El miércoles se realizó la movilización organizada por trabajadores del Hospital Pintos en rechazo al decreto impulsado por el intendente Nelson Sombra, que dispone un recorte en el salario de los empleados municipales, entre otros aspectos de la emergencia económica, financiera y administrativa de la comuna.

Unas quinientas personas se concentraron en el veredón municipal, lugar donde también se desplegó la insignia nacional. En ese marco se destacó el compromiso y la capacidad de los trabajadores que se formaron para brindar un servicio de calidad y lograron el reconocimiento de la carrera hospitalaria.

En ese contexto, la licenciada Patricia Estanga -enfermera profesional- compartió el contenido de una carta de su autoría, que resulta un elocuente testimonio de la labor que desarrollan los empleados del Hospital Pintos de Azul.

La carta está dirigida al intendente Nelson Sombra y en ella Estanga expresa: "En la conferencia que ofreció ayer [por el lunes], se dejó entrever su desconocimiento hacia el trabajo de Enfermería (profesional, licenciado, auxiliar magister, etcétera).

"Y ese 'desconocer' (por no utilizar otra palabra que pueda resultar ofensiva), sumado a la falta de empatía hacia nuestra profesión, supongo, lo condujo a tomar tan injusta decisión.

"Y cuando digo injusta, paso a fundamentar por qué.

"Mi historia es esta; muy acotada, por cierto, como otras tantas que existen dentro del Pintos: hoy soy Profesional debido a que estudié y, concomitantemente, trabajé para pagar mis estudios. Y después de una larga lucha existió un gobierno que me reconoció como tal. Llevo cargados en la mochila más de veinte años en el Hospital [Pintos], en el área de cuidados críticos, sin contabilizar el tiempo ad honorem.

"Vi y vivencié mucho sufrimiento ajeno; madres llorando a sus hijos; padres arrodillados en el piso, implorando, rogando a Dios que se los devuelva... operativos de ablación... Terribles, muy tristes.

"Viví toda la Gripe A y todas las olas del Covid; y solamente falté a mis obligaciones porque contraje el virus.

"Tengo muchísimos muertos encima... bolsas negras cerradas, de vecinos que no se despidieron de sus familias.

"Incontables rotaciones, como pronaciones de pacientes (posición anatómica que beneficiaba en la oxigenación durante el padecimiento del Covid); procedimientos que dejaron su impronta en mi columna, como la suma de años de movilizar pacientes, además de trastornos del sueño, amenorreas infinitas... recuerdos con tintes claros y oscuros... traumas que dejó el Covid y el tiempo.

"¡Nos pusimos la pandemia al hombro, cuando nadie quería entrar a la Sala porque tenían miedo!

"Y hoy, después de un largo peregrinaje, resulta que mi profesión no vale, ¡me castiga!, desmereciéndome como tal, recortando mi sueldo, y sólo por pertenecer a Enfermería... ¿Por qué? Como si con ello fuera a solucionar la situación económica del municipio...

"Pero, esa es mi misión, el camino que me tocó transitar y voy a seguir adelante, sin miedo a empezar de nuevo. A pesar de la indiferencia y de las injusticias, tengo esperanza.

"No tengo ninguna función, no estoy afiliada a sindicatos.

"Señor Intendente: le ruego se asesore con gente sabia a la hora de tomar decisiones importantes. Los sabios construyen puentes, [en cambio otros] levantan muros.

"¿Ha levantado un muro para Enfermería...?

"Lo llamo a la reflexión. Y buscar otros caminos, alternativos, que los hay seguramente.

"Con el mayor de los respetos que su autoridad merece, le deseo una exitosa gestión. Voy a estar orando por ello. Que el Señor lo bendiga", concluye el testimonio de la licenciada Estanga.