En la causa penal que se está llevando adelante se menciona que las dos jóvenes y el hombre que habían sido detenidos en esta ciudad el pasado 24 de octubre "se dedicaron en forma organizada", al menos desde mayo de este año, "a la comercialización de estupefacientes del tipo clorhidrato de cocaína y marihuana en dosis fraccionadas destinadas directamente al consumidor".

Cuando efectivos de la Delegación Azul de la Policía Federal arrestaron aquel sábado ya referido a los tres, en las casas de esta ciudad donde se domicilian ambas mujeres se habían hallado e incautado, en total, más de dos kilos de marihuana.

Ahora, mientras actualmente permanecen alojados en establecimientos carcelarios, en primera instancia la Jueza de Garantías que entiende en esta causa penal -que se tramita desde la UFI 22 con asiento en el Palacio de Justicia local- les dictó a los tres imputados la prisión preventiva.

Voceros allegados a este sumario que se instruye desde la Fiscalía a cargo de Lucas Moyano habían identificado a las mujeres que están presas como Johanna Belén Ocanto -una azuleña que tiene 28 años de edad- y Araceli Elizabeth Otegui, de 25 años, nacida en La Plata y con actual domicilio en Azul.

Ese mismo 24 de octubre que pasó había sido detenido el hombre al que ahora, en esta primera instancia, también le fue dictada la prisión preventiva. Se llama Néstor Eduardo Scaserra, es oriundo de Azul, lo apodan "Lalo" y tiene 56 años.

En el caso de las mujeres, sus detenciones fueron convertidas en prisiones preventivas por Magdalena Forbes, la magistrada a cargo del Juzgado de Garantías 1, como las "probables" autoras de los delitos de tenencia ilegítima de estupefacientes con fines de comercialización en dosis fraccionadas destinadas al consumidor en concurso ideal con comercialización de estupefacientes agravado por la participación de tres personas.

Al hombre, en tanto, la misma Jueza le dictó la prisión preventiva como el autor -"prima facie"- sólo del delito de comercialización de estupefacientes agravado por la participación de tres personas.

Allanamientos y detenciones

Los allanamientos que el mes pasado derivaron en las detenciones de los tres imputados por esta infracción a la Ley 23.737 habían sido dispuestos por la magistrada que ahora les dictó las prisiones preventivas.

Cuando Araceli Otegui fue arrestada aquel sábado por policías de la Federal, durante el allanamiento realizado en su casa de la calle Avendaño de este medio los efectivos de seguridad constataron que en su poder tenía, "con fines de comercialización en dosis fraccionadas", más de un kilo de marihuana.

Específicamente, según se detalla en las actuaciones, "un mil trescientos sesenta y dos gramos" de esa sustancia vegetal estupefaciente, droga que en su totalidad fue hallada en una de las habitaciones de la casa donde este allanamiento se llevó a cabo.

Dinero en efectivo, dos teléfonos celulares, plantines de marihuana, un picador y una balanza -elementos que estarían relacionados con la venta al menudeo de la droga- también se secuestraron aquel día durante este procedimiento que se tradujo en la detención de la mujer.

A fines del año pasado, esa misma mujer había resultado aprehendida en el marco de otra causa penal vinculada también con la venta de drogas bajo la modalidad conocida como "narcomenudeo".

Johanna Ocanto, la otra joven a la que ahora le fue dictada la prisión preventiva por esta infracción a la llamada Ley de Drogas, cumplía arresto domiciliario en su casa por la presunta comisión de un intento de homicidio cuando también resultara detenida ese ya referido sábado 24 de octubre.

En el allanamiento que personal policial hiciera en ese inmueble donde vive, ubicado en Avenida Madres de Plaza de Mayo y Ruta 51, en su poder se incautaron 854 gramos de marihuana que estaban dentro de un placard "en dos envoltorios de color negro", según se describe en las actuaciones penales.

A esa joven, además, le secuestraron cinco teléfonos celulares y más de 14000 pesos.

