Un enfrentamiento entre varios sujetos ocurrido minutos después de la hora seis de ayer en la zona céntrica de esta ciudad finalizó con daños en un comercio y en una camioneta que se encontraba estacionada en la cuadra donde estos graves incidentes se registraron, sobre la calle Yrigoyen entre De Paula y Burgos.

Desde la Policía no se informó si durante ese hecho alguna persona resultó lesionada, luego de que -según EL TIEMPO pudo averiguar- varios jóvenes se enfrentaron a piedrazos y golpes, provocando con ese accionar los daños referidos en el vehículo y en el comercio llamado "El Aljibe", que está situado en la galería "Paseo del Azul".

María Cecilia Labría, la propietaria de ese negocio, había dado cuenta de lo sucedido a través de sus redes sociales.

"Hartazgo, impotencia y muchas cosas más es lo que siento. Nuevamente rompieron la vidriera del negocio. Una batalla campal con piedras de un tamaño considerable que sacaron de la rampa de la esquina, que también rompieron ¿Hasta cuándo? -se preguntó Labría en ese posteo que hiciera con imágenes de cómo había quedado su local tras estos graves incidentes-. Estoy realmente agotada y triste. Fue a las seis y veinte de la mañana en el medio del centro, tierra de nadie".

Filmaciones de cámaras de seguridad que la comerciante tiene instaladas en su negocio registraron parte de lo que ella misma definiera como "una batalla campal".

En esas imágenes se observa la manera en que los protagonistas de la gresca, utilizando pedazos de la rampa situada en una de las esquinas de De Paula e Yrigoyen, lanzaban esos trozos de mampostería durante lo que fueron estos incidentes.

Uno de esos proyectiles impactó contra la vidriera del local que es propiedad de Labría, la cual quedó destrozada y ayer por la mañana la damnificada tuvo que reemplazar por otra.

Al parecer, mientras estos incidentes sucedían -los cuales incluyeron que fuera dañada la luneta de una camioneta que se encontraba estacionada en Yrigoyen entre De Paula y Burgos- personal policial se hizo presente, lo cual sirvió para que los protagonistas del enfrentamiento se dieran a la fuga, sin que ninguno de ellos posteriormente pudiera ser identificado y arrestado.

Algunas versiones indicaban también que los jóvenes involucrados en esta gresca utilizaban gomeras para arrojarles proyectiles a esas otras personas con las que se estaban peleando.

"Nosotros nos enteramos a las nueve de la mañana, cuando fuimos a abrir el negocio y vimos el vidrio grande de la ochava roto", le dijo ayer la dueña de "El Aljibe" a EL TIEMPO.

María Cecilia Labría contó que horas antes había recibido un mensaje a su teléfono celular del propietario de la hamburguesería instalada en la parte alta de la galería "Paseo del Azul", dando cuenta del daño que se produjo en su comercio en el marco de lo que fueron estos graves incidentes.

"Esto fue a las seis y veinte de la mañana, que me quedaron las cámaras grabadas. Hubo corridas y piedrazos", refirió la damnificada. Y en ese contacto mantenido con este diario también dijo: "La chica que trabaja en la oficina de la agencia de remises que está enfrente de mi negocio no podía entrar a abrir el local porque a esa hora estaban a los piedrazos".

"Fueron un montón de chicos", señaló la comerciante sobre lo que la empleada de esa agencia de remises le contara con relación a quiénes estuvieron involucrados en esta gresca por la que después no hubo ningún detenido.

Algunos de ellos "sacaban pedazos de piedra de la rampa que está en 'Otero'", el negocio ubicado en una de las esquinas de Yrigoyen y De Paula.

"Una de las fotos que subí a las redes sociales tiene una de esas piedras de la rampa", refirió la propietaria del local tras haber hallado dentro de su comercio, al haber sido arrojado contra ese vidrio que fuera destrozado en el marco de esos incidentes, un pedazo de mampostería que se corresponde con el que tomado de la referida construcción para discapacitados, el cual después se utilizó como proyectil en medio de lo que había sido esta gresca.

"Una de esas piedras destrozó el vidrio de mi local. Y también le doblaron el espejo y rompieron la luneta a una camioneta que estaba parada en la puerta de la galería", contó María Cecilia Labría.

Ayer, después del mediodía, efectivos policiales concurrieron al negocio de la damnificada por el daño de su vidriera para entrevistarse con ella, quien posteriormente se dirigió a la Seccional Primera para radicar una denuncia por lo sucedido.

"La denuncia la hice pensando también en los demás comerciantes, quienes se solidarizaron conmigo. Estamos desprotegidos. Dicen que esto fue una batalla campal", afirmó finalmente la propietaria de "El Aljibe".

El dato

"El vidrio nuevo, que me lo pusieron recién -le dijo ayer Labría a EL TIEMPO- me cuesta alrededor de 50 mil pesos. Y como tengo que volver a plotearlo con el nombre del local como estaba antes, en total todo esto me va a costar entre 60.000 y 65.000 pesos", evaluó sobre la erogación económica que implicaba para ella el saldo de lo que fueron estos incidentes.