Esteban Ignacio "Nacho" Sánchez tiene 27 años recién cumplidos y pese a haber nacido con una malformación en su columna -que no le ha permitido caminar-, nada le fue de obstáculo para tener una vida completamente normal, incluso dedicarse considerablemente a los deportes como lo suele hacer. Ha hecho danza, y ahora atletismo, natación y fútbol, incluso en atletismo obtuvo premios en la ciudad de Mar del Plata. Tiene un trabajo estable aunque gracias a una moto que se pudo comprar con la ayuda de sus papás, pudo "cadetear" en algún momento.

Tampoco la vida de Nacho es color de rosa, tiene limitaciones pero no voluntarias o por lo menos no por él, sino por las malas condiciones en las que se encuentran las calles, por la falta de rampas y hasta se ha caído en la vereda y aunque no es lo que suele ocurrir, la gente mira para otro lado.

Un poco de la historia de este joven que no tiene 30 años y que es un ejemplo de lucha, esfuerzo, constancia y superación.

"Siempre tuve el apoyo de mi familia"

En principio Nacho explicó que "tengo esta discapacidad desde el día en que nací así que es mi estilo de vida, pero siempre tuve el apoyo de mi familia".

Sobre su infancia comentó que "de chico utilicé un tiempo andador y después llegó la silla de ruedas desde los 8 años. Desde que tengo recuerdo que manejé solo, es decir fui a la escuela Nro. 2 donde hice el primario y el secundario en la Técnica a la noche y concurrí a escuelas especiales como Cadral, 502 y fui a la escuela 27".

Sobre su sufrió discriminación apuntó que no, "me fue bastante bien en mi etapa escolar".

Acerca de su paso por la danza, bailó en Diversos con Laura Juárez, cuya experiencia mencionó que "fue muy linda, era un grupo lindo de gente".

Y actualmente "estoy haciendo atletismo, fútbol, tenis, natación.

Competí y gané en Mar del Plata, tengo algunas medallas en primero y segundo puesto en velocidad. En natación también gané pero me dediqué más al atletismo".

Agradece infinitamente a la Profesora de Educación Física Florencia Camerini de quien aprendió todo lo que sabe.

Con relación a sus trabajos, "empecé a trabajar de cadete gracias a que mis papás me pudieron hacer la moto, así que trabajé y me fue bien".

"Es complicado Azul"

Consultado a la realidad en Azul cuando trabajó de cadete o quiso salir a algún lado con amigos, advirtió que "es complicado Azul porque las calles no tienen las mejores condiciones, faltan rampas en las esquinas, hay autos en las rampas que nadie controla, y hay escasez de señalización".

Amplió "en algunos lugares me ha tocado que no he podido subir porque no hay rampas".

Ahora corre con mejor suerte ya que ingresó a trabajar a la Municipalidad hace un año, al área de Ingresos Públicos.

"Estoy muy contento con este trabajo porque es blanco y me gusta lo que hago", sostuvo.

Continuó relatando sobre su realidad "la verdad es que salgo muy poco porque los lugares no están adaptados, no hay rampas, es decir puedo estar afuera tomando algo pero si hace frío o si quiero estar adentro no puedo".

"Me pasó que hace poco me caí en la vereda en pleno centro sobre calle San Martín y me tuve que levantar solo porque nadie me ayudaba. No es lo que ocurre habitualmente, la gente -por lo general- ayuda", señaló.

"Y con respecto a los boliches me gustaría que los adapten para gente que está en silla de ruedas".

Contó más sobre su experiencia porque tiene amigos que transitan la vida igual que él, "cuando nos reunimos a veces charlamos estos temas, aunque no renegamos sino que hablamos por donde tenemos que ir y por donde no, entre otras cuestiones".

Acerca de si es conciente de todo lo que logra a diario, expresó que "no, siento que tuve el incentivo de mis papás, me gustan los deportes pero no me comparo con otra gente, lo veo, pero no le doy importancia. Busco superarme a diario".

Sobre qué cuestiones tiene pendientes en su vida, sostuvo que "comprarme un auto para poder manejar y algún día independizarme de mis papás, quien dice que podría tener mi casa propia pero en general estoy conforme con mi vida. También voy al gym, al cine fui dos veces pero tampoco tiene rampas así que me tuvieron que ayudar, al Teatro Español sí puedo entrar... depende cada lugar".