Primero fue detenerme en el seudónimo: "Peter Boy". Luego, la imperiosa necesidad de indagar. ¿Quién fue este autor, tan prolífico y original, que escribió en los años 60 y 70 del siglo pasado, en las páginas de "El Tiempo"? La respuesta llegó rápidamente a través de los encargados de la Hemeroteca local.

El periodista Pedro Borghi López había iniciado su carrera en "El Ciudadano", recién iniciada la década de 1930, y allí se jubiló. Este no es un dato menor, puesto que fue el primer periodista en lograrlo en Azul, en 1953. Luego se integró a la Redacción de este diario como colaborador permanente, hasta su fallecimiento el 20 de junio de 1971. Dejó, inclusive, algunas notas sin publicar, que luego "El Tiempo" concretó en diversas ediciones. De la investigación realizada para este suplemento surgió, además, que aún hoy permanece inédita su única novela, "La última carrera" [sobre esta cuestión, ver Pág. 7].

Lo segundo fue leer, en profundidad, la producción del periodista Pedro Borghi López -quien, a menudo, firmaba también con sus iniciales, Pedro Borghi L., PeBorLo o, lisa y llanamente, con su nombre y apellidos completos-. Leer a "Peter Boy" es ingresar directamente al conocimiento del pasado azuleño, tanto urbano como rural, de fines del Siglo XIX y principios del XX. Sus notas, de primera mano, nos ilustran sobre aspectos que, a muchos sorprenderá cuando lean este suplemento, resultan fundamentales. Aunque publicadas en su momento, "El Tiempo" consideró que era necesario exhumarlas de los anaqueles y llevarlas nuevamente al papel.

De eso se trata este suplemento: un homenaje al periodista Pedro Borghi López, que dedicó décadas a redactar sus crónicas azuleñas. Y lo hacemos en coincidencia con este 16 de diciembre de 2022, día en que nuestra ciudad conmemora su 190° aniversario.

Artículos recuperados

Este es un trabajo emprendido por "El Tiempo". Aunque, nobleza obliga, es imperioso señalar que hubiese sido imposible concretar esta producción si no se hubiera contado con el acompañamiento (y conocimiento profuso) del equipo de la Hemeroteca "Juan Miguel Oyhanarte", de Casa Ronco, donde se realiza la "custodia" de la colección de "El Tiempo". Amerita entonces un especial agradecimiento a todo ese equipo.

Con respecto al contenido que los lectores hallarán en las siguientes páginas, es primordial señalar que era necesario poner en valor a Pedro Borghi López, un cronista trascendental en la historia del periodismo azuleño, sin dudas. Además de su trabajo cotidiano tanto en "El Ciudadano" como en "El Tiempo", quien recibió en 1968 la distinción "Decano del Periodismo Azuleño", aportó datos relevantes para la memoria colectiva, que permiten incrementar el ya significativo patrimonio cultural azuleño.

Resulta obvio -aunque necesario- indicar que estos artículos tienen que "leerse" en el contexto en el cual fueron escritos y llevados al papel, junto con el bagaje cultural del periodista. Es decir, sacarlos de contexto sería, cuanto menos, un error.

Para esta edición especial se han seleccionado algunos de sus artículos y es aquí cuando resulta propicio exponer el criterio que imperó. Con respecto a la selección de crónicas, al haberse dedicado Borghi López a múltiples temáticas, se han incluido algunas que pueden considerarse representativas y, a la vez, aquellas que aportan elementos que contribuyen a la historia local.

En el proceso de este suplemento especial, merecen destacarse otros aspectos. También gracias a una información proporcionada desde la Hemeroteca, pudimos dar con un familiar directo del periodista Borghi López: su nieta, Silvia Carrasquero, geóloga de la UNLP, y custodia de muchos escritos de "Peter Boy". A ella también es necesario agradecerle, por la dedicación en la reconstrucción de muchos artículos y otros aportes. Por ejemplo, un artículo con su firma, en el que plasma recuerdos sobre su abuelo [ver Pág. 6]. Pero también, haber conservado un artículo de su madre, Edith Borghi -periodista, al igual que su padre- que, por alguna razón, envió a este diario en 2010 y no fue entonces publicado. Aquí se incluye y, como apreciarán los lectores, el aporte de datos, tanto biográficos como de índole anecdótica, son muy relevantes [ver Pág. 5]. Por lo tanto, en esta introducción omitimos algunos aspectos, porque serían redundantes y preferimos que sean, tanto la hija Edith como la nieta Silvia del periodista Pedro Borghi López, quienes los revelen a los lectores.

En nuestro caso, en lo que se refiere a la transcripción de los artículos, se ha procedido a realizar intervenciones muy específicas. Por ejemplo, se han subsanado errores de linotipia, característicos de los tiempos del plomo y del armado artesanal de las páginas en las décadas en las que se desempeñó Borghi López como periodista.

