Nota elaborada por Ana Castagnino, Gabriela Martinoia y Karina Diaz -Equipo de autores-.

El consumo de hortalizas y frutas, inocuas y de calidad, en cantidad adecuada, es prioritario, para la salud y una vida sana; ya que, en la calidad de los alimentos, intervienen múltiples aspectos que se relacionan con atributos positivos (como su valor nutricional, su origen, color, aroma, textura y método de producción o elaboración), que influyen en el valor de un producto para el consumidor. Además, impulsar la expansión de las producciones frutihortícolas a nivel regional, con un enfoque sustentable en todos los eslabones que componen las mismas, tendientes a la producción y consumo regional de productos locales, actualmente llamados en el "Km 0", resulta de fundamental importancia. En tal sentido, desde el equipo de docentes - investigadores y extensionistas del Proyecto interinstitucional CIAC-940186 (INTA-AUDEAS-CONADEV), se llevó a cabo una encuesta exploratoria amplia, sobre diversidad de aspectos correspondientes a los eslabones de producción, agroindustria, comercialización y consumo de vegetales a fin de disponer de un diagnóstico que permita detectar las principales problemáticas y las temáticas en las que resulta prioritario intensificar acciones de difusión y capacitación. La misma fue organizada por la Facultad de Agronomía UNCPBA; Facultad de Ciencias Agrarias de la UNMdP; e INTA CeRBAS (CEI Barrow MDA-INTA; EEA INTA Hilario Ascasubi/AER Buratovich; INTA-EEA Balcarce/AER Necochea; IPAF Región Pampeana INTA; INTA Bordenave-Coronel Rosales y Bahía Blanca), y contó con el aval de la Asociación Argentina de Horticultura - ASAHO.

La metodología utilizada consistió en la realización de una encuesta anónima y voluntaria, principalmente en el área

de INTA CeRBAS (Centro Regional Buenos Aires Sur) y se denominó "proALIM "Km 0" - Preferencias de la producción, agroindustria y consumo de vegetales locales. Las preguntas incluidas en la encuesta comprendieron cuatro eslabones de las cadenas agroalimentarias: 1) producción, 2) agroindustria, 3) comercialización y 4) consumo.

Entre los resultados obtenidos se destacaron:

En producción

De la encuesta surge que, tres de cada cuatro encuestados llevan a cabo algún tipo de producción (para autoconsumo o comercial), destacándose aromáticas (59 %), hortícolas (51 %) y frutícolas 45 %, seguido de plantines, plantas suculentas, medicinales y flores. El 71 % indicó que destina a las mismas pequeñas superficies familiares, de menos de 10 m²; seguido de un 23 % que produce hasta 100 m², revelando el perfil de autoproducción de alimentos de quienes respondieron la encuesta El 80 % de quienes no eran productores, manifestó que estaría dispuestos a incursionar en la producción de vegetales, en el actual contexto socioeconómico y sanitario, lo cual indicaría un alto grado de valoración del consumo de hortalizas de producción propia. La gran mayoría de los encuestados, indicó realizar las producciones de hortalizas, al aire libre (66 %), seguido de canteros (37 %) y macetas (38 %).

El 85 % de los encuestados manifestó su predisposición a llevar a cabo distintos tipos de producciones vegetales, destacándose en orden de importancia hortalizas (63 %), aromáticas (51 %), frutales (33 %), medicinales (24 %), flores (20 %), plantas suculentas y plantines (19%). Dentro de las hortalizas, los encuestados indicaron cultivar principalmente: tomate (98 %), acelga (94 %) lechuga (92 %) y albahaca y perejil (90 %). Por el contrario, las menos cultivadas son alcaucil (10 %), repollitos de Bruselas (14 %), batata y espárragos (18 %). Se detectó una mayor disposición a realizar cultivos de verano, de especies conocidas y que no impliquen conocimientos particulares de manejo. En otoño- invierno, se destaca la producción de: acelga, lechuga, perejil, rúcula, espinaca y habas; mientras que, en primavera-verano: tomate, tomate cherry, lechuga, albahaca, pimiento, acelga, entre otras.

Respecto a la producción de frutales, el 20% de los encuestados manifestó tener árboles frutales, siendo las principales especies producidas: ciruela (62 %), limón (58 %) y frambuesa (29 %). Además, el 64% indico que le gustaría producir frutales, de los cuales el 23% manifestó que carecían de espacio para realizar dicha producción.

En cuanto a la producción de aromáticas se destacaron: menta (79 %), orégano (76 %), romero (68 %), tomillo (51 %) y ciboulette (47 %), seguidos por otras especies, con menor frecuencia, como salvia, laurel, cedrón, cilantro, manzanilla, boldo, entre otras (30 %).

