En la 46° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires siempre hay algún título que sobresale y logra distinguirse por su originalidad. Y ese es el caso de "El tenis para ciegos", un libro que su autor Eduardo Raffetto demuestra que, cuando se cree en un proyecto, todo es más fácil de concretar y mantener en el tiempo.

Vale destacar que la igualdad de derechos para realizar actividad física alcanzó su punto más alto en las últimas décadas con la inclusión de los deportes adaptados: la aparición de Los Murciélagos, el fútbol para gente con parálisis cerebral, básquet en silla de ruedas y muchos otros que se fueron sumando a la lista. Entre ellos, las personas no videntes o disminuidas visuales encontraron una manera de jugar con la raqueta.

Precisamente, Raffetto es el creador y director del programa que lleva el nombre de su obra que funciona desde hace aproximadamente 10 años.

En dialogo con Tiempo de Radio, el actual entrenador de tenis y tenis para ciegos explicó días atrás de qué manera comenzó su trabajo en esta última disciplina que no es muy diferente a la primera, pero con la diferencia de que la parte visual está reemplazada por lo auditivo.

"Estoy en la actividad desde hace 30 años y en noviembre de 2011, en mí centro de desarrollo que está en Caballito tenía un cartel en la puerta que decía 'clases de tenis para adultos y niños' y cuando salgo de este lugar, se me acercó una mamá a preguntarme si sus hijas podían hacer la actividad. Tenían discapacidad visual y me di cuenta de que no existía algo para ellas en el país", detalló y recordó que "en ese momento podría haber dicho que no, pero algo surgió en mí y quise ver si las podía ayudar".

"Me interioricé y me puse en contacto con una Federación de tenis para ciegos que había en Japón. Me respondieron y, a los pocos días, me enviaron unos manuales y dos pelotas", comentó sobre cómo comenzó la historia de tenis para ciegos en Argentina.

El paso siguiente fue conformar un equipo de profesores de educación física y especialistas en educación para personas con dificultades visuales.

En cuanto al sistema de juego, destacó que las dimensiones de la cancha también son más chicas y las líneas están marcadas por una soga de tres milímetros de espesor que se adhiere al suelo con cinta. Además, los deportistas adaptados "tienen tres piques cuando los convencionales tienen uno", aportó para luego aclarar que la pelota está hecha de goma espuma y es más grande que la normal. Esta también contiene una de ping pong con municiones de plomo en su interior para crear la referencia espacial para el jugador. Es de color amarillo para las personas con ceguera total o de color negro para quienes sufren de algún grado de disminución en la vista.

El juego no varía demasiado: los partidos se juegan a tres sets, tienen tie break corto y el saque puede ser de arriba o de abajo.

Por otra parte, al ser consultado sobre el paso a paso en este proyecto, Raffetto indicó que en "el primer periodo los japoneses me empezaron a coachear" y tras varios meses de capacitación "me autorizaron a llevar el deporte a la Argentina, que por supuesto está todo documentado"

"Yo sabía que esto iba a ser muy bueno, cuando recibí al primer alumno, 'Martincito' Disalvo, ciego total de nacimiento, 29 años al día de hoy, sentí la misma sensación que con mí primer alumno de tenis: nervios, irá a seguir, serviré para esto... Y hoy puedo decir gracias a Dios que sí, que salió como uno quiso", manifestó.

Luego, en este periodo de aprendizaje, el entrenador recordó una anécdota cuando recién empezaba. "Les empecé a decir mirá la pelota y ellos me decían: 'Edu' tranquilo, vos usa el vocabulario normal, después de a poco vamos buscando el que corresponde'; hasta el día de hoy aceptan esos vocablos, cómo mirá la pelota", destacó.

Con la intención de brindar apoyo a esta iniciativa, Raffetto decidió contar la historia de este deporte adaptado en un libro, que se lo puede encontrar en STAND N° 431 del Predio La Rural, Buenos Aires, donde se desarrolla este evento y que tendrá su clausura este lunes.

En relación a su obra, indicó que "es un sueño y lo que desencadenó su creación fue en mí última capacitación en Comodoro Rivadavia. Recuerdo que vino un papá y me dijo: 'Nos tiras más tips porque donde vivo, en mí pueblito a 100 kilómetros no hay nada'. En referencia para su hija de 15 años no vidente; entonces el libro está dedicado a los padres, a la familia, por el gran sacrificio que hacen y que uno lo ve en carne propia".

En cuanto a la descripción de su obra, comentó que está dividida en tres partes.

En la primera parte se explica de qué manera comenzó este deporte en la Argentina, su actualidad a nivel mundial, su historia y cómo -con cada acción realizada por el autor y sus equipos de trabajo- el tenis para ciegos y disminuidos visuales fue gestándose en el país.

La segunda parte apunta, con un lenguaje simple y didáctico, al área técnica -cómo trabajar con el alumno, primeros pasos en la enseñanza, golpes y ejercicios básicos, elementos esenciales para la actividad, consejos útiles, el reglamento completo y un aspecto primordial: el armado de la pelota en sus dos formas posibles-.

La tercera parte hace énfasis en las opiniones y sentimientos que este deporte ha generado, tanto en los alumnos como también en los profesionales del mundo del tenis que lo han observado y jugado.

De esta forma, el vocablo "imposible" no figura en el diccionario del deporte, porque a través de la raqueta y la pelota, las personas con diversos grados de discapacidad visual tienen una alternativa para acercarse a la actividad física.

El dato

Para más detalles pueden dirigirse a las redes sociales de tenis para ciegos, donde podrán consultar por información y averiguar cómo iniciar la actividad.