"La Red de Salas Teatrales de la Provincia de Buenos Aires" es una red autoconvocada y abierta, que alberga las diversas particularidades de más de 100 teatros independientes y autogestivos de la Provincia.

Surge como consecuencia de la necesidad de aunar criterios y buscar en forma conjunta respuestas estratégicas a la realidad que están viviendo estas salas en el marco de la pandemia, que ha cerrado las posibilidades de trabajo (ensayos, clases, espectáculos, etc.)

Las Salas de la Red contienen un potente movimiento cultural que hace a la identidad de nuestra Provincia y representa la continuidad de un movimiento independiente, artístico y militante con años de historia en el país.

Es una fuerza productiva que genera trabajo para miles de personas, y contribuye al desarrollo de rubros como la gastronomía o el turismo.

En estos espacios se construye pensamiento crítico, favorece la participación ciudadana y los lazos que conforman el tejido de relaciones de las comunidades. En muchas ocasiones ocupa un rol que debiera cubrir el estado, contribuyendo a la formación de sectores alejados de las oportunidades, luchando contra la desigualdad y fomentando la participación social.

Hoy, se declaró en Estado de Emergencia Alerta y Asamblea Permanente. EL TIEMPO dialogó con el coordinador del Vivero Cultural Edelmiro Mencacha Bernández quien contó cuestiones al respecto. En Azul, tanto el Vivero como el Centro Cultural La Criba son parte de esta red.

"Ante el riesgo de pérdida de espacios teatrales"

-¿Por qué surge esta red de salas de la Provincia?

-La Red de Salas de la Provincia de Buenos Aires surge espontáneamente como una respuesta ante el riesgo de pérdida de los espacios teatrales independientes cuando las medidas de prevención por el Covid impidieron su funcionamiento.

-¿Por qué espacios está integrada la red?

-Está integrada por más de cien espacios que representan la actividad escénica de toda la Provincia. La autoconvocatoria ha dado sus frutos como espacio de diálogo entre nosotros y también en el planteo de nuestra problemática, en una forma más orgánica, con los estamentos oficiales como es la Subsecretaría de Industrias Culturales y el Consejo Provincial de Teatro Independiente.

-¿Cuál es el objetivo?

-El objetivo es lograr que se preserven estas salas como lugares de encuentro, de producción creativa y fuente laboral para muchas personas. Es verdad que en esta situación hay actividades más esenciales que otras pero nadie puede descartar la importancia de los centros culturales que han sido y serán más que imprescindibles para rescatarnos de las secuelas materiales y espirituales que va a dejar la pandemia.

Particularmente, como integrantes de los grupos teatrales de la Región 7ma del CPTI, hemos logrado estar atentos y reaccionar ante la crisis. A través de nuestro delegado regional, Marcelo Curotti, pudimos activar algunas herramientas dispuestas a nivel provincial y vehiculizar el modo de llegar a líneas del Instituto Nacional de Teatro. Así hemos podido ingresar a planes de ayuda y de salvataje que esperamos se concreten lo antes posible.

-¿Qué otras gestiones han realizado?

-También nos hemos reunido con las autoridades de cultura municipal e intercambiamos criterios. Nos facilitaron el trámite de alguna documentación que era fundamental para cubrir requisitos de las solicitudes de apoyo y a la vez peticionamos que ante todo se agilice en la medida de lo posible el cumplimiento de la Ordenanza Municipal que tiene por objeto apoyar el funcionamiento de espacios culturales del partido.

Cultura que no se pudo disfrutar por la pandemia

Acerca de la programación que no están llevando a cabo a raíz del COVID-19, Menchaca explicó que "el Equipo Delta venía de una intensa y exitosa programación en La Salita dentro del Ciclo Vivero Cultural Verano y nos aprestábamos al cierre del mismo con una obra integrada por tres prestigiosas actrices nacionales: la participación en el Día de la Memoria que organiza la Dirección de Derechos Humanos de Bolívar y culminábamos con el regreso a escena de la obra sobre Mateo Banks que llegaba a las 35 representaciones. Todo esto se truncó. También, nuestro Taller de Teatro Imaginario Soldenoche, sufrió las consecuencias".

Añadió, por las postergaciones, que "se suspendieron los ensayos de tres obras que habíamos seguido trabajando en el verano y se canceló el comienzo del ciclo anual de las clases de Actuación y Formación Actoral que iniciaban en abril. Al sufrir este colapso que nos dio en medio del pecho ya que nuestra actividad está signada por la presencia y el encuentro tanto entre los propios hacedores de teatro como con el público, no nos hemos desanimado ni quedado con los brazos cruzados".

Asimismo al principio de la pandemia, "lo primero fue tomar la decisión de enfrentar la contingencia con la firme convicción que el espacio debía preservarse a toda costa. Estábamos en plenas tareas de reparación y reacondicionamiento y había tareas que si las deteníamos originarían mayor costo que continuarlas como es el caso de techos y pisos".

Por último, el docente destacó "la labor importante de la contención y solidaridad entre los integrantes para entretenernos y cuidar también los aspectos anímicos apoyando sobre todo a aquellos que estaban en condiciones más desventajosas. Hubo oportunidad de terminar algún trabajo pendiente y abordar improvisaciones virtuales. Ahora nos encontramos prontos a iniciar un laboratorio teatral on line, una experiencia que sin duda nos ayudará a sortear el aislamiento, acortar la espera y continuar o comenzar vínculos tomando como eje la preparación y perfeccionamiento teatral. La grave situación que atravesamos ha puesto en evidencia la precarización del trabajo teatral independiente y de sus propios espacios de desarrollo y a pesar que ya existía nos obliga a no rendirnos y multiplicar los esfuerzos para sostener y defender nuestra tarea".

"La cultura es un derecho"

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