Por Laura Méndez de la

Redacción de EL TIEMPO

Jordán Gallicchio es azuleño, periodista, tiene 38 años y vive con su familia en Buenos Aires. Trabaja en TyC Sports, por lo general cubriendo para la TV fútbol, voleibol y básquet, que son los deportes en los cuales principalmente desarrolla sus trabajos como comentarista o periodista en campo de juego.

En una charla mantenida con este diario, habló acerca de cuándo se fue a estudiar, admitió que tiene ganas de volver a hacer radio a corto plazo y se refirió a Azul y al trabajo de periodismo. Opinó que la profesión está en crisis y explicó por qué.

Es el personaje que presentamos este miércoles en "Azuleños destacados".

"En aquel bolso había muchos sueños"

-¿A qué edad te fuiste de Azul y qué sueños te llevaste en la valija?

-En el verano del año 2002 me vine de Azul con 19 años a estudiar a Buenos Aires. Creo que en aquel bolso había muchos sueños (lamento no haberlos anotado porque me serviría para muchas veces bajar las exigencias). Algunos de aquellos sueños tangibles y otros, quizás, más presentes en el inconsciente, de esos que son un poco más triviales pero no menos importantes y que con el tiempo se suelen transformar en indispensables.

-¿Los cumpliste?

-En parte sí. Podemos decir que de aquellos sueños (o delirios de juventud) hubo unos cuantos que se cumplieron, otros que hasta podríamos decir que la realidad superó a las expectativas adolescentes y otros que han ido variando y tal vez algún día los alcance (o no). Sinceramente creo que me he propuesto dejar de correr detrás de la zanahoria cómo comúnmente se dice y trato de disfrutar lo simple de cada día. Pero por ejemplo si te tengo que contar uno de aquellos tangibles creo tener en la memoria haberme propuesto en esas mateadas con amigos en épocas de secundaria llegar a trabajar en Fútbol de Primera. ¿Por qué? Porque marcó una época en la TV argentina, porque estimo que en ese momento no lo sabía pero detrás de ese programa había un fuerte marco nostálgico de verlo en mi primera infancia en casa con mi papá. Ese programa me acompañó siempre. Desde que me enganché con el fútbol a los 3 ó 4 años hasta que lo levantaron y yo estaba estudiando en Capital. Cómo te imaginarás las cuentas no dieron. Nunca llegué a ese programa pero sí pude compartir transmisiones con muchos de los referentes de aquel ciclo, ser parte de un programa de alcance nacional como fue el Fútbol Para Todos e ir a cubrir un Mundial (deseo que toquen más). Así que creo que lo doy por cumplido. Me haces pensar y repasar sin querer, queriendo.... Después están aquellos que por entonces estaban más en segundo plano y hoy pasaron a ser la prioridad. Haberme podido sostener en un contexto complicado de país por aquellos años de incertidumbre, haber formado una familia, una casa propia, etc, etc. Hoy te digo que eso si me enorgullece mucho más.

Federico Baroni, Jordan y Nicolás Uriarte en plena cobertura de la VNL 2019. Federico es amigo azuleño y actual PF de la selección Argentina de voley. Nicolás, hijo mayor de Jon, jugador del seleccionado. Los 3 formados en Azul Voley Club.

-¿Hubo alguien que te tendiera una mano o te abriste camino solo?

-Si por supuesto que sí. Desde mi vieja (Cristina Sabella), mi hermana (Ximena Gallicchio) y mi tía (Marta Sabella) que hicieron lo que estaba a su alcance y imposible también para que yo pueda sostenerme en CABA en la primera época. Mis amigos/compañeros de departamento en años de facultad y sus familias: Pablo Knopoff y Juan Castiglione (el ritual de las encomiendas con comida azuleña podría valer una miniserie de Netflix) y las personas que me fueron abriendo las puertas para arrancar a trabajar. En ese rubro fueron muchas y generosas. Yo siempre digo que la puerta te la abren y te ayudan a empezar a recorrer el camino después depende de uno. Esto de estar preparado para aprovechar la oportunidad que tanto buscaste y generaste. Después hay un momento, con respeto, sin arrogancia y creer que te la sabes toda dónde hay que empezar a aplicar lo que has aprendido y caminar hacia otra puerta. Eso sí, sin olvidarte lo importante que decir gracias por la oportunidad cuándo te vas. Soy un convencido que en cada etapa aparece la persona que te tiende una mano y es importante para ir abriendo otra y otra. Sería injusto si me pongo a dar nombres en el medio porque interpreto que es mucha la gente que me ha ayudado.

