Los procesamientos de una azuleña y de un pariente suyo -un "primo segundo", según lo que había sido informado- como los probables autores de una infracción a la Ley 23.737 fueron ordenados por el Juez Federal que entiende en esta causa.

Luego de que la mujer resultara aprehendida el pasado 6 de febrero en la vivienda de esta ciudad donde se domicilia y que dos días después se hiciera efectiva la detención en Gerli del varón, lo resuelto por el magistrado Gabriel Di Giulio incluyó que ordenara las prisiones preventivas para ambos acusados.

Los procesamientos para los imputados habían sido solicitados desde la Fiscalía Federal con sede en Azul que conduce María José Buglione.

Tal lo que EL TIEMPO ya informara, los investigados fueron identificados como Ayelén Daniela Fernández, de ocupación comerciante y de 30 años de edad, y Hernán Alberto Herrero, un hombre que tiene 49 años, es oriundo de Lomas de Zamora y -según lo que él mismo declarara en ocasión de ser indagado- trabajaba como "panadero".

A Herrero -que estuvo preso en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza desde mayo de 2014 a marzo de 2017, también por una infracción a Ley 23.737- de la mano de este nuevo procesamiento ordenado para él se le atribuyen los siguientes delitos: comercio, transporte y suministro a título oneroso de estupefacientes, en concurso ideal, y tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización.

Ese segundo ilícito referido surge de lo que había sido su detención el mes anterior, teniendo en cuenta que en una de las viviendas que fuera allanada en Gerli, la ciudad ubicada en el conurbano bonaerense, se encontraron en su poder cocaína y elementos relacionados con la venta al menudeo de ese tipo de droga.

Al ordenar el procesamiento con prisión preventiva para Fernández, el magistrado a cargo del Juzgado Federal número 1 con asiento en Azul consideró a esa mujer la probable autora de los delitos de comercio de estupefacientes en concurso ideal con tenencia ilegal de estupefacientes con fines de comercialización, calificaciones penales ambas derivadas de lo que había sido su arresto el pasado 6 de febrero.

Aquel día, tal lo que ya fuera referido por este diario, en poder de la mujer se secuestraron más de cien gramos de cocaína que estaba fraccionada en pequeñas bochas en más de una veintena de bolsas de nylon, dosis que tenían como destino la venta bajo la modalidad conocida como "narcomenudeo".

Además, los efectivos policiales de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas que intervinieron en aquella diligencia -que tuvo como escenario una casa situada sobre la Avenida 25 de Mayo, en el Barrio Piedrabuena- recogieron elementos relacionados con esa venta de estupefacientes que se le sigue imputando a Fernández.

Proveedor y vendedora

Según surge de lo investigado, a través de varios viajes que hizo a Azul en una camioneta -que fuera incautada el mismo día en que resultó detenido-Herrero era el encargado de traerle a Fernández la cocaína que ella después se dedicaba a vender en esta ciudad.

"La conducta se verificó desde el mes de junio de 2023 hasta el mes de febrero de 2024 en forma organizada y con posible complicidad de otras personas", puede leerse en lo resuelto en esta primera instancia.

La venta de la droga implicaba que "Ayelén Daniela Fernández recibía solicitudes de compra de material estupefaciente a través de su teléfono celular" y que los consumidores concurrieran hasta esa casa donde vivía y terminó siendo aprehendida el mes anterior.

En tanto, en otras oportunidades ella llevaba los estupefacientes "hasta un punto de encuentro acordado", que solía ser habitualmente la zona del Balneario Municipal de Azul.

Una denuncia que data de agosto de 2023 se tradujo en el inicio de esta investigación penal.

A través de esa pesquisa, personal policial identificó a los ahora procesados, realizó tareas de observación y movimientos de los mismos, los cuales después quedaron documentados a través de videos y fotos.

De esa manera, también fue posible determinar que existía un vínculo de parentesco entre ellos.

Intervenciones a los teléfonos de los imputados sirvieron para obtener más pruebas que conforman actualmente la acusación que pesa sobre los dos.

Además, había podido establecerse que en una camioneta Volkswagen Saveiro de color blanca Herrero viajó en varias oportunidades a Azul para traerle la droga a Fernández.

Si bien ese hombre declaró cuando fue indagado como uno de los probables autores de los delitos que lo siguen teniendo privado de la libertad, su versión de tipo exculpatoria no es considerada por el momento creíble para eximirlo de reproche penal.

En el caso de Fernández, sus dichos ante el Juez que ahora dispuso su procesamiento tuvieron un tinte casi que de confesión.

"No tengo excusas porque sé que está todo mal lo que hice; pero ya lo hice...", había afirmado para señalar posteriormente a Herrero -"mi primo"- como quien le propuso comenzar a vender cocaína desde su casa.

"Más de una vez quise cortar de esto, salir y no podía; porque cada vez era más la plata que le debía... (los consumidores) me mandaban mensajes por WhatsApp ... él la traía acá (la droga)", admitió la mujer.

El procesamiento para Fernández incluyó que se trabara embargo sobre sus bienes "hasta cubrir la suma de un millón de pesos". Y en el caso de Herrero, esa medida fue ordenada también por el juez Federal Di Giulio; aunque por un monto superior: diez millones de pesos.

El dato

Respectivamente, Daniela Ayelén Fernández y Hernán Alberto Herrero siguen transitoriamente privados de la libertad en las unidades pertenecientes a la Policía Federal Argentina que tienen sus sedes en Azul y Olavarría. Para ambos investigados, desde una defensa Oficial fueron formulados pedidos, todavía no resueltos, de morigeraciones de prisión tendientes a que puedan cumplir arresto domiciliario.