Por Laura Méndez de la Redacción de EL TIEMPO

Es músico aunque el principal instrumento que ama tocar es el trombón. Se crió en Azul y a muy temprana edad supo demostrar su talento y no solo en esa disciplina artística, sino que también sabe actuar, cantar, rapear.

Pese a su formación de pequeño en la Escuela de Música de esta ciudad, conoció y se nutrió de talentosos artistas. Incluso residió en Estados Unidos, país donde no perdió el tiempo.

Cuenta con varios proyectos que espera resurgirlos ya la pandemia no lo permite aun, pero es claro con sus objetivos, conserva y trabaja con amigos de toda la vida y es un agradecido por tenerlos al igual que a sus referentes que enumera a lo largo de la charla.

Uno apenas lo trata nota esa visceral humildad, su generosidad y su comicidad.

Su nombre es Juan Luis Canosa, reside en Buenos Aires y es el personaje que presentamos este miércoles en "Azuleños destacados".

"Pablo De Rosa me dijo que yo tenía que tocar el trombón"

-Nombre completo y edad

-Juan Luis Canosa, 36 años.

- Sos olavarriense

-Nací en Olavarría pero viví en Azul siempre. Mis padres fueron a parir a Olavarría porque mis abuelos vivían allí. Todavía tengo a mi abuela "Pepa" y mis tíos maternos allá, siempre fue una segunda ciudad para mí, tengo muchos amigos también.

-Tocás el trombón, ¿algún instrumento más?

-Toco principalmente el trombón pero siempre sentí curiosidad por otros instrumentos, sus mecánicas y sonidos me atrapan. En casa tengo piano, teclados, guitarras, tuba, saxo, batería, etc. Con algunos me defiendo mejor que con otros, pero mi fuerte y el instrumento que más horas le dedico es el trombón.

Siempre me gustó y me llamó la atención ver músicos, nunca me imaginé que iba a terminar siendo músico hasta que, a los 14 años, Mauricio "Colo" Zubiri, un amigo de la infancia con el cual continuamos enredados en diferentes proyectos, me dijo que había empezado a tocar saxo en la escuela de música, entonces lo acompañé y conocí el Ensamble Azulado, que empezaba a gestarse bajo la "batuta" de quien es un gran referente musical para mí, que es Pablo De Rosa. Allí empecé a tocar percusión, después tuba, practicaba con una tuba italiana bastante venida a menos, mi viejo Papin la soldó varias veces...un día no anduvo más, y ahí fue cuando Pablo me dijo que yo tenía que tocar el trombón, que era un instrumento más dócil para meterse a tocar todos los estilos. Al toque Pablo compró un trombón a vara por teléfono y lo pagó con un fondo común del Ensamble...llegó envuelto en una caja unos días después... lo agarré y no lo solté más, eso fue en el año 98.

-Te fuiste a Estados Unidos, aunque regresaste. ¿Cómo te resultó esa experiencia en el hemisferio norte?.

-Un par de años después nos fuimos a vivir a Miami, con mis padres, Marisa y Papin y mi hermano Matías, que es músico también y piloto, entre otras cosas. Allá fuimos a una escuela en Hialeah, que es un distrito del condado de Miami en el cual hay en su mayoría latinos. En esa escuela la parte musical era muy de avanzada y me encaminé en lo que era estudiar música, aprendí la forma de estudiar el trombón y conocí más en profundidad el Jazz, fue una experiencia bisagra en mi vida.

-Pero volviste...

-En el 2002 volvimos todos de allá, terminé el secundario en la escuela Normal, mientras tanto viajaba a tomar clases de trombón a Buenos Aires y empecé a conocer músicos en Olavarría y Tandil, así que mientras estuve ese año y pico en Azul me la pasé triangulando entre estas tres ciudades.

-Te has formado con excelentes músicos y has tocado con ellos y otros más reconocidos a nivel nacional, por lo menos.

-Estudié y aprendí mucho de Valentín Reiners, Nicolás Tigri, Ignacio Montoya Carlotto. También aproveché a estudiar a full junto a Sergio Wagner (trompetista número uno a nivel mundial), que era mi vecino y un gran amigo, es el día de hoy que tocando nos entendemos sin siquiera mirarnos, una verdadera suerte la mía ser contemporáneo a Sergio y a muchos músicos de Azul, ex compañeros del Ensamble, no quiero olvidarme de nadie pero te nombro algunos: Juan Fantaguzzi, Elías Recci, Alberto Marianache, Santi Uriarte, Santi Ladagga, Agustin Manzo, Pepe Valicenti, Nacho Fiscella... Otra cosa muy hermosa de ese periodo en Azul fue formar parte de La Estrepitosa Funk, con Fede Boaglio, el "Mosca" Scilone, el "Colo" Maddio, Pablito Passini, Maria Inés y Maria Clara Maddio, Diego Fredes, era una banda realmente buena, con mucho groove y temas buenísimos. Toda esa experiencia me hizo más fácil el camino cuando llegué a Buenos Aires en el 2004. Empecé en el conservatorio, pero me aburrí enseguida, nunca pude soportar la formación académica, así que estudié por mi parte con maestros particulares, Palito Gervini, Juan Cruz de Urquiza, Juan Scalona, entre otros. Recién llegado a Buenos Aires me conecté enseguida y al toque empecé a trabajar tocando por todos lados, conociendo muchos mundos musicales diferentes, tocando jazz en pequeños clubes o con grandes estrellas en estadios, he tocado y grabado con Cerati, Los Nocheros, Diego Torres, Vicentico, Los Pericos, Los Cafres, Mariano Mores, etc.

