El secretario de Gobierno municipal Pedro Sottile afirmó que "es más probable que Hernán [Bertellys] vuelva con cualquier otra persona antes que con Vieyra". Confirmó que "no sabemos ni quiénes son los afiliados" al partido "Nuevo Azul" (NA), por lo que se inició la creación de uno nuevo, denominado "Por Azul", con miras a la candidatura para un tercer período municipal del actual intendente.

El funcionario admitió que se adoptó la decisión de conformar un nuevo partido, ya que "lo que nos pasó es que no contamos con los libros del partido [Nuevo Azul], que están en poder de Lucrecia Egger", presidenta de NA y esposa de Vieyra. "Ella se llevó los libros. No tenemos ni siquiera el listado de afiliados".

En al ámbito del municipio, tras la salida del ex jefe de gabinete, "hemos logrado cambiar el aire", afirmó Sottile, al tiempo que admitió que "Azul es una ciudad cara" como consecuencia del "crecimiento descontrolado que ha tenido", en términos urbanísticos.

Cree que las tasas municipales deben aumentar más del 100% el año próximo y que existen dos temas "urgentes" en la agenda del Ejecutivo: resolver "la situación de la gente de chacra de Bruno y Socoa" y "mantener las calles de tierra".

Sottile recibió a EL TIEMPO en su despacho, para la siguiente entrevista:

- ¿Cómo se lleva con el cargo de secretario de Gobierno, luego de tantos años en el legislativo?

- No me pesa en absoluto, aunque es una responsabilidad muy grande. Hernán está mucho más cómodo también. Nuestro diálogo es permanente.

- Aunque no hubo transición...

- Fue una transición conflictiva, una transición no ordenada. Fue imprevista. El cambio tan abrupto generó una especie de "juego de lealtades". Algo así como "vos era del riñón de...", entonces te miraban de reojo, o "vos no, porque eras del riñón del otro...". "¿Yo me quedaré, no me quedaré?". Una sensación de inestabilidad por parte de los empleados y de los funcionarios, que no sabían "qué iba a pasar conmigo" porque, por ejemplo, "yo era el que le traía el diario a Alejandro [Vieyra]. Ahora, ¿qué va a pasar conmigo?". "¿Sigo? ¿Me mandan a otro lado?". Y los funcionarios, ni hablar, que están en un cargo político y algunos que estaban muy vinculados a Alejandro también, toda esa situación de inestabilidad se vio traducida en temores, en dudas. Por suerte o, en realidad, porque es una forma de pensar, Hernán dijo "no se echa a nadie. Todos van a poder seguir trabajando. El que trabaja, va a seguir pudiendo trabajar y podrá demostrar lo que tiene para dar". O sea, nunca fue la idea hacer una "cacería de brujas", como se pudo pensar en algún momento. Aquí [en el edificio municipal] corre mucho "rumor de pasillo", permanentemente. Ante una situación así, eso se vio muy exacerbado. Las dos funcionarias que se van, en realidad presentaron la renuncia. Ibarra y Belocq. Pero la idea de Hernán era que no se fuera nadie.

- En algún momento Bertellys dijo que se iba a achicar la planta, a reducir su gabinete...

- Claro, achicar la planta de funcionarios, pero no despidiéndolos. Buscamos funcionarios que fueran empleados municipales. No dejar gente sin trabajo.

- El presupuesto tiene un incremento del 100%...

-Sí, supera los 10.000 millones de pesos.

Sottile: "Siempre me definí como bertellysta". FOTO NACHO CORRREA

- ¿Hay una previsión inflacionaria al calcular ese monto para el año próximo?

- Sí, previsiones en medio de una imprevisibilidad. Sumado a esta inestabilidad política, por llamarla de alguna forma, se produce en el momento en el que estábamos en paritarias con el sindicato, y armando el presupuesto 2023 para elevarlo al Concejo Deliberante, y un municipio que tenía que seguir funcionando. Fue una dinámica muy intensa acá en la oficina.

- ¿En ese presupuesto se fortalece económicamente alguna de las áreas que antes no?

- En general, está atravesado por todo lo que tenga que ver con políticas de género. Todas las áreas van a tener algún componente relacionado con políticas de género. Eso tiene que ver con un cambio político en el presupuesto. El resto son incrementos que tienen que ver puramente con la cuestión económico-financiera e inflacionaria. Las áreas cuentan con lo mismo. Eventualmente se verá cómo calza este presupuesto el año que viene, en virtud de la incertidumbre.

- Un año que será electoral y con la creación de un nuevo partido...

- Sí, estamos gestando el nuevo partido, que se va a llamar "Por Azul". Estamos juntando avales, con los trámites lógicos de esto.

- ¿Un partido con la misma esencia? Porque cambia el nombre como consecuencia del conflicto con Vieyra...

- En realidad lo que nos pasó es que no contamos con los libros del partido, que están en poder de Lucrecia [Egger, esposa de Alejandro Vieyra], que es la presidenta. Ella se llevó los libros. No tenemos ni siquiera el listado de afiliados

- Observé que el local de "Nuevo Azul" está desactivado...

