El Departamento Médico del Club Boca Juniors agasajó al cirujano cardiovascular Marceo Nahin, quien utilizó sus redes sociales para agradecer este tributo.

"Muchas gracias al Dpto Médico del Club Boca Juniors y al Dr Guillermo Bortman por este reconocimiento en el Día Internacional del Trasplante de órganos y tejidos", escribió ayer el especialista azuleño que se encuentra radicado desde años en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Su historia con la medicina se inició a los 17 años, cuando inicia sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Durante el pregrado, desarrolló una intensa actividad docente en las materias de Anatomía y Farmacología. Se graduó de médico, con diploma de honor, el 20 de diciembre de 1991 a la edad de 23 años.

En 1992, ingresó a la Residencia de Cirugía General del Hospital Naval Buenos Aires, de 4 años de duración.

Cuatro años después, obtuvo por concurso el cargo de Jefe de Residentes de Cirugía General, de dicho nosocomio.

Durante ese año, fue elegido Presidente de la Asociación Argentina de Médicos Residentes de Cirugía General y además fundó la Revista Argentina de Médicos Residentes de Cirugía General, de la cual fue el primer Director y presidió el comité organizador del IX Congreso Argentino y Latinoamericano de Médicos Residentes de Cirugía General, que se llevó a cabo del 8 al 12 de abril de 1996, en el aula magna de la Facultad de Medicina de la U.B.A.

En 1997, ingresó a la residencia en Cirugía Cardiovascular del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, de 3 años de duración.

A fines de 1999, logró por concurso el cargo de Jefe de Residentes de Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro.

A mediados del año siguiente, poco antes de su muerte, el doctor René Favaloro le hizo entrega del certificado de Residencia completa y se convirtió en especialista en Cirugía Cardiovascular, en uno de los mejores centros del país, en esta especialidad.

En 2001 egresó de dicha Fundación y comenzó su actividad profesional en la ciudad de Buenos Aires, donde se desempeña como cirujano cardiovascular de staff del Instituto de Terapéutica Cardiovascular, que desarrolla sus actividades en el Instituto Quirúrgico del Callao. También desarrolla su profesión en otras instituciones, por ejemplo en el Hospital de Alta Complejidad en red "El Cruce", de Florencio Varela, como así también en otros nosocomios del país.

Su trayectoria profesional se vio reflejada varias veces en los medios nacionales, sobre todo cuando en 2016 fue nombrado por el INCUCAI, como Jefe de Trasplante Cardiaco de dicho hospital, donde actualmente realiza sus actividades. Otras notas contaron su desempeño cuando extrajo un clavo de ocho centímetros del corazón de un joven bonaerense o cuando buscó con desesperación a una paciente para hacerle una cirugía compleja y salvarle la vida. Respecto a esto último, Nahin advirtió que una mujer con un cuadro muy grave de tromboembolismo pulmonar crónico no se había operado. Se trataba de Mercedes Llanquinau, quien había llegado al hospital a finales de mayo de 2017 y había estado internada un mes. En ese entonces, le habían hablado de la necesidad de realizase la cirugía de tromboendarterectomía pulmonar, pero como tenía dos hijos pequeños, acordaron que volvería a su pueblo (ubicado a 10 horas del hospital El Cruce, ubicado en Florencio Varela), organizaría sus cosas y regresaría al mes para la cirugía. Sin embargo, nunca volvió.

Según recordó al Diario La Nación, Nahin llamó a los números de teléfono que figuraban en la historia clínica, pero ya no pertenecían a la mujer que estaba buscando. Entonces, decidió ubicarla a través de las redes sociales. Si bien no la encontró en Facebook, sí, en cambio, halló a otra mujer con el mismo apellido que Mercedes, oriunda de Pedro Luro y parecida a la foto de la historia clínica. Le escribió, pero no obtuvo respuesta. Entonces empezó a buscar uno por uno entre sus contactos para ver si tenían algún amigo en común.

"En Facebook apareció la hermana, le escribí, pero pasaron tres días y no contestó. Entonces me puse a analizar entre los amigos de ella y los de la hermana. Y así fue como, por medio de un conocido que apareció en esa lista, llegué a contactar a un enfermero Pedro Luro que, a su vez, conocía a Mercedes y me pasó su teléfono", agregó Nahin a dicho medio.

Cuando Nahin la llamó, lo atendió su hijo. Él le dijo "en este momento la estamos subiendo a la ambulancia". Llanquinau ya casi no podía respirar. Enseguida, el médico reconoció que se trataba de cianosis, la expresión de la falta de oxígeno, y que ella estaba muy grave.

Cortó con el hijo y llamó a la Unidad Coronaria del Hospital Penna, en Bahía Blanca, que fue el lugar hacia donde la iban a trasladar. Su llamado llegó antes que la paciente, que tenía que recorrer más de 100 kilómetros hasta allí. Lo atendió Cynthia Scarano, médica del equipo de cardiología que conocía a Llanquilao.

Cuando finalmente la estabilizaron, Nahin pudo hablar con ella por primera vez. "Cuando conversé con Nahin no podía creer lo que me decía. Me contó que me había buscado por todos lados. Yo estaba muy mal, muy deteriorada. Me había olvidado de lo que era respirar", relató Llanquilao a LA NACION.

El 23 de junio de 2021, Llanquilao viajó en ambulancia al Hospital El Cruce junto con otra paciente con la misma patología y con sus respectivos maridos. Ese día, se conocieron personalmente con Nahin.

En el hospital, Daniel Aimone, neumonólogo experto en esta enfermedad, la revisó y coordinó los estudios de rutina y la curación de las úlceras. Evaluaron si después de tanto tiempo, el corazón resistiría la cirugía y confirmaron que sí y, como el corazón lo permitía, acordaron tomarse el tiempo necesario para prepararse. Dos semanas después, la paciente regresó a su ciudad.

Recién el 21 de mayo de 2022 volvió a El Cruce. Repitieron toda la batería de estudios necesarios y los resultados arrojaron lo mismo que el año anterior: que tenía muchísimos trombos crónicos, pero que el corazón todavía tenía fuerzas para soportar la cirugía.

Y el 7 de junio a las 9 de la mañana, Nahin y su equipo comenzaron con la cirugía, que es uno de los procedimientos más complejos de la medicina. "Para poder sacar esos trombos hay que realizar dos paros circulatorios, eso quiere decir que le sacás toda la sangre al paciente. Para lograr eso y que no haya daño cerebral se la conecta a circulación extracorpórea y la sangre la llevás gradualmente a 20 grados. En ese momento se alcanza la denominada hipotermia profunda. Una vez que se quitan los trombos, hay que llevar la sangre nuevamente a 37 grados. La cirugía salió muy bien y duró cerca de nueve horas ", concluyó Nahin.