Tan mal no estamos. Cuando vemos que el presidente de la primera potencia del mundo, luego de haber perdido en las elecciones presidenciales, está atrincherado en su despacho en la Casa Blanca negando con cualquier tipo de artilugios su rotunda derrota, llegamos a la conclusión que en Argentina tan mal no estamos.

La actitud del presidente de EEUU Donald Trump es la típica postura kirchnerista, de querer aferrarse al poder como sea, no largarlo de ninguna manera y negar absolutamente la derrota. Trump está como Néstor Kirchner en 2009 y Cristina Fernández en 2015 donde no aceptaban la derrota, no admitían que otro hubiera triunfado, no entendía que en eso se basa la democracia, es decir, en el juego que los ciudadanos votan cada dos años a las personas y los partidos que quieren que los gobiernen.

Cuando en diciembre de 2015 la presidente saliente Fernández de Kirchner no quiso asistir al acto de traspaso de los atributos presidenciales, negándose a entregar el bastón de mando y la banda al presidente entrante (Macri) nos parecía que era una actitud propia de una democracia nueva, joven, y de alguien que no aceptaba la derrota. Hoy vemos que Cristina es igual a Trump; o Trump igual a Cristina, para aquellos seguidores que la consideran una visionaria.

Lamentablemente todo esto lo único que demuestra es que hay una degradación muy grande en todas las instituciones y esto se está dando en todos los países del mundo.- El justicialismo ahora quiere iniciar un relato en el cual -dicen- que coinciden filosóficamente con el presidente electo Biden. Pero en las actitudes republicanas que deben primar en cualquier mandatario, las conductas de varios de sus dirigentes se parecen mucho más a la prepotencia, la soberbia y la altanería con la cual Trump ejerció el poder en Estados Unidos. El pueblo norteamericano castigó esa conducta y le negó la reelección al presidente, entendiendo que en un sistema republicano fuerte y sólido, la alternancia del cargo no afecta al desarrollo integral del país.

Ojalá que en Argentina vayamos aprendiendo estas cuestiones; y que el tiempo también nos enseñe a vivir una plena democracia.

Unión Cívica Radical de Azul

Por más y mejor democracia