-Tenes tu proyecto personal también...

-También me gusta mucho estar involucrado en proyectos, hace más de 10 años que con un grupo de amigos tenemos una orquesta de cumbia llamada Sonora Marta la Reina, una orquesta que suena del carajo realmente, con una identidad sonora muy bien lograda. Lamentablemente no es un formato "pandemia" porque somos 14 músicos, así que no hemos podido tocar casi nada, excepto por una vez que tocamos en el Parque en enero. Otro grupo en el cual participo hace mucho también es Cuatro Varas, un cuarteto de trombones con 3 amigos y referentes de la vara, Martino Gesualdi, Luca Ferrelli y Mauro Echeverria.

La orquesta de Mariano Otero es otro "grupo universidad" para mi, hace como 15 años que toco con Otero y allí me tocó compartir con muchos referentes de la escena local de música creativa, Rodrigo Domínguez, Ramiro Flores, Richard Nant, Sergio Verdinelli, Juan Cruz de Urquiza, entre otros.

Tal vez mi inquietud hizo que conociera a Santiago Vázquez y me metiera al lenguaje musical por señas, otra experiencia muy motivadora, con Santiago toco en su banda, llamada La Grande hace más de 10 años también.

"Cada día hay que hacer un esfuerzo por mejorar"

-Entiendo que vivís del arte en un mundo al que no todos tenemos acceso. Ya es una realidad que hace tiempo vivís de lo que te gusta. ¿Sos consciente de eso?

-En fin, se que es un privilegio vivir de lo que a uno le gusta y sobre todo del arte, pero también sé que cada día hay que hacer un esfuerzo por mejorar y que las cosas hay que buscarlas y no quedarse quieto.

Ese ejemplo lo tomé de la primera músico que conocí, mi abuela María Julia "Lulu" Colomba, ella tiene 92 años y sigue tocando el bandoneón y continuamente tiene proyectos, es una genia tejiendo también, así que reparte su tiempo entre música y tejido. Hace unos años sacó un disco y hace 2 años vino a tocar con La Grande a la Sala Siranush, para 1.000 personas, ese momento fue realmente único.

-También compones. ¿Qué historias cuentan tu música?

-Compongo temas, tengo 3 discos editados: Levas Cruzadas, Standards Vol.1 y Standards Vol.2. También me gusta cantar y rapear, aunque escribo las rimas, de eso se trata mi más reciente proyecto al que llame Trapzo, es una meresunda de cosas, muchos estilos mezclados y muchos sonidos ochenteros con cajas rítmicas y loops.

Las temáticas de las letras son variadas, pero en general son catarsis personales, y últimamente tengo mucho material para eso (risas). En este proyecto recibo también muchas colaboraciones de amigos, algunos de ellos azuleños como Nacho Fiscella y Mauricio Zubiri.

Espero este año también poder "descongelar" mi sexteto de jazz, Con Francisco Lo Vuolo, Leo Cejas, Sebastián Groshaus, Ramiro Flores y Sergio Wagner, es un grupo para el cual escribo algunas cosas instrumentales que hacemos en formato "Hard Bop" y tocamos standars de jazz, siempre apuntando a que sea alegre y fiestero.

-Hay quienes te describen como un showman. ¿Te definirías así?

-No me considero un showman, pero algunos me dicen que lo soy e insisten en que explote un poco esa veta, por eso empecé a filmar videos y a cantar también, eso lo traigo de mi formación en el secundario, con un grupo de amigos, Emma Espina, Pepe Valicenti, Bruno Zaffora y el Colo Zubiri, éramos muy fans de Cha cha cha, Monty pyton, Todo por dos pesos, etc; tuvimos un programa de radio y filmamos un corto para los torneos bonaerenses.

Siempre me gustó actuar, de hecho, actúe en los primeros trabajos para la facultad de Bruno (Zaffora).

-Vivís en Buenos Aires... ¿volverías a Azul definitivamente, con qué proyecto?

-Actualmente vivo con mi familia en Ituzaingó, 20 km. afuera de Capital, en zona oeste, me gusta porque es un barrio de casas amplias y mucho verde, con Yami, mi compañera y Emilia, mi hija, disfrutamos mucho por acá. Cada tanto vamos a Azul y la pasamos súper, nos encanta...no se si algún día volveré, pero me gustaría, colaboraría con la escuela de música y tocaría con los amigos de allá todo el tiempo, Quique Ferrari es otro referente para mí, su mama Olga era maestra mía de cuarto grado en la escuela Mariano Moreno, ya en esa época, lo veía a Quique cuando la venia a buscar y me flasheaba.

-¿Querés mandar saludos a alguien?

-Quiero mandar saludos a mi familia y amistades en Azul, a mis tíos Daniel y Norma, mis viejos, mi abuela, mi hermano Matías y a los artistas de Azul que son muchos y muy buenos, ojalá pueda ir a tocar para allá en un futuro no muy lejano.

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