"Entre el año 2000 y 2002 Oscar Mauricio Blanco, en reiteradas oportunidades, abusó sexualmente de su hermana..., quien en ese período tenía 10 y 11 años de edad", se menciona en las actuaciones penales con relación a los hechos que, desde este viernes que pasó, tienen detenido al considerado autor de aquel caso de abuso sexual: un enfermero de 39 años de edad que trabaja en el Shock Room del Hospital Pintos.

Tal lo que EL TIEMPO ya informara en su página web, anteayer en horas del mediodía una comisión policial de la Seccional Primera local se hizo presente en el centro asistencial municipal para hacer efectiva la medida cautelar para el ahora imputado.

La detención para el enfermero había sido solicitada por Karina Gennuso, la fiscal a cargo de la UFI 6 que lleva adelante la instrucción de esta causa penal desde agosto de 2019.

En aquel entonces, la mujer que figura como víctima recién pudo animarse a denunciar a su medio hermano por esas violaciones que ella sufriera años atrás, cuando era una nena.

A ese pedido para la detención de Blanco había dado lugar el magistrado Federico Barberena, quien desde el Juzgado de Garantías 2 a su cargo entiende en este sumario penal.

Más allá del tiempo transcurrido desde que aquellos hechos sucedieran, un dato fundamental surge en la instrucción de esta causa: del mismo modo que lo sostiene la Acusación, para el Juez garante la acción penal no está extinguida. Y sobre la base de esa conclusión, a la cual le dedicó un apartado en lo resuelto hace dos días, el magistrado a cargo de Garantías 2 ordenó la detención del enfermero.

Luego de que ayer fuera indagado y declarara, el acusado fue trasladado a la Subcomisaría de Chillar.

SECCIONAL PRIMERA AZUL/PBA

Las violaciones sufridas por la víctima han sido situadas como ocurridas, entre los ya mencionados años 2000 y 2002, en diferentes lugares.

"El primero de dichos abusos ocurrió en época de verano, cuando la niña tenía 10 años", se menciona en la investigación.

Específicamente, tuvo como escenario la habitación de una casa de esta ciudad donde vivía una abuela de Blanco.

En ese entonces, el encausado no hacía mucho que había cumplido la mayoría de edad. Y desde ese momento, cada vez que iba a visitar a su media hermana, comenzó a someterla sexualmente. Algo que -según lo que la propia víctima señalara en una charla mantenida con EL TIEMPO- se reiteró en al menos cinco veces más.

"La segunda ocasión tuvo lugar durante ese mismo verano" -se indica en la causa- del año 2000. Pero fue otra la casa donde el ahora detenido abusó de su media hermana.

Más hechos de similares características fueron situados como sucedidos posteriormente en una tercera vivienda, también de esta ciudad.

En sede judicial, al enfermero lo indagaron ayer por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo reiterado, el delito que le están imputando y por el que un día antes había resultado detenido.

Uno de los principales elementos valorados para considerarlo hasta el momento el responsable a título penal de ese ilícito se relaciona con lo que afirmara su media hermana una vez que lo denunció.

Según ella contó, para cuando Blanco la violaba ambos no vivían juntos; aunque aquellos hechos ocurrían cada vez que él iba a visitar a los familiares que ambos tienen en común.

"El causante, que posee una marcada diferencia de edad con la víctima, la convocaba indicándole que irían a jugar y culminaba por someterla a los abusos de mención", se señala en las actuaciones penales teniendo en cuenta lo declarado por la víctima; quien también señaló que en otras oportunidades Blanco le decía que "lo acompañe a realizar mandados" para después someterla sexualmente.

Como "un relevante indicio de autoría", aunque sin que posea rango de confesión, para ordenar la detención del acusado de estos abusos el Juez de Garantías tuvo en cuenta lo que el propio Blanco, en diferentes ocasiones, admitiera, luego que su media hermana revelara ante su entorno familiar lo que él le hacía cuando ella era una niña.

Al respecto, un familiar de la víctima declaró en sede judicial que en una oportunidad el enfermero reconoció la existencia de esos abusos.

"Éramos chicos, no sé por qué lo hice. Yo era una pajero y voy a tratar de llamar a (la víctima) para hablar", se menciona en la causa que ese testigo afirmó que el ahora detenido le dijo.

"Si bien en modo alguno posee un valor confesional, sí conforma un relevante indicio de autoría", escribió el magistrado Barberena en la resolución donde ordenó la medida de coerción para el enfermero.

Esa situación, además, fue corroborada por otro familiar de ambos protagonistas de este caso de abuso sexual, quien también había sido convocado a declarar como testigo en esta Investigación Penal Preparatoria.

