Luego de haber participado junto a su amigo -el también jinete Lucas González- y con la invitación del tropillero de Rauch Fermín Mendizábal, el azuleño Matías Conte obtuvo, durante la segunda noche del Festival Nacional de Jineteada y Folclore en la ciudad entrerriana de Diamante, el cuarto lugar y se clasificó a la final en la categoría "Bastos y encimera" de este certamen, que se desarrolló entre los pasados días 6 y 12 del corriente mes y año.

No fue fácil para este joven oriundo de Azul su participación en la última noche: cuando iba a comenzar su labor, la yegua se sentó y cortó el cabresto, apretando con esa maniobra a Conte contra el palo; aunque por suerte sin consecuencias graves para él.

Minutos más tarde el jinete tuvo la revancha, con una destacada participación y haciendo lo que mejor sabe hacer: domar caballos que parecen indómitos.

Matías Conte ha tenido varios y muy buenos desempeños en importantes jineteadas, tanto locales como zonales.

Con su paso por este festival llevado a cabo en la ciudad de Diamante, una vez más repite una destacada actuación -al igual que ya había sucedido en ediciones anteriores- en tan importante certamen, en el cual participan los jinetes más destacados del país.

Orgullo para toda la región

En este festival, también participó la tropilla presentada por Fermín Mendizábal y su familia, de la vecina ciudad de Rauch.

Esa caballada fue consagrada como la Mejor Tropilla en el Festival Nacional de Jineteada y Folclore de Diamante, en la provincia de Entre Ríos.

Un reconocimiento que sirvió para coronar el esfuerzo familiar de los Mendizábal y, también, el orgullo de Rauch y toda una región de la provincia de Buenos Aires.

La familia Mendizábal es una de esas que suele decir "presente" en todas las fiestas criollas de la zona, la cual es convocada teniendo en cuenta la manera en que son presentados los animales.

Semejante dedicación y esfuerzo fue premiado en la madrugada del pasado miércoles en el Festival Nacional de Jineteada y Folclore que se desarrolla en Diamante, cuando Fermín Mendizábal recibió la estatuilla a la Mejor Tropilla de todas las presentadas en ese encuentro.

Sería injusto omitir, tal cual lo mencionara el propio Fermín cuando fue entrevistado por medios nacionales, que el suyo es un trabajo en equipo y "en familia".

Una labor que incluye desde cuidar a los animales hasta prepararlos, entrenarlos, transportarlos y hacer todo lo posible para que no desconozcan el terreno al que concurren, donde se destacan y brillan obteniendo por consiguiente premios más que destacados.

Esa dedicación, además de familiares, incluye también el trabajo de amigos del tropillero, llevando adelante una tarea marcada desde siempre por el espíritu y la impronta que sembrara hace ya varias décadas Don Julio Mendizábal.