de esa chica.

Durante el año 2010 el ahora condenado cometió más episodios de similares características en perjuicio de la misma víctima, quien en ese entonces ya tenía catorce años de edad.

Aquellos abusos tuvieron características extremadamente violentas, ya que el agresor -para someter sexualmente a la por entonces adolescente a la que venía violando desde años antes- en una de esas ocasiones la despertó mientras dormía y la arrastró "con violencia" hacia otra habitación de la casa donde convivían.

En esa ocasión, Cabrera le dio a la chica puntapiés y golpes de puños -llegando a lesionarle la nariz- para después accederla carnalmente una vez más, según se señala en la resolución de este juicio abreviado.

Lo denunció la propia víctima

Cuando la víctima de estos hechos cumplió la mayoría de edad, a causa de esos ataques sexuales que sufriera por su otrora padrastro comenzó a asistir a una psicóloga, situación que posteriormente le permitió denunciar a quien había sido su abusador durante más de una década.

Lo relatado por la joven una vez que denunciara a Cabrera después pudo ser corroborado por diferentes testigos que declararon durante lo que fue el desarrollo de esta investigación penal. Y también fue constatado por peritos psicólogos y psiquiatras que se entrevistaron con ella.

Esas versiones y los dictámenes de las especialistas fueron valorados como pruebas por la Jueza azuleña que condenó al autor de la totalidad de esos hechos.

En diciembre de 2019, en el marco de la instrucción de esta causa penal, Cabrera había sido detenido durante un procedimiento llevado a cabo por agentes policiales de la Sub DDI Las Flores, quienes una vez establecido su paradero habían viajado a buscarlo a Isidro Casanova.

En esa localidad ubicada en el conurbano bonaerense el hombre estaba residiendo, luego de que tiempo antes se separara de la madre de la víctima de los abusos, con quien convivió en la vecina ciudad de Las Flores durante todo ese tiempo durante el cual, prácticamente de manera sistemática, sometiera sexualmente a la hija de esa mujer.

Aquella orden para lo que fuera su detención la había dispuesto Federico Barberena, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2 con sede en los tribunales de Azul que intervino en este sumario penal que se instruyó a través de la UFI 11 perteneciente al Departamento Judicial local y con asiento en Las Flores.

En un principio, no bien se hiciera efectiva la medida de coerción, el ahora condenado por estos abusos había sido remitido a la Unidad 38, una de las cárceles del SPB ubicada en la localidad olavarriense de Sierra Chica.

En el juicio abreviado que se tradujo en la condena para Cabrera, la pena que le fuera impuesta como el autor de estos hechos fue la misma que las partes acordaron, en la previa a que desde la Acusación se solicitara la tramitación de este proceso ante el tribunal oral situado en el segundo piso del Palacio de Justicia de Azul.

EL DATO

Sobre la base del acuerdo surgido entre las partes, la condena para Alfredo Hernán Cabrera por estos hechos implicó que la Jueza que intervino en ese proceso, a modo de agravantes potenciadoras de la pena que le impuso, valorara para ese hombre las siguientes circunstancias: "la extensión del daño causado a la víctima", "la magnitud de la violencia física y psíquica desplegada para la perpetración de los abusos" y "la reiteración de los hechos por un extenso período de tiempo", el cual se prolongara desde el año 2005 hasta 2016.