- Sí, lo desactivaron. Si bien quedó como un cascarón vacío "Nuevo Azul", hoy por hoy, no sabemos ni quiénes son los afiliados, así que no siquiera podemos plantear "vamos a desafiliarnos". Pero, ¿quién está afiliado? Bueno, no sabemos quién está afiliado. En mi caso sí, me afilié, pero otros no sé; es un trabajo de uno por uno. Por eso recurrimos a la Junta Electoral y empezamos con un partido nuevo, afiliados a ese nuevo partido y automáticamente se genera la desafiliación al otro. Ya tenemos la carta orgánica, la junta promotora y el estatuto del partido.

- Además ya se definió el Concejo...

- Claro, algo que no hicimos antes porque no sabíamos que iba a venir Alejandro [Vieyra, a asumir su banca de concejal]. Es una situación de lo más atípica: tenés un montón de gente afiliado al partido "Nuevo Azul" al que, por decirlo de alguna manera, espiritualmente no pertenecemos. Ya no. Dejó de ser nuestro partido.

- La situación en el Concejo, ahora con el bloque propiamente oficialista reducido a dos concejales, la desvinculación del Pro del interbloque y el unibloque en el que quedó Vieyra, ¿puede llegar a complicar al Ejecutivo a la hora de presentar sus iniciativas? ¿Los preocupa?

- No, no nos cambia nada. Nosotros no teníamos mayoría; tampoco en las comisiones, con lo cual al no tener tres firmas en las comisiones no podíamos sacar ningún tema. Así que, a los fines prácticos, no nos modifica absolutamente nada. Es un concejal menos, una voz menos.

- ¿No cree que Vieyra les traerá un dolor de cabeza allí?

- No, es una voz menos. Tampoco ha ido a trabajar a las comisiones; no se ha acercado a integrar las comisiones, ver los expedientes y trabajar allí. No ha tenido una actividad legislativa, en absoluto.

- ¿No hay preocupación en el intendente por lo que pueda hacer Vieyra desde el Concejo?

- Creo que, a Hernán al igual que a mí, nos tiene totalmente sin cuidado. Entendemos que eso pertenece al pasado, es una etapa superada y lo que tenemos que pensar es en conseguir soluciones para los vecinos. Ya.

- ¿Tienen detectadas prioridades, en ese sentido?

- Diría que hay temas importantes y temas urgentes. Uno de los temas urgentes y que motivó el viaje de hoy [jueves] es resolver la situación de la gente de chacra de Bruno y Socoa. Que puedan instalarse a vivir, porque vienen esperando desde hace mucho tiempo, gente que está pagando Procrear en algunos casos, alquiler, la cuota. Nosotros queremos que cuanto antes puedan entrar a vivir, al menos para que ya dejen de pagar alquiler. Eso es urgente.

- Urgente, pero ¿ya existe fecha?

- Hoy se acordó con la autoridad de Agua, que es ENOHSA la posibilidad de otorgar la prórroga -que estábamos esperando- a la Ceal, con la cual. Probablemente la semana que viene venga Néstor Álvarez de ENOHSA y con eso avanzamos, puede empezar la obra inmediatamente. Lo que no tenía la Ceal era la certeza de que iba a disponer de esos fondos para poder utilizarlos en chacras de Bruno y Socoa. Y otro tema urgente es el tratamiento de calles de tierra. Lo reclaman todos los días los vecinos. Es un tema de dedicación cotidiana.

- ¿Está hablando de mantenimiento o de un programa de asfaltado?

- No, por el momento estamos hablando de mantenimiento. La situación económica impactó de manera muy negativa. Nosotros tenemos una tasa que nos quedó del año pasado en 54%. [Ver pág. 4] Ya de por sí, lo que se recauda de tasa, no es suficiente para cubrir los gastos que conlleva el mantenimiento de las calles. Hablar de hacer algo más que eso, es casi una fantasía.

- Se ha dado una expansión urbanística hace distintos sectores. ¿Habrá un reacomodamiento en las futuras proyecciones?

- El año pasado se hicieron excepciones a la Ordenanza 500 de 1980, en el marco de una comisión que se creó al efecto. La comisión desaconsejó la habilitación de barrios en zona extraurbana. Justamente porque uno de los grandes problemas que tiene nuestra ciudad -y es urgente ocuparse de eso también- es el crecimiento geográfico, no demográfico. Si uno mira el mapa de Azul de hace 50 años era la mitad, o menos, de lo que es hoy. Hoy tenemos tres veces más grande el mapa de Azul, pero la misma cantidad de gente. Esa misma cantidad de gente, tiene que sostener el triple de calles de tierra. Tiene que dotar al triple de calles de luz, de agua, es decir, de todos los servicios públicos, transporte público. Entonces todo se incrementa en su costo a causa de este crecimiento descontrolado que ha tenido Azul. Eso hace que hoy Azul sea una ciudad cara. Claro, ¿a quién no le gustaría ir a vivir lejos, como si estuviera en el campo? Pero, ¿por qué quienes viven en la zona más céntrica tienen que pagar para que otro tenga la calle arreglada a cinco kilómetros de la plaza principal? Es algo que se tendría que haber atendido en su momento, no se hizo, y ahora tenemos este inconveniente. Azul es carísimo. Todo es caro. Yo vivo en el centro y andan teros en el patio. Se escuchan cuando hablo por teléfono y me preguntan si estoy en el campo. No, eso es despoblado. Entonces, Azul es caro, y hay que pagarlo.