En la indagatoria a la que ayer fuera sometido en los tribunales de Azul, a modo de un primer acto de defensa en esa causa penal por la que se encuentra detenido, Oscar Mauricio Blanco declaró, según señalaron voceros judiciales a EL TIEMPO.

EL DATO

Luego de haber permanecido transitoriamente alojado en la sede de la comisaría primera local no bien el pasado viernes fuera arrestado, tras la indagatoria de ayer el enfermero imputado por este caso de abuso sexual fue trasladado a la Subcomisaría de Chillar. El Juez de Garantías que ordenara su detención dispuso también que se tramite un cupo ante el Servicio Penitenciario Bonaerense, para que luego sea remitido a una cárcel de la zona, donde en el marco de esta causa que lo tiene como acusado deberá permanecer alojado bajo el llamado "Sistema de Alcaidías".

"Absoluta vigencia de la acción penal ejercida por la víctima"

Más allá de que los hechos materia de esta investigación sucedieron -según lo determinado hasta el momento- entre los años 2000 y 2002, época en que la presunta víctima era una nena; cuando anteayer el juez de Garantías Federico Barberena ordenó la detención del imputado por este caso de abuso sexual dedicó uno de los apartados de lo resuelto a explicar por qué la acción penal no estaba extinguida, independientemente del tiempo transcurrido hasta que en 2019 la mujer denunciara a su medio hermano y este caso se judicializara.

"Entiendo relevante... destacar la absoluta vigencia de la acción penal ejercida por la víctima a la luz de lo prescripto en el cuarto párrafo del artículo 67 del Código Penal", señaló en ese sentido el magistrado.

"Se suspende la prescripción mientras la víctima sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia -tal como sucedió en este caso- o ratifique la formulada por sus representantes legales durante la minoría de edad", indica el párrafo del artículo 67 al que hiciera alusión el titular de Garantías 2 para sostener que continuaba vigente la posibilidad de instar la acción penal en este caso.

El ilícito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo reiterado que le están imputando al enfermero Oscar Mauricio Blanco está previsto en el artículo 119 del Código Penal y contempla sanciones que van desde los ocho a los veinte años de prisión. Y ese artículo figura mencionado en el 67 del CP como uno de los cuales, por el tipo de delito al que alude, la acción penal no se extingue -más allá del tiempo transcurrido desde que el hecho sucediera- si se tienen en cuenta las especiales circunstancias ya mencionadas.

Tras referirse a las leyes que aludían a esta cuestión y a sus modificaciones, en el fallo el Juez puso especial énfasis en resaltar que en este caso en particular "resulta fundamental considerar que para la época de los hechos delictivos traídos a estudio (materia de imputación) se encontraban también vigentes los principios jurídicos fundamentales que motivaron la reforma de la norma".

"Ello así pues el Estado Argentino ya había adquirido, como Estado parte, en convenciones internacionales de rango constitucional -particularmente en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (entrada en vigencia el 03/05/95)-, el compromiso de actuar con la debida diligencia y adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, e incluir en su legislación interna la normativa y los procedimientos legales eficaces en relación a ese fin; incluyendo, entre otros, medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos", explicó.

"Asimismo -continuó señalando Barberena en lo dispuesto-, en la Convención sobre los Derechos del Niño (aprobada por Ley n° 23.849, sancionada el 27/09/1990 y promulgada el 16/10/1990) se estableció (art. 19) la adopción por los Estados partes de medidas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, malos tratos o explotación, incluyendo el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo; teniendo siempre en consideración primordial el atender el interés superior del niño".

"A la luz de las consideraciones efectuadas corresponde concluir que al tratarse la víctima de una menor de edad al momento del hecho delictivo -10 años-, la cual fue abusada sexualmente, no tuvo en su oportunidad acceso efectivo a la justicia, al menos hasta que pudo ejercer las acciones legales por sí misma, formulando la correspondiente denuncia dentro del plazo de prescripción que comenzó a correr a partir de que la misma cumplió los 18 años de edad; debiendo estarse también al Interés Superior del Niño (Convención sobre los Derechos del Niño) y todo lo relativo a la erradicación de la violencia contra la mujer (Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer)", puede leerse en otro tramo de la resolución que se tradujo en la detención del enfermero y presunto abusador.

EL TESTIMONIO DE LA VÍCTIMA

"Cargué muchísimos años con esto"

Captura de pantalla de un mensaje que la mujer que figura como víctima en esta causa le enviara a su hermano. Fue en 2019, meses antes a que lo denunciara.