Sólo se han modificado algunos títulos para orientar con más facilidad al lector en cada temática. De todas maneras, al final de cada artículo transcripto, entre corchetes se incluyen las referencias necesarias: fecha de publicación, si lleva firma con seudónimo o no y, eventualmente, el título original.

En cuanto a los artículos, no se ha alterado el contenido y se han tratado de recuperar las fotografías que acompañaron las publicaciones originales; ardua tarea que realizó el reportero gráfico Nacho Correa.

Las aclaraciones realizadas entre paréntesis (--) son originales del periodista Borghi López, mientras que las que se observen entre corchetes [--] se efectuaron especialmente para la edición de este suplemento, con el fin de aclarar aspectos puntuales: época a la que refiere, nombres completos, etc.

Una puerta abierta

¿Cuál fue el origen del fútbol en nuestro medio? ¿Estuvo enlutado ese origen por un hecho funesto? ¿El principal ladero de Juan Moreira se batió a duelo en Azul? ¿Los Podestá dieron funciones en una carpa en cercanías del arroyo Azul? ¿La principal línea ferroviaria estuvo a punto de atravesar la plaza principal?

¿Quiénes fueron los primeros músicos que ganaron renombre en Azul? ¿Y las orquestas? ¿Hubo un azuleño que terminó manco por sus estafas en el juego de naipes? ¿Cuál fue el primer circo hípico en Azul? ¿Cuánto podemos saber de los pura sangre que se batieron en las pistas de estas tierras del centro pampeano?

¿Eso es todo lo que el lector hallará en esta producción? Tan sólo es un anticipo. En efecto, las páginas que siguen son una invitación a abrir una puerta que conduce a un tiempo pasado, que permite profundizar nuestro conocimiento sobre Azul, en sus distintas facetas.

Los árboles mueren de pie

Mientras Edith Borghi estaba trabajando en la Redacción del diario "El Regional", de la ciudad venezolana de Valencia, recibió la infortunada noticia del fallecimiento de su padre.

Es por ello que el periódico de Venezuela dedicó una página al cronista azuleño, en su edición del viernes 25 de junio de 1971, e incluyó una fotografía tomada el 25 de mayo de ese año, en la Plaza San Martín de Azul, en la que el periodista aparece junto a su nieto Roberto Milton Carrasquero Borghi (hijo de Edith Borghi y hermano de Silvia Carrasquero).

"El Regional" publicó, de acuerdo al recorte conservado por Miguel Oyhanarte en su archivo tiempista: "Fue don Pedro Borghi López un destacado cronista hípico de los Hipódromos de Azul, La Plata, San Isidro y Palermo, por lo que tenía la credencial del Jockey Club". Agrega el diario venezolano: "Tuvo la fortuna de recibir varios premios, al destacarse como el Cronista Hípico de los mejores pronósticos".

Luego apunta: "También sus trabajos reporteriles en bien de la comunidad le merecieron distinciones, entre ellas la de 'Decano de los Periodistas de Azul' (1968)". La crónica correspondiente a este acto se publicó en "El Tiempo", en la edición del domingo 9 de junio de 1968.

Poco más de tres años después, nuestro diario, en la edición del 22 de junio de 1971, dio cuenta de la infausta noticia.

"Los árboles mueren de pie", se afirma en el inicio de la necrológica de "El Tiempo", sobre el periodista Pedro Borghi López. Había fallecido a los 70 años, el domingo 20 de junio de 1971.

Tomamos apunte de algunos de los párrafos publicados en esa edición: "...fue un periodista en todo el sentido de la palabra. Volcó en el desarrollo de esa profesión lo que son capaces los que sienten profundamente el formidable contenido que inspira a esa actividad...".

"...El desaparecido vespertino 'El Ciudadano', cuando esta hoja periodística se hallaba bajo la dirección de José Santiago Ferreyro, lo contó como uno de los principales colaboradores. Desde las columnas de ese medio de difusión cumplió una extraordinaria trayectoria...".

"...popularizó el seudónimo de 'Peter Boy', con el cual aparecieron muchas notas suyas referidas a los más diferentes temas: tenía sensibilidad, los captaba y los profundizaba de una manera indudablemente interesante..."

"...fue un soldado invicto en cuanto al ideal que preconizaron preclaros ciudadanos: Leandro N. Alem e Hipólito Yrigoyen...".

"...el deporte [...] fue sendero que transitó con todo entusiasmo. El turf, que conoció desde los albores de esa actividad en nuestro medio, mereció su especial atención, deparándole ella la satisfacción de ser uno de los valores de mayor significación como elemento de opinión...".

Ahora sí, no queda más que invitar al lector a disfrutar las siguientes páginas, plenamente azuleñas, escritas desde la pasión del periodismo que hace historia.