"Me fascina la comunicación en general"

-Te dedicas a la TV. ¿Es lo que más te gusta del periodismo? ¿Por qué? ¿Por qué otras ramas has pasado y cómo fueron tus experiencias?

-Actualmente hago transmisiones deportivas que son producción de Torneos para TyC Sports en TV. Por lo general Fútbol, Voleibol y Básquet son los deportes dónde desarrollo mis trabajos como comentarista o periodista en campo de juego. La realidad es que me fascina la comunicación en general, me gusta todo y la aplico en todos los ámbitos que te puedas imaginar. Creo que es un mal de nuestro tiempo la forma en que se comunica y nos comunicamos. Pero te confieso que, casi cómo un TOC voy leyendo grupos de WahtApp, mails del consorcio, comunicados del jardín del nene y busco todo el tiempo esa famosa construcción del sentido y que se quiere decir realmente. He tenido la suerte de hacer radio y he incursionado en gráfica (sobre todo en soporte web bastante tiempo). En TV, también, me ha tocado hacer ciclos documentales que creo tienen una narrativa infinitamente diferente a lo que hago hoy que es más liviano y volátil. Me encantó hacerlo y es una etapa que echo de menos. También hice teatro y lo considero cómo otra linda manera de comunicar. Me quedo con un poco de cada una de esas experiencias. Las partes del todo podríamos decir aunque, sin dudas, la radio para mi tiene un encanto por sobre todas las demás. No se sí hay una explicación racional o está más ligada a mi infancia y el legado de mi papá. Lo que te puedo garantizar que me gustaría, y mucho, volver a hacer radio en el corto plazo.

-¿Cuál fue la entrevista, nota de la cual te sentiste más orgulloso y dijiste "ya está"?

-Arranco por el final. Creo que por mi manera de ser nunca diría ya está. Siempre hay algo más. He tenido la suerte de entrevistar a personalidades que me conmovían previamente cómo Maradona, Ginobilli, De Vicenzo, Mascherano, Riquelme, Menotti, Bilardo, Bochini, Vicente del Bosque, Nalbandián por recordar algunos y me han tocado alguna fibra íntima por el preconcepto positivo que yo tenía sobre ellos. He disfrutado mucho mi paso por aquellos programas no tan ligados al deporte o al evento en vivo que me dejaron cosas muy lindas. El paso por Canal á es una etapa que me sirvió mucho y le tengo un cariño particular (sobre todo lo que fue mi etapa como productor o notero de la querida e insustituible Débora Pérez Volpín). Y si tengo que elegir algo, no se sí lo definiría cómo orgullo, pero me quedo más con las historias mínimas de acompañar a una cuerda de candombe de un humilde club de barrio en Montevideo durante una llamada, subirme a una "bañadera" e ir de tablado en tablado una noche con una murga o acompañado desde Puerto Príncipe al seleccionado haitiano de fútbol en un partido a beneficio a los pocos días del terremoto que cambió sus vidas para siempre. Soy un enamorado de ese tipo de historias, las no tan conocidas. Y del vínculo, casi antropológico, que se va generando con los protagonistas. Pasas de ser un extraño que invade la privacidad con una cámara y un micrófono a ganarte su confianza y ser parte de ese colectivo, te mimetizas y en ese momento se naturaliza su discurso.