- El personal municipal refiere que recibe un mejor trato a partir de la salida de Vieyra. ¿Es así?

- Hemos logrado cambiar el aire. Había muchos empleados, y funcionarios también, que trabajaban con miedo. Personalmente nunca lo viví.

FOTO: NACHO CORREA

- ¿No tenía usted una mala relación con Vieyra?

- No, no. La relación conmigo era cordial. Convengamos que yo tenía una situación privilegiada, porque era concejal. A mí no me podían echar, porque el mío era un cargo electivo. Pero quienes estaban a "tiro de decreto", por decirlo de una forma, tenían temor reverencial, no se animaban a decirle las cosas. Pero uno entraba y notaba un clima tenso.

- Llamó la atención que la ruptura fuera tan precipitada...

- Eso fue a raíz de una situación que notó Hernán. "¿Qué es esto que está pasando acá?". Había cosas que no le cerraban. O imponer una figura cuando él iba a un acto, se sacaban fotos, ¿qué es esto, si a mí nadie me consultó? Hernán se reunió y le dijo a Alejandro "necesito de dejes este lugar, ya que tenés algunos caminos aceitados en provincia y nación, podemos generar algo como para que vos puedas seguir, consiguiendo obras...".

- Pero volvió a la banca en el Concejo Deliberante...

- Claro, lo que ocurre es que, al otro día, cuando la figura de Alejandro [Vieyra] sale de acá, a Hernán le empiezan a llegar cuestiones, la gente se animó a hablar y contar lo que pasaba. Hubo dos temas detonantes: un amigo de Hernán, de toda la vida, que se murió por Covid, peleado con él; y descubrió que esa pelea con él de alguna manera había sido provocada. Y la situación de Rodrigo, su hijo. "¿Mi propio hijo también? No, basta". Ni gestionar obras en provincia de Buenos Aires ni nada. "No lo quiero ver más". Ahí se cortó todo.

- ¿No hay retorno con Vieyra?...

- No, no...

- ... la posibilidad de restablecer la situación y que vuelva, inclusive después de las elecciones 2023?

- No.

- ¿Descartado definitivamente?

- No existe ni la más remota posibilidad de una vuelta con Vieyra. Es más probable que Hernán vuelva con cualquier otra persona antes que con Vieyra.

- ¿Con el peronismo?

- Con cualquiera.

- Bertellys dice, de todos modos, que sigue siendo peronista...

- De hecho, es afiliado peronista. Es más: creo que no es afiliado a "Nuevo Azul".

- Ha dicho, por ejemplo, que es "un peronista dentro de Juntos por el Cambio"...

- Yo nunca he tenido problemas porque siempre me definí como bertellysta. Claro que mi origen es peronista. Yo empiezo en política con "Caíto" Pené, en la facultad [Derecho, La Plata]. Lamentablemente no pude estar el día en que le hicieron el homenaje en el Partido Justicialista.

- ¿Usted fue invitado?

- [Piensa] No, hicieron una invitación general, no personalizada. Pero me hubiese gustado estar por "Caíto". Su fallecimiento fue un golpe muy duro. Era una persona que yo quería mucho. Mis primeros pasos en política los hice con él. Es alguien muy especial para mí.

- ¿Le molesta cuando se refieren a Bertellys como alguien foráneo, un No-Azuleño?

- No le encuentro mucho sentido a eso. Concejales que no son de acá, hubo varios y hay. El intendente de Bariloche es azuleño [Gustavo Gennuso]. ¿Qué hacemos? ¿Lo traemos de vuelta porque es azuleño? Eso, para mí, no tiene mucho sentido. Lo que ocurre es que la ciudad de Azul como es tan tradicional, su sociedad conservadora, tiene esto de: "¿Hijo de quién es?", "¿Y el abuelo qué hacía?". Es como que estudian el árbol genealógico para ver si sos de una "buena familia" o no. Claro, cuando alguien viene de otra ciudad nadie puede estudiarle el abolengo [se ríe]. Eso complejiza. Hay gente que hace muchos años que está acá, que se casa, que tiene hijos nacidos acá y van a la escuela, a un club. Ahí es cuando, de alguna forma, empiezan a formar parte de la ciudad. Por ejemplo, Naty Colomé es rosarina... Claudio Molina era de Líbano, pero es gente que ya está inserta. Para mí, Hernán también ya está inserto. Hace muchísimos años que está en Azul. Distinto es el caso de Alejandro [Vieyra]... Como que parecía no tener mucha raíz acá.