Situada sobre la calle Roca de Villa Fidelidad, en la casa donde Scaserra vive no se hallaron estupefacientes cuando la Policía lo detuvo el mes pasado.

Sí se incautó un revólver que estaba desarmado y no apto para su utilización. Y también, como elementos relacionados con la investigación penal por la que ahora le ha sido dictada la prisión preventiva, más de 16.000 pesos y un teléfono celular.

Precisamente, a través de intervenciones dispuestas desde la Justicia a los teléfonos de los acusados surgieron escuchas que los relacionan a los tres con la venta de drogas al menudeo.

En esa supuesta red de comercialización de estupefacientes figura también investigado un azuleño llamado Carlos José María Cano.

Aquel 24 de octubre que pasó, estaba preso en la cárcel de Urdampilleta, penal donde fue allanada la celda que ocupaba e incautado un teléfono móvil.

Ninguno de los tres detenidos en estos allanamientos llevados a cabo en octubre pasado en Azul había declarado cuando fue llevado a tribunales para ser indagado por el Fiscal que días atrás solicitara el dictado de estas prisiones preventivas, el pedido al que la Jueza de Garantías diera lugar al analizar las pruebas reunidas hasta el momento en esta investigación penal.

A modo de conclusión, la jueza Forbes señaló que "los tres imputados acordaron la comercialización de sustancias estupefacientes".

"Incluso, en el caso de Otegui y Ocanto se encontró en sus domicilios gran cantidad de esas sustancias, lo que a su vez hace que respecto de ellas pueda imputarse también la figura de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, lo que es conteste con todas las conversaciones telefónicas", puede leerse en lo dispuesto.

"En definitiva -agregó la titular de Garantías 1 al dictarles las prisiones preventivas a las jóvenes- se ha justificado que las imputadas mencionadas tenían en su poder una cantidad muy importante de sustancia ilícita (marihuana), encontrando también recortes de nylon, lo que, aunado con las demás probanzas (conversaciones telefónicas) permiten concluir que se encontraban destinadas al consumidor, dejando evidenciada la ultrafinalidad típica reclamada por los delitos en trato".

En cuanto a la situación de Scaserra, para dictarle también la prisión preventiva la jueza Forbes señaló: "No es dable adjudicarle una conducta de tenencia cuando, en rigor, al ser efectuado el allanamiento en su morada no fue encontrada sustancia ilegal alguna"; aunque esa circunstancia no implicaba desconocer "que es evidente su accionar dentro de esa organización conformada con las otras dos imputadas, por lo que sí le cabe la imputación por comercialización de estupefacientes".

"Para así concluir se tienen puntualmente en consideración no sólo las constancias de movimientos desarrollados por el encartado, que funcionarios policiales describen como 'pasamanos'", sino también las escuchas a su teléfono, "de las que puntualmente se advierte la comisión por parte de Scaserra de la conducta que se subsume en el tipo penal de comercialización de estupefacientes".

"La vinculación de los tres imputados viene claramente dada por estas conversaciones que mantienen, en las que se advierte que Scaserra interviene activamente en la organización de la comercialización pero que no quiere tener la mercadería en su vivienda; circunstancia que, al parecer, ningún prurito tenían Ocanto y Otegui", afirmó la magistrada en otro tramo de lo dispuesto, que se tradujo en el dictado de las prisiones preventivas para los tres encausados.

EL DATO

El martes que pasó, después de que desde el 24 de octubre, cuando fueron detenidas, habían permanecido alojadas en la Delegación Azul de la Policía Federal Argentina, a Johanna Belén Ocanto y Araceli Elizabeth Otegui las trasladaron a la Unidad 52, la cárcel de mujeres del SPB con asiento en esta ciudad. En tanto, en la resolución donde también le fuera dictada la prisión preventiva a Néstor Eduardo Scaserra por esta infracción a la Ley 23.737 la jueza de Garantías Magdalena Forbes había ordenado su traslado desde la Unidad 2 de Sierra Chica a la Unidad 7 de Azul.

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