-El periodismo te ha dado posibilidades en otros lugares ¿pero en Azul no o trabajaste acá?. ¿Cómo ves el periodismo en Azul? ¿Que le falta?. Sos conciente que nadie o pocas personas viven del periodismo en Azul? ¿Por qué te parece que sucede esto?

-De chico, en años de secundario, hice algunos trabajos en medios locales. Pasantías no remuneradas pero que realmente me sirvieron para reafirmar que el periodismo era lo que realmente quería hacer. Es una oportunidad que agradeceré siempre a quienes me la dieron.

Después creo que las posibilidades me las fue dando Buenos Aires y no tanto el periodismo en sí. La capital de nuestro país es esa especie de Corazón de Neón, aquella canción inmortalizada por Sabina y Calamaro, pero que escribió la orquesta Mondragón para las ciudades más cosmopolitas del Mundo (quiero creer que por falta de rima en el estribillo omiten Buenos Aires). Por qué lo digo. El problema acá para mí radica más en que está todo extremadamente centralizado, después uno toma la decisión de vivir en una ciudad que te da un montón de cosas pero te saca muchísimas de las esenciales. Y créeme que me pregunto muchas veces por día si vale la pena el tiempo perdido con los afectos por una profesión que me apasiona. En cuanto a lo remunerativo en Capital mismo hay muchos compañeros que trabajan en medios (y de los grandes) que necesitan hacer otra cosa porque no les alcanza para vivir. Trabajamos en una profesión que está en crisis y además viviendo un cambio de paradigma dónde los medios tradicionales están perdiendo terreno con las nuevas tecnologías. Y acá empiezan a aparecer nuevas oportunidades dónde percibo que hay cada vez más y mejores exponentes muy jóvenes que entienden cómo sacarle rédito a cosas que hasta hace poco mirábamos de reojo como los podcast, twich, o las propias redes sociales por nombrar algunas. En eso no hay un lugar físico preponderante para asomar la cabeza, para hacer ruido. Hay ejemplos de jóvenes que causaron impacto en las redes amplificaron su voz y hoy se han ganado lugar en medios grandes. Otros que logran testimonios de personalidades del mundo entero desde radios muy chicas del mal llamado "interior profundo" y que gracias a las redes sociales llegan a los medios nacionales con los títulos conseguidos. Pienso que por ahí pasa por cuestión de ingenio de encontrar un tema y conseguir eses testimonio que tanto buscas. A veces se puede, a veces sale y otras no.

Respecto a la actualidad del periodismo local no podría hacer un diagnostico porque no formo parte del día a día. Se de las dificultades que atraviesan muchos trabajadores y lo difícil que es en el caso de los que tienen que auto gestionarse y valoro el esfuerzo de seguir intentando por esta hermosa profesión. Tenemos una enorme responsabilidad en estos tiempos.

-Formaste familia me dijiste. ¿Te cambio algo eso?, en tu profesión digo.

-Si. Estoy en pareja hace mas de 13 años con Sofia Padilla, también azuleña, y tenemos un hijo de 4 Mateo. Sobre todo el nacimiento del 'peque' fue un antes y un después para la organización familiar. Claramente cambiaron muchas prioridades. La pandemia también fue un cimbronazo. Yo estuve mucho tiempo parado a la espera, lógica, que vuelvan los eventos que conforman mis tareas laborales y Sofi multiplicó su actividad profesional (es Kinesióloga respiratoria en UTI) y fue un cambio importante en la estructura familiar. Su vocación le requería estar "en la primera línea de la trinchera" y acompañamos sin dudar. Pasé de dos o tres viajes por semana a estar siete meses en casa mientras ella hizo un trabajo que siempre será digno de mi admiración en plena adversidad. Es una ida y vuelta, ellos hacen muchos esfuerzos debido a mi trabajo y se bancan la imprevisibilidad de mi profesión y vivir en un lugar que seguramente no es el ideal para criar un hijo. Al menos al espejo de lo que fue nuestra infancia en Azul.

Un paseo por el Parque Sarmiento con Sofía y Mateo.

