El pasado sábado 16 de octubre, en el marco del XV Festival Cervantino se realizó la presentación de la puesta en valor de la obra mural "Las Brasas" realizada por el artista y docente Martín Meza junto con su equipo de trabajo en el Espacio Cultural Don Cipriano, ubicado en Cáneva esquina Perón.

Dicha obra había sido realizada en el Primer Encuentro de Muralismo y Arte Público en Azul denominado "En algún lugar de la mancha" en 2016, del que Meza es organizador, donde se realizaron 10 obras de arte público en distintos lugares de la ciudad, sumando nuevamente 10 más en la segunda edición en 2017 y unas cinco más en 2018, acrecentando y enriqueciendo el patrimonio artístico, turístico y cultural de la ciudad en lugares estratégicos como el Parque Municipal, Balneario, Costanera, Escuelas o Barrios.

Las obras

Estas obras han sido realizadas por artistas de gran trayectoria y reconocimiento a nivel nacional y latinoamericano, como Marcelo Carpita, Ruben Minutolli, Inés Cademartori, Cesar Carrizo o Marila Tarabay, Simon Jatip o Pablo López, solo por citar a algunes referentes de un gran número de artistas que han interactuado con distintas personas, organizaciones sociales, instituciones educativas etc.

En búsqueda de fortalecer así el tejido social, la identidad local y la participación colectiva desde la función social que es premisa y motor del arte público significativo, participativo y solidario. Cabe destacar, que las obras de arte mural cobran materialidad a traves de procesos reflexivos, todos diversos y singulares al partir de poesías de autores locales como Cristina Assenato, Carlos Cuccáro, María Alex Urrutia Artieda, Jorge Meza, María Cristina Cordido, Julio Cordeviola, Flavio Fiorenza o Roberto Glorioso, quien justamente es quien da cuerpo desde su prosa sensible a la obra "Las Brasas", flamantemente reinaugurada.

Sucedió así: si bien el paso del tiempo, sus inclemencias meteorológicas o la crudeza de la intemperie afectan directamente a la materialidad de las obras, también es cierto que existe otra intemperie, la de la deriva misma que implica cierta área de vacancia de políticas culturales en relación al patrimonio material en lo que respecta a su conservación, promoción y difusión del Arte Público, ya sea en sus distintos niveles de responsabilidades, que se resumen muchas veces a -valiosísimas pero insuficientes- voluntades específicas y dejan en evidencia la necesidad de planes integrales y proyección a largo plazo del cuidado del patrimonio cultural local del que Azul goza con creaciones como las obras de Francisco Salamone, Claudio Lantier, César López Claro, Claro Bettinelli, Adolfo Pérez Esquivel, Chirola Gasparini, Daniel Balssamello o Carlos Regazzoni.

Por eso mismo, se celebra el apoyo del Festival Cervantino para promover la jerarquización del proyecto de Muralismo y Arte Público en Azul en general y en particular la obra "Las brasas", respetada en su diseño original pero transformada la pintura mural en una obra de técnicas mixtas como las de mosaiquismo y esgrafiado. Buscando así desde la materialidad de la misma su perdurabilidad y protección, lo que significó un gran esfuerzo de trabajo incansable a la vez que gratificante, donde el muralista Martín Meza en colaboración con Gerónimo Fabián y Leo J. Barata, más el incondicional apoyo de Omar Seoane responsable del Espacio Cultural Don Cipriano, lograron llevar adelante un aporte sustancial a las obras de arte de la ciudad presentándola a la comunidad en un emotivo acto como una nueva conquista de un viejo desafío en pos de la transformación del espacio público y la problematización del abordaje de la construcción de sentido como así también el del uso de los espacios desde un arte situado, comprometido con el territorio y la historia, en este caso poniendo también en valor las voces de la Diversidad Cultural y de los Pueblos Originarios.

Dicho acto, contó con la presencia de Maya Vena y Martín Laborda, Omar Seoane, Norma Catriel, les artistas responsables de la obra y otros del ámbito cultural como Silvio Oliva Drys y Héctor Perli, estudiantes de la escuela de Bellas Artes Luciano Fortabat y público en general que se acercó a compartir también un cálido brindis simbólico para cerrar una mágica y emotiva jornada, coincidiendo en la importancia de lo realizado, como así también reflexionando sobre todo lo que es posible y necesario hacer para mejorar la calidad de vida y poner en valor la propia historia.