Identificado como Alejandro Jorge Ausello, oriundo de Córdoba capital y de 62 años de edad, la pena para el considerado autor de este caso de abuso sexual había sido anunciada el miércoles de la semana anterior, en el marco de un juicio con jurados que se desarrolló en los tribunales de Azul. Y aquel mismo día, además, desde el Tribunal Oral en lo Criminal número 2 la magistrada Alejandra Raverta ordenó su detención, teniendo en cuenta un pedido que durante la audiencia de cesura de este proceso hiciera David Carballo, quien en el debate representó al Ministerio Público Fiscal.

Precisamente, el monto de la pena impuesto en esta primera instancia al encausado se convirtió en la circunstancia valorada por la Jueza para ordenar la medida cautelar.

Al respecto, Raverta concluyó que esos doce años de prisión que le dictara en este proceso a modo de condena al hombre se convertían en una circunstancia que podría evidenciar de su parte "un alto índice de probabilidad de peligro cierto de frustración del proceso", tal como actualmente viene sucediendo al continuar evadido.

Al juicio llegó en libertad y ahora está prófugo

Alejandro Jorge Ausello había llegado en libertad a este juicio donde resultó condenado.

El pasado día 11 del corriente mes, el jurado que intervino en el debate lo declaró "culpable" de haber abusado de una nena, a través de hechos sucedidos mientras era el Director de un hogar infantil donde la víctima estaba alojada, en la vecina ciudad de Benito Juárez.

Contando con once votos afirmativos, los ciudadanos declararon al encausado autor de dos episodios de abuso sexual en perjuicio de la menor. Según quedó probado, ambos hechos sucedieron entre los meses de enero y septiembre de 2019, cuando la chica tenía ocho años de edad y estaba alojada en ese hogar con sede en Benito Juárez que dirigía el hombre que sigue prófugo.

Cuando el miércoles de la semana pasada se conoció que era condenado a doce años de prisión, a través de lo resuelto Ausello fue declarado autor del delito de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser cometido por una persona encargada de la guarda o educación y contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente con la misma".

La calificación penal otorgada a los hechos materia de este proceso surgió de lo que el jurado concluyera en ese veredicto de culpabilidad que, por mayoría, diera a conocer para el encausado seis días antes de que terminara siendo sentenciado a los mencionados doce años de prisión.

En sintonía con lo afirmado por el Fiscal que intervino en el debate, el jurado de civiles dio por demostrado que el hombre oriundo de la provincia de Córdoba abusó "en al menos dos oportunidades" de la nena que estaba a su cargo en ese hogar para menores que dirigía en Benito Juárez.

Dichos abusos consistieron en que le tocara sus partes íntimas, en que la desnudara y le exhibiera y apoyara sus genitales. Un accionar que fue considerado como "un sometimiento gravemente ultrajante" para la menor.

Además, en lo resuelto se menciona que el ahora prófugo desarrolló esas conductas de índole sexual aprovechando que era "el encargado de la guarda o educación" de la nena y también "la situación de convivencia preexistente" con ella, considerando que se trataba del Director del hogar donde la víctima estaba alojada.

Ya no está "a derecho"

María Florencia Alaniz intervino en este juicio con jurados como defensora Particular del hombre que sigue prófugo.

En su alegato final, esa abogada afirmó que las pruebas aportadas desde la Acusación no servían para acreditar la existencia de los abusos por los cuales su cliente terminó siendo sentenciado a doce años de cárcel.

Para el caso de que fuera declarado "culpable", tal como finalmente sucedió, pidió también que los abusos en perjuicio de la menor por parte de su defendido no se consideraran "gravemente ultrajantes"; y que se encuadraran a escala penal bajo la figura de un "abuso sexual simple".

Pero esos planteos de la Defensa Particular del cordobés que sigue evadido de la justicia no prosperaron; aunque su abogada logró que al hombre lo declararan "no culpable" de otro hecho que también le imputaron en este proceso, consistente en supuestas amenazas que le habría hecho a una mujer el 9 de mayo de 2020, cuando la llamó por teléfono.

Además, la Defensa Particular del cordobés había manifestado su oposición a que resultara detenido, argumentando para ello que su cliente "se mantuvo a derecho durante toda la investigación".

Pero la Jueza del TOC 2 rechazó esa postura, al considerar que ahora que resultó condenado la actitud de Ausello ha cambiado, teniendo en cuenta que se encuentra prófugo y que, hasta que se conociera dicha sanción para él, "las consecuencias que podría acarrearle la causa se presentaban como algo lejano y eventual".

"Sin embargo, ahora al saber la amenaza de una elevada pena de prisión" eso hacía presumir "que pueden cambiar sus actitudes". Algo que ha quedado de manifiesto teniendo en cuenta que, al menos hasta este lunes, el abusador de la nena continuaba en carácter de evadido y con una orden todavía vigente para que su detención se haga efectiva.

La falta de antecedentes penales hasta el momento del encausado y "el buen concepto que dieron del mismo" algunos de los testigos que pasaron por este juicio fueron valoradas como circunstancias atenuantes a la sanción que recibiera.

En tanto, como agravantes la jueza Raverta consideró para Ausello la conducta desarrollada al momento de cometer los abusos y "la corta de la víctima", ya que con ocho años de edad esa menor evidenciaba una "madurez mental" que "no le permitía comprender el significado orgánico del acto sexual para prestar un consentimiento válido".

También la magistrada azuleña tuvo en cuenta para ese hombre al que condenó y ordenó su detención "el estado de vulnerabilidad" en que se encontraba la niña "debido a la medida de abrigo que recaía sobre ella". Una decisión que la tenía alojada en ese hogar que dirigía el cordobés que la sometió sexualmente en dos ocasiones y ahora está prófugo.