-¿Te gustaría ejercer en otro país?

-Sí definitivamente. Es una experiencia que nos encantaría tener cómo familia desde lo cultural. En lo personal cada vez que he tenido la posibilidad de viajar afuera, por paseo o trabajo, me he sentido enormemente enriquecido. Igual debo ser realista y me parece que es cada vez más difícil por la estructura familiar pero no lo descartaría, habría que ver cómo y dónde en términos de oportunidad. También se que no es lo mismo ser un turista que un extranjero que sale a ganarse el mango lejos de casa. Sea dónde sea sos visitante.

"Tengo muchas metas por cumplir"

-Sentís que te falta o que estás "completo" a nivel profesional y/o personal.

-Tengo muchas metas por cumplir. Volver a hacer radio como te comentaba. Me encantaría hacer piso en un noticiero deportivo dónde pueda ponerme a prueba todo el tiempo. La noticia llega y estas vos con tu conocimiento y oficio para sacar adelante el tema. Creo que también debe llegar la etapa de animarme a algún proyecto particular en TV con amigos, con los que arrancamos en producción en bien al final de la fila hace más de quince años, y considero hoy nos agarra preparados para ser nuestros propios jefes. Igualmente ya no estoy apurado cómo los primeros años. Tengo fe se irá dando.

-¿Qué es Azul para vos?

-Es un pasado hermoso que lamentablemente no volverá. Debo madurar y admitirlo. El tema es que fue tan lindo, que lo idealicé y me es imposible dejar de mirar atrás. Tuve una hermosa infancia que fue la base de lo que soy. Me siento atravesado por Azul. Es una parte de mi propia historia y no cualquier parte. Es mi familia y las posibilidades que me dio (y le sigue dando a la parte de mi familia que vive en la ciudad). Mis amigos, los barrios dónde crecí y jugué, los clubes donde soñé en grande, los dos colegios que fui y sus profesores (siempre agradecido). Asados, picadas y noches interminables (muy interminables).

-¿Venís seguido? (más allá de la pandemia)

-No tanto cómo me gustaría. Mis afectos lo saben y entienden pero no por eso deja de dolerme. Antes era más sencillo. Cuándo estudiaba era salir corriendo en tren para llegar la propia madrugada del sábado. Ahora sólo dos o tres veces al año por cuestiones laborales pero cuándo volvemos intentamos quedarnos un tiempo que nos permita disfrutar. El tema es que tenemos otra parte de la familia en Córdoba y hay que repartirse. También nos visita en Buenos Aires seguido y así complementamos por lo que no veo la hora que termine esta pesadilla de la pandemia. Lo que sí cada vez que voy a Azul hay momentos que no me pierdo. Me gusta salir a andar en bicicleta con mis sobrinas, ir al Parque o al Balneario a jugar a la pelota o al básquet con mi hijo. Alguna visita con amigos al Bar de Embil dónde se comen los mejores chorizos secos del Mundo y una pasada obligada por la cancha de Alumni y el entrenamiento de Azul Voley. Debo reconocer que le vengo fallando a los de La Camila pero la próxima no pasa. Es una manera de visitar los afectos y darse una vuelta por el pasado.

-¿Volverías definitivamente?. Si es sí, ¿con qué proyecto?

-Hoy te diría que no ya que los proyectos laborales están en otro lado. Pero nunca se sabe que puede pasar. La vida es movimiento constante y no siempre el trabajo es debe ser el proyecto primordial.

-¿Querés mandar saludos a alguien?

-Soy de saludar y trato de decir las cosas en persona a los seres queridos (hoy lamentablemente la pandemia nos lleva a usar mucha video llamada) y creo ellos lo saben. Sí aprovecho para agradecerte la entrevista y sin duda a aquellos de Azul que me ayudaron de una manera de otra en mi formación. No tanto la del periodista sino al amigo, vecino, alumno, compañero en la escuela o el club. Ese idealista y cabeza dura en busca de un mundo más equitativo. Abrazo de gol.