En nuestra ciudad, se ha convertido en un peligroso hábito el hecho de circular por las calles de tierra como si todas fuesen de doble mano. Inclusive esta anormalidad se observa también en sectores pavimentados.

Se trata entonces de un problema que ha comenzado a estudiar en profundidad la concejal María Cristina "Cata" Álvarez, del bloque Nuevo Azul, y que pronto se convertirá en proyecto de ordenanza.

En diálogo con EL TIEMPO, Álvarez explicó ayer que "por lo general, a las calles de tierra la gente cuando circula en sus vehículos piensa que puede usarlas para un lado, para otro, doble mano y no es así".

Destacó que "cuando se produce algún accidente, normalmente las compañías de seguros plantean estos inconvenientes. Y no sólo en calles de tierra: nos han mencionado varios de estos casos en la calle Aldaz, que es doble mano desde avenida 25 de Mayo hasta Maipú. Existe asfalto allí y es una zona complicada porque hay semáforos, hay circulación de colectivos" y, en consecuencia, los riesgos se multiplican.

Sin embargo, esta anormalidad en la circulación de vehículos es permanente. Del mismo modo, el hecho puede observarse a diario en múltiples puntos del casco urbano de nuestra ciudad.

Como viene la mano

Ciertamente son muchas "las calles que resultan complicadas" en Azul, explicó la edil ayer a este diario, "sobre todo cuando se producen accidentes y los seguros terminan no cubriendo lo que corresponde precisamente por este problema: cómo se utilizan las calles".

Pero no es el único objetivo del proyecto de ordenanza que desarrolla "Cata" Álvarez. "También se trata de una cuestión de seguridad", puesto que "se circula por calles como si fueran de doble mano, como si nada" y ello, además de implicar una contravención de tránsito, aumenta el riesgo en materia de accidentes.

La concejal recién comienza esta tarea de verificación, por lo que aún no se puede determinar el porcentaje de calles del casco urbano de Azul que carecen de sentido de circulación perfectamente demarcado, pero en principio afectaría a la mayoría de las calles de tierra y algunas pavimentadas sin señalizar (o cuya señalización, por diversos motivos, ha desaparecido).

"Estoy trabajando con el plano de toda la ciudad y corroborando con las ordenanzas que existen, si es que están, para poner cartelería de señalización en todas las que falte". Naturalmente, el objetivo final es que "eso se respete".

Álvarez puntualizó que "esto lo comencé la semana pasada. Voy corroborando ya la zona norte de la ciudad, verificando además cada sitio, observando la situación".

"Lo que tengo como objetivo -añadió- es que todas [las arterias] estén con sus carteles indicadores. La regla general es que, lamentablemente, calle de tierra que existe, se utiliza como doble mano".

Ordenar y concientizar

Observó un caso particular: "Estuve en Calle 3 y Maipú. Se usa como doble mano, aunque en este caso tiene el cartel de sentido de circulación. Pero no se respeta".

Ante ese panorama, y como contexto general para su proyecto de ordenanza, indicó que "hay que empezar a concientizar en ese sentido: que sea calle de tierra no implica que se pueda circular a doble mano".

Mientras detalló cada situación señalando en el mapa del casco urbano, durante la entrevista con EL TIEMPO Álvarez explicó que "estoy indagando en el tema. El proyecto no está armado. Recién estoy haciendo este trabajito de hormiga, muy puntilloso, en cada calle de la ciudad".

Y ante una consulta en ese sentido, subrayó: "Los fundamentos, de todos modos, son que cada calle tiene que tener su cartelería, sea de asfalto o de tierra, indicando el sentido de circulación que corresponda en cada caso. En el barrio Ceramista, por ejemplo, hubo dos calles con el mismo nombre: Puerto Rico. Después se pasó a denominar Antillas a la segunda", pero, ciertamente, la anormalidad se extendió durante mucho tiempo.

La autora de la iniciativa recordó que "la manera en que se ha construido ese barrio, es bastante problemática; por ejemplo, cómo se hicieron las aperturas de calles", entre otros aspectos. "Por eso es que hay que controlar con las ordenanzas [a la vista], verificando el sentido de cada arteria y sus nombres".

Del mismo modo se estudiará el caso de las calles República de Italia y Guiraut, que aparecen como si se tratase de la misma arteria en algunos mapas, tanto en sus versiones papel como digitales (Google maps por caso). Álvarez dijo que "hay muchos detalles en los que hay que ir fijándose. En principio ubico el lugar, controlo el sentido, la dirección, todo ello en el mapa, y luego voy a corroborar a cada lugar".

Algunas ordenanzas son antiguas y la ciudad, mientras tanto, ha ido extendiéndose hacia los cuatro puntos cardinales. "Se han construido viviendas, se han abierto calles nuevas y a veces no está la ordenanza que determine el sentido de circulación", dijo la edil.

En este marco, Álvarez recordó que existen antecedentes muy recientes. "También mejoramos algunas cuestiones. Por ejemplo está el caso del barrio Güemes, que fue un proyecto de mi autoría. Allí, alrededor de la escuela y el jardín de infantes, se determinó que sólo se va a estacionar de una sola mano". (Ver recuadro)

Se trata de un barrio con mucha circulación de tránsito y, en general, con un trazado angosto de calles.

"Otra cuestión problemática -finalizó- es que algunas calles tienen un nombre de tal cruce hacia otro, y luego cambian por otro nombre. A veces esto es un trastorno también, porque podemos decir: cambiamos el nombre y que sea toda una, pero implica que hay que hacer cambio de DNI, en los impuestos y servicios. Es decir, hay toda una problemática bastante importante que genera y complica al vecino". Ninguno de estos aspectos, en el nuevo proyecto de ordenanza, será obviado.

El caso de la Escuela 62

Mediante la ordenanza N° 4739 del pasado 10 de agosto, se prohibió "el estacionamiento vehicular sobre la vereda de la plaza Martín Miguel de Güemes entre las calles Venezuela y Colombia; sobre la mano derecha de la calle Venezuela entre las calles Argentina y Brasil; sobre la mano izquierda de la calle Brasil entre las calles Venezuela y Colombia; y sobre la mano derecha de la calle Colombia entre las calles Argentina y Brasil".

El proyecto de la legisladora local María Cristina Álvarez (Nuevo Azul) se fundamentó en los inconvenientes observados en torno a "la circulación de vehículos que genera el estacionamiento en doble mano sobre las arterias que rodean a la Escuela Primaria Nº 62 Monseñor César A. Cáneva de la ciudad de Azul, constituyendo la calle Argentina el acceso a los barrios Güemes, Ceramista y Dorrego".