TECNOLOGÍA. Del tablero a la pantalla: así ha evolucionado el ocio en el mundo

Internet ha cambiado la forma de vivir de muchas personas y, sinceramente, sigue cambiándola, puesto que la tecnología no para de crecer y con ella llegan nuevas formas de ocio que se veían casi imposibles apenas unos años atrás.

Como ejemplo, hablaremos primero de los Metaversos. Esos lugares que, aunque ya existían desde hace una década gracias a un universo virtual llamado Second Life, no se ha popularizado del todo hasta nuestros días debido a la influencia de Mark Zuckerberg, el CEO de Facebook (ahora Meta), y el mensaje que lanzó a finales del pasado año con un concepto clave: la construcción de su propio metaverso.

Aunque, hasta llegar aquí, a este concepto de Metaverso que apenas está empezando a explotarse, hemos pasado por muchas otras formas de ocio. Y es ahí justo donde queríamos llegar.

La evolución del ocio: del tablero a la pantalla

No hay que echar la vista demasiado atrás para recordar La Oca o El Parchís. Aunque lo cierto es que este tipo de clásicos triunfan generación tras generación, luego hay otros que sí que permanecen guardados en baúles o trasteros a la espera de alguna ola de nostalgia que los haga surgir de sus cenizas. Hablamos, por ejemplo, del Juego del Molino, popular de la Antigua Roma, o el Go, ese juego al que hay que añadir piedras sobre un tablero con el objetivo de conquistar el territorio del oponente.

Ojo que tanto el Juego del Molino como el Go, se siguen jugando a día de hoy en algunos países, pero en menor medida, puesto que se han visto eclipsados por los nuevos clásicos de pantalla.

Sí, hablamos en mayor medida de los videojuegos que hoy conocemos, porque ¿cuánto tiempo pasará hasta que Fortnite se convierta en un clásico? O ¿podemos decir que Minecraft ya es un clásico? Al ritmo al que avanzamos y nos adentramos en nuevos territorios digitales, muchos se atreverían a decir que estos dos populares videojuegos ya forman parte de los clásicos de nuestra época.

Lo curioso es que hay quienes prefieren los clásicos "de verdad", los de toda la vida, los de tablero o de cartas. Aunque también es cierto que la mayoría de esos juegos han pasado ya al terreno digital a través de plataformas o aplicaciones que pueden descargarse fácilmente en Internet. Raro es encontrar un juego en el desván que no tenga ya su versión digitalizada.

Clásicos digitalizados

En este punto también tenemos ejemplos populares. El que juegue al poker puede hacerlo frente a contrincantes de todo el mundo en plataformas online como PokerStars sin necesidad de aprender otras modalidades o adaptarse a nuevas pautas, porque, aunque el juego se ha digitalizado, aspectos como las normas y los conocidos valores del poker no han cambiado en absoluto: la escalera real sigue siendo la mejor mano posible, seguida por la escalera de color.

Otro ejemplo es el ajedrez. El eterno tablero de forma cuadrada y con peculiar patrón reticulado es y será un clásico siempre. Sobre todo, si de vez en cuando aparecen series de éxito internacional como Gambito de Dama en Netflix y hace que la llama de este juego se reavive. Para jugar en línea a este clásico, lo más fácil es hacerlo en la popular plataforma Chess.com, ya que las partidas se ordenan y asignan según los distintos niveles de los usuarios. Además, dentro de la plataforma, cualquier usuario puede iniciarse en esta disciplina y aprender cómo se mueven las piezas gracias a una sección dedicada a dar lecciones sobre ajedrez.

De esta manera, incluso los usuarios que no estén familiarizados con el terreno digital tienen la oportunidad de aprender a jugar en línea y de adentrarse en las nuevas tecnologías. Incluso, no sería mala idea aprender y practicar movimientos en estas plataformas para luego apuntarse a los torneos del Círculo de Ajedrez de la ciudad de Azul, en Argentina. Existen diferentes modalidades, por lo que practicar cada una de ellas sería bastante acertado.