Resulta interesante destacar que 7 de cada 10 encuestados indicó que realiza compost, a nivel familiar y, además, el 93 % indicó conocer los beneficios de su empleo como fertilizante natural, lo cual sugiere una mayor conciencia, en la necesidad de optimizar el manejo de residuos.

Respecto de las fuentes de información más valoradas en estos aspectos resultaron: internet (57%), experiencia familiar (39 %), instituciones públicas y privadas (35 %), profesionales (36 %) y otros productores (28 %).

En Agroindustria

La encuesta permitió detectar que, en el actual contexto de pandemia, 8 de cada 10 encuestados elaboran dulces caseros, al menos una vez al año, en coincidencia con las producciones estacionales, observando una tendencia a mayor predisposición a elaboración de conservas y dulces caseros. Este resultado indica que la agroindustria es valorada, ya sea a nivel familiar o comercial, como forma de disponer de mayor proporción de alimentos de buena calidad, seguros y de origen conocido, que contribuyan a disponer de productos estacionales a lo largo de todo el año.

Uno de cada dos consumidores indicó no conservar las hortalizas y/o frutas que adquieren, y quienes las conservan, lo realizan freezando. Además, el 70% de los encuestados, indicaron que las conservan, lavadas y acondicionadas, picadas/trozadas (listas para consumir); destacándose: pimiento, perejil, cebolla de verdeo, ajo y espárragos.

Respecto a la incorporación de harinas de hortalizas en la dieta, uno de cada tres encuestados indicó haber incluido alguna vez, dicha categoría de harinas en sus preparaciones. Las que predominan fueron: garbanzo (49 %), lenteja (28%), arveja (20%) y papa (16%); siendo las preferidas las harinas de garbanzo (29%), lenteja y arveja (17%, respectivamente. Esta tendencia demuestra un desconocimiento por parte de la población de dicho tipo de alimentos (40%), e indica la necesidad de llevar a cabo acciones de difusión, destacando los beneficios del consumo de este tipo de harinas y sus alternativas de preparaciones.

La población encuestada manifestó que el consumo de productos agroindustriales de diferentes gamas es bajo, indicando que prefieren las conservas y congelados (II y III gamas, respectivamente), y más del 50% indicó no consumir las gamas IV (ensaladas listas), V (productos termoestabilizados / ultrapasteurizados) y VI (texturizados).

Comercialización

El lugar predominante donde los encuestados adquieren frutas y hortalizas frescas, son las verdulerías; si bien se pudo observar que de poder elegir, prefieren las producidas en quintas locales y bolsones a domicilio, Además, el 93% valora conocer el origen de los productos consumidos, lo cual indica el potencial para los productos vegetales "Km 0" y los procesos de certificación ligados a esas producciones. Sin embargo, solo 1/3 señaló conocer la categoría de productos "Km 0", lo cual estaría indicando la necesidad de intensificar la difusión y de utilizar todas las herramientas de diferenciación, que permitan identificar este tipo de producto.

El 72 % indicó que compraría productos agroecológicos, si tuviera la oportunidad y; además, ¼ de los encuestados, indicó ser ya comprador/a de esta categoría de productos.

Se detectó que la gran mayoría de los consumidores (83 %), conoce la existencia de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). Además, 8 de cada 10 encuestados, indicaron valorar la compra de vegetales producidos en el marco de las BPA, lo cual estaría demostrando una clara conciencia sobre su importancia, por parte de la población. Tres de cada cuatro encuestados valoraron la compra de productos vegetales para incorporar a su dieta, indicando su preferencia por los productos de estación (88,5%), lo cual podría representar un estímulo para las producciones regionales.

En Consumo

De la población encuestada, el 87% se reconoce como omnívora, es decir que consumen todo tipo de alimentos, mientras un 13 % se reconoce como flexitariano, es decir vegetarianos flexibles, que ocasionalmente pueden consumir carnes. Los consumidores encuestados valoran la incorporación de productos frescos saludables en su dieta, destacándose en orden de importancia: frutas, hortalizas en general y legumbres.

Un dato importante a destacar es que el 85 % de la población encuestada, está convencida que su consumo de vegetales es bueno, muy bueno o excelente, lo cual indica el enorme desafío de concientización, por la brecha existente, entre la percepción de la población y las prácticas de consumo real de vegetales, que surge de esta encuesta. Sin embargo, solo el 2,1 % de los encuestados indicó consumir las cinco o más porciones recomendadas de frutas y hortalizas. Este valor se encuentra muy por debajo de los valores indicados en la ENFR 2019 (Encuesta Nacional de Factores de Riesgo), en la que solo el 6 % de la población, cumplía con las recomendaciones. Estos resultados indican la necesidad de intensificar las acciones de difusión de los beneficios del consumo de frutas y hortalizas y de concientización del número de porciones diarias recomendadas.

