Por lo sucedido fueron presentadas dos denuncias en la Seccional Primera local de Policía y se iniciaron actuaciones penales que ahora están radicadas en una de las fiscalías con asiento en el Palacio de Justicia de Azul.

De acuerdo con lo informado a EL TIEMPO, una de esas denuncias data de ayer jueves y la hizo la referente barrial a la que le hackearon su WhatsApp. Su nombre es María de los Ángeles "Marita" Paso y tiene 56 años de edad.

A la otra, en tanto, la presentó en la comisaría primera local una de las mujeres estafadas, quien pensando que le estaba transfiriendo dinero a Paso hizo entrega de 25.000 pesos a los autores de esta maniobra delictiva.

En ese caso, engañada, la damnificada remitió ese monto de dinero a una cuenta bancaria, creyendo que se lo pedía a modo de préstamo la referente barrial para abonar parte del valor de la tarjeta de una supuesta cena.

Dos denuncias

Con relación a lo que "Marita" Paso refiriera en sede policial, pudo saberse que su cuenta de WhatsApp había sido hackeada este miércoles que pasó.

Aquel día, en horas de la mañana, por esa red social la vecina recibió un llamado -cuyo número tenía característica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- de un sujeto que se hizo pasar por un integrante del Ministerio de Salud.

Durante el diálogo que mantuvo con el estafador, Paso fue consultada por la cantidad de vacunas que se había dado en el marco de la pandemia por COVID.

Como no completó la totalidad de dosis, el delincuente le preguntó a la vecina si estaba dispuesta a darse las que le faltaban.

La mujer le respondió que no durante lo que, según le hicieron creer, era una encuesta.

A través de la charla que mantuvo por WhatsApp con uno de los autores de esta maniobra delictiva, ese sujeto le solicitó también el carnet donde quedaban asentadas las vacunas que una persona se iba dando contra el coronavirus.

La vecina respondió que no poseía dicho carnet, por lo que le ofrecieron gestionarlo a través de un código de seis dígitos que el mismo delincuente le facilitó.

Al digitar dicho código, con la excusa de que eso la iba a habilitar para que después fuera a retirar el carnet al hospital o a una unidad sanitaria, inmediatamente la damnificada por esta estafa perdió todo tipo de acceso a su cuenta de WhatsApp.

Para ese entonces, dicha cuenta ya había sido clonada y Paso inmediatamente supo que desde ese perfil trucho los autores de esta maniobra delictiva comenzaron a pedir dinero en nombre suyo a todos sus contactos.

Además, con la excusa de continuar con esa encuesta trucha, a la damnificada le pidieron que transfiriera dinero.

Pero ella se negó y cortó la llamada, al percibir que la situación ya se había tornado extremadamente sospechosa.

En la denuncia que hizo en sede policial refirió que a uno de quienes le llegó un mensaje solicitando dinero en su nombre había sido a su marido.

Mientras que varios de los contactos de Paso comenzaron a llamarla por teléfono para constatar si era cierto que ella estaba pidiendo plata, hubo otros que no lo hicieron. Y algunos de ellos se convirtieron en los estafados mediante esta modalidad.

La propia Paso dio cuenta en la denuncia que había tomado conocimiento de que al menos tres personas que figuran entre sus contactos -todas mujeres- fueron engañadas y remitieron dinero a los delincuentes creyendo que se lo estaban prestando a ella.

De esa manera, supo que a una vecina la habían estafado en diez mil pesos. Y que otra mujer conocida suya que está radicada en La Plata, mediante engaño también, hizo una transferencia por un valor de 190.000 pesos.

La otra denuncia que se recibió ayer jueves en sede policial en el marco de este hecho es de una de las damnificadas luego de que a Paso le fuera hackeada su cuenta de WhatsApp.

De 69 años de edad, según señaló el pasado miércoles por la noche recibió un mensaje en nombre de Paso proveniente de su cuenta de WhatsApp, que para ese entonces ya había sido clonada.

En esa comunicación le solicitaban 32.000 pesos, suma que ella creyó que la referente barrial le pedía a modo de préstamo para abonar una tarjeta por una supuesta cena que iba a hacerse próximamente.

A esa vecina le solicitaban también que remitiera el dinero mediante una transferencia bancaria; pero ella respondió que no contaba con toda esa cantidad de plata y que sólo podía enviar 25.000 pesos.

Los delincuentes le dijeron que sí, pero como la mujer no sabía transferir la plata como le pedían, instantes más tarde recibió por WhatsApp un llamado de un sujeto que le fue indicando cómo hacerlo.

Posteriormente constató que había sido engañada, ya que se comunicó por teléfono con Paso y esa vecina le dijo que ella no estaba pidiendo dinero y que, además, su cuenta de WhatsApp había sido hackeada.