"Hola, hace mucho no sé de vos. Espero que te acuerdes quién soy. Te recordé hace unos días, cuando llegó la Policía a la casa a sacar fotos del lugar donde por primera vez me cagaste la vida ¿Te acordás? Sí, no creo que te olvides de esas cosas. Y me dijeron que tenían que ir a los otros domicilios donde me seguiste cagando la vida ¿Te acordás? Sí, yo sé que sí. De la casa de tu abuela y de la de tu mamá no te vas a olvidar jamás. Yo tampoco me voy a olvidar jamás en la vida de esas cosas. A pesar de todo, estoy tranquila porque sé que a pesar de los años siguen moviendo la causa. Y yo estoy pidiéndole a Dios que te ponga donde te merecés. Yo sí quiero verte sentado de frente, en un juicio. Te digo que a ese día lo veo re cerca, te juro. Espero que Dios te dé lo que te merecés. Ni más ni menos. Espero no estés con miedo de saber que la vida también se encarga de devolver lo que uno da. Que Dios te ayude. Atentamente: tu víctima, de quien abusaste sexualmente con acceso carnal cuando era una nena de aproximadamente diez u once años. Te lo recuerdo por si te olvidaste. Pero yo sé que no. Esa suciedad no te la vas a sacar en tu vida".

El 8 de mayo pasado, la mujer que figura como víctima de este caso de abuso sexual le mandó ese mensaje a quien desde hace dos días está detenido, acusado de haberla violado en reiteradas oportunidades cuando ella era una nena.

Pero según le contó a EL TIEMPO, su medio hermano Oscar Mauricio Blanco -el enfermero que trabaja en el Hospital Pintos y actualmente tiene 39 años de edad- jamás le respondió.

"Cargué muchísimos años con esto. Recién en el año 2019 decidí contarles a mis viejos lo que me había pasado. Sabía que tenía un testigo: mi otro hermano, que tiene dos años más que yo. Lo mandé a llamar, le dije a mi mamá que él sabía lo que me había pasado con mi medio hermano. Ese día les conté. Ahí fue cuando empezó todo. Yo dije que les contaba para sacarme ese peso de encima que tanto había cargado. Después decidí hacer la denuncia" recuerda ella, ahora que tiene 30 años y ya es madre.

Después, al referirse al hombre que está detenido, afirma: "Él me dañó la vida. A esto lo sufrí muchísimo en mi adolescencia; y más cuando empecé a entender qué significaba lo que me había pasado. Cuando me hice de novio me cayó la ficha de lo grave que era lo que me había pasado. La denuncia la hice en agosto de 2019; y dos años después llegó el día que tanto esperaba".

El viernes 25 de junio de 2021 quedará marcado para ella como ese día en que el abusador de su infancia, su medio hermano, fue detenido.

"En total, fueron seis veces", recordó sobre aquellos hechos ocurridos cuando era una nena. "Y siempre era en forma de juego. Era un juego, me decía a mí", sostuvo sobre la manera en que el enfermero la violaba.

Con relación a aquellos abusos, indicó también que sucedían cuando su medio hermano, varios años más grande que ella, "me llevaba a hacer mandados".

"Uno de los casos fue en la casa donde vivíamos nosotros. Y otro, en la de mis abuelos", afirmó sobre los lugares donde había sido abusada. Los mismos inmuebles que, en el marco de esta investigación penal que desde anteayer tiene al imputado detenido, habían sido relevados tiempo atrás por personal policial, con el fin de colectar más pruebas para lo que sigue siendo la instrucción de este sumario penal que se lleva adelante desde la UFI 6 con sede en el Palacio de Justicia de Azul.

"Hoy en día no sé si tengo secuelas", admite la mujer sobre lo que padeciera siendo una niña y que recién pudo animarse a contar y denunciar hace dos años.

Aquella presentación la había hecho el 23 de agosto de 2019, en la Comisaría de la Mujer y la Familia con sede en la Avenida Perón de esta ciudad.

"Lo sufrí mucho -reconoce con relación a estos abusos siendo niña- cuando era adolescente, que pasaba noches sin dormir, tenía mucha rebeldía o vivía con tanto miedo que no salía ni al patio".

Finalmente, al ser consultada sobre qué significó para ella saber que su abusador estaba detenido, refirió: "Sentí una mezcla de emociones. Le pedía tanto a Dios que llegara este día que tanto esperé. Quería ver ese día donde él pagara como corresponde y que la Justicia actuara".

Después de haber hecho ella misma público el caso en las redes sociales, tras la denuncia que formulara en agosto de 2019 ahora confiesa que lo único que espera es que su medio hermano "simplemente pague el daño que me causó".

El delito de "abuso sexual con acceso carnal" que le están atribuyendo en carácter de autor al enfermero -en este caso agravado por dos circunstancias: el vínculo que existe entre ambos protagonistas de este caso y la reiteración de esos hechos a lo largo de unos dos años- contempla penas que van desde los ocho a los veinte años de prisión.