Además, la mitad de la población encuestada indicó desconocer las recomendaciones del Ministerio de Salud Argentino, en coincidencia por las indicadas entidades internacionales (OMS Organización Mundial de la Salud, (52%), FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (54,2%) guías GAPA Guías Alimentarias para la Población Argentina" del Ministerio de Salud Argentino (78%), etc., lo cual indica, nuevamente, la necesidad de intensificar las acciones de difusión de dichas recomendaciones.

Respecto del momento del día elegido para incorporar las frutas en la dieta, los encuestados indicaron que prefieran consumirla fuera de las comidas (56%), un 28 % las incluye en el desayuno, y un 25% en la merienda. Del 97% que consume fruta, prefirieron en orden de importancia: manzana (95%), banana, naranja y limón (90%), pera y mandarina (85 %), durazno (74%), ciruela (69%), frutilla (66%), kiwi (52%), melón (43%) y otras (43 %).

En cuanto a las especies hortícolas más consumidas diariamente resultaron: cebolla, zanahoria y tomate. En el caso particular de la frecuencia semanal, se destacaron en orden de importancia: zapallo (64 %), papa (61 %), acelga (54 %), ajo y pimiento (52 %, respectivamente), lechuga (51 %), zanahoria (49 %), zapallito (46 %), tomate (43 %), espinaca (42 %), batata (41 %), y cebolla (39 %). Un dato a destacar es el desconocimiento del kale como hortaliza.

El lugar predominante donde los encuestados adquieren frutas y hortalizas frescas, son las verdulerías; si bien se pudo observar que de poder elegir, prefieren las producidas en quintas locales y bolsones a domicilio.

Los factores que destacan los consumidores en la elección y compra de frutas y hortalizas son calidad nutricional y organoléptica (71 %), precio / ofertas (67 %) y que sean de temporada (63 %) y, además, el 79 % de los encuestados, indicó conocer el significado e importancia del color en frutas y verduras, respecto de las propiedades nutricionales. El 80 % de los encuestados valoró entre 9 y 10 (en la escala, donde 10 es la máxima valoración), el contar con una dieta rica en cantidad, calidad y variedad de vegetales, como fuente de vitaminas, minerales, etc., para la alimentación; lo cual indica que la población es consciente de su importancia, valorando su consumo para fortalecer las defensas y contribuir a dar respuesta ante los agentes infecciosos externos.

Respecto del etiquetado nutricional de los alimentos adquiridos, solo, 5 de cada 10 encuestados manifestaron leer la información brindada por el mismo y, el 92 % calificó con un puntaje de 7 sobre 10 la influencia de la publicidad en el comportamiento de sus compras.

Si bien el 55% de los encuestados indicó no estar preocupado por el riesgo de contagio de coronavirus vía los alimentos, el (54 %) de los encuestados cree que la población estará más preocupada por su alimentación a partir, del actual contexto sanitario global por la pandemia de la COVID-19.

Más del 83% de los encuestados indicaron desconocer que, Argentina, está considerado como el país con más elevado volumen de comercialización de productos ultra procesados per cápita, de Latinoamérica, y que también lidera el consumo de bebidas gaseosas, categorías de alientos de bajo valor nutricional, según el Ministerio de Salud Argentino.

Respecto de los entornos escolares alimentarios, se puede mencionar que solo 1/4 de los encuestados los consideró saludable y desconocían las Guías de Entornos Saludables, generada en 2019, por el Ministerio de Salud de la Nación, lo que indican la necesidad de intensificar la difusión de acciones institucionales concretas.

En cuanto al rol de las instituciones, en brindar información a través de redes sociales el 43 % valoró de bueno a excelente la información sobre alimentación saludable brindada por instituciones, mientras que al 57 % la considera insuficiente, por lo cual resultaría imprescindible, la intensificación de mensajes concretos a través de dichos canales de divulgación, tan importantes.

En síntesis, al analizar la percepción de la producción y el consumo de vegetales, ante el actual contexto, se observa que las respuestas logradas, en su gran mayoría, fueron positivas y dejaron en evidencia que la población tiene conocimientos adecuados de la conveniencia de la producción y consumo de vegetales, pero que su real consumo dista mucho de las recomendaciones. Además, surge como desafío, para las instituciones, la necesidad de seguir orientando y potenciar acciones concretas al respecto, para lograr la optimización del consumo de vegetales, en diversidad, cantidad, calidad, agregado de valor, origen conocido (preferiblemente, locales y regionales, en el Km 0), producidos en un marco de sustentabilidad; en beneficio de la salud, el fortalecimiento del sistema inmunológico y calidad de vida, aspectos fundamentales, en el marco de escenario global, por la COVID-19.