Por lo que a escala penal es considerado un intento de homicidio que se relaciona con un episodio sucedido en junio del año pasado en Villa Fidelidad, los tres presuntos autores que tiene aquel hecho, quienes actualmente están presos, serán juzgados.

Según señalaron ayer voceros judiciales a EL TIEMPO, la elevación a juicio de esa causa fue confirmada recientemente desde la Cámara Penal de Azul.

Además, el máximo Tribunal de Alzada departamental ratificó la denegación de un pedido de morigeración de prisión para uno de los imputados. Una medida que en primera instancia, al igual que esa otra que dispusiera la realización de este debate, fuera ordenada por el Juez de Garantías que intervino durante lo que había sido la instrucción de este sumario, tramitado desde una de las fiscalías con asiento en el Palacio de Justicia de Azul.

Elías Facundo Sotes, un joven que tiene 26 años de edad; otro de 24 identificado como Leonardo Pedernera y un hombre llamado Fernando Nahuel Imaz (31) figuran como imputados en esta investigación penal que, en una fecha todavía no confirmada, se convertirá en materia de un juicio.

Actualmente los tres permanecen alojados en la Unidad 7, la cárcel de varones del SPB con asiento en Azul, luego de que en junio del año pasado resultaran detenidos tres días después a sucedido el hecho que se les atribuye, configurativo de un homicidio simple en grado de tentativa.

Los jueces Carlos Pagliere (h) y Alejandra Raverta integraron la Cámara Penal para ratificar, el miércoles de la semana que pasó, la elevación a juicio de esta causa, cuya instrucción había llevado adelante el fiscal Marcelo Fernández desde la UFI 1.

Meses atrás Federico Barberena -el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2- había rechazado un pedido de sobreseimiento para los encausados y, en consecuencia, ordenó la elevación a debate de este expediente penal, la decisión confirmada hace seis días desde el máximo Tribunal de Alzada departamental.

Lo dispuesto ahora fue en respuesta a un recurso de apelación que presentara, en su carácter de defensor Particular de Fernando Nahuel Imaz, el abogado Fernando Santomauro. Una solicitud a través de la cual, sin que tampoco prosperara en esta segunda instancia, volvió a pedir que su cliente fuera sobreseído de este intento de homicidio que, al igual que a Sotes y Pedernera, le están imputando.

Lo golpearon y quisieronahorcar con una campera

Ese hecho que ahora se confirmó que será materia de un juicio sucedió durante las primeras horas del 4 de junio del año pasado, cuando varias personas se habían juntado a cenar en la casa de Sotes, uno de los imputados.

Víctima de aquel intento de homicidio resultó un varón llamado Nazareno Reyes, quien durante lo ocurrido sufrió diferentes lesiones.

De acuerdo con lo investigado, los ahora procesados intentaron matar al joven. Para eso, lo atacaron a golpes y quisieron ahorcarlo con una campera.

En Villa Fidelidad, una casa situada sobre la calle 9 de Julio entre Comandante Franco y Laprida había sido el lugar donde este incidente se produjo.

La situación tuvo su origen cuando Reyes, estando en esa vivienda, le reclamó a Pedernera -uno de los imputados- que le devolviera su bicicleta, rodado en el cual aquel día el joven llegó hasta el inmueble donde vive Sotes y dejó estacionado en el patio.

En ese entonces se inició entre ambos una discusión y luego Imaz llevó a Reyes a empujones hasta el patio, donde comenzó a darle patadas y trompadas.

Según lo que después la víctima declarara, mientras eso sucedía Sotes quiso ahorcarla con una campera, al tomarla del cuello desde atrás y provocar que cayera al piso.

"En ese instante -se mencionaba también en la causa- se sumó Leonardo Pedernera y entre los tres le aplicaran más golpes de puños y patadas" a Reyes en su cuerpo, la cabeza y el rostro. Además, le gritaban que iban a matarlo.

Otras personas que aquel día estaban en la casa y presenciaron lo sucedido ayudaron a la víctima, para evitar que continuaran atacándola.

De esa manera, lograron sacar al joven a la calle, lugar donde los tres procesados -"con el fin de lograr su cometido homicida", según se señala también desde la imputación- siguieron golpeándolo.

Finalmente, Reyes logró escaparse y refugiarse en la casa de su abuela, ubicada en cercanías al inmueble donde se produjo este hecho, que también motivó que personal policial fuera convocado para intervenir en lo sucedido.

Las lesiones que sufrió el joven, y que hicieron que tuviera que concurrir al hospital para ser asistido, estuvieron localizadas -fundamentalmente- en su rostro. Entre ellas, se mencionó una "fractura en los huesos propios de la nariz con ligero desplazamiento de los fragmentos óseos".

Además, en la denuncia que realizara por ese hecho que lo tuvo como víctima, Reyes afirmó que constató los faltantes de su bicicleta, una campera y un teléfono celular cuando fue atacado.

Los tres procesados por este intento de homicidio habían sido detenidos el 7 de junio del año pasado, cuando la Policía allanara las casas donde viven.

Desde ese entonces permanecen privados de la libertad, a la espera del juicio al que, según lo que se confirmó días atrás, deberán ser sometidos en uno de los tribunales orales con sede en el Palacio de Justicia local.

EL DATO

El viernes pasado, dos días después a que se confirmara la elevación a juicio de esta causa, la Cámara Penal también ratificó la decisión que en primera instancia había denegado para Fernando Nahuel Imaz una morigeración de su prisión preventiva. Desde el Tribunal de Alzada, la "situación económica familiar" que esgrimía su abogado para que le otorgaran dicho beneficio a uno de los tres acusados de este intento de homicidio no fue considerada como una circunstancia válida para revocarle la medida de coerción. Para pronunciarse por la negativa a ese pedido, los jueces tuvieron en cuenta también que aún persisten los peligros procesales por los cuales le había sido dictada su prisión preventiva. El tiempo que lleva privado de la libertad y el delito que le están imputando se valoraron como aspectos que derivaron en el rechazo de la solicitud para que al ahora procesado le fuera otorgada una medida alternativa a esa otra por la cual sigue en la cárcel.