-Papi, ¿por qué acá hay tantas flores y cosas?

-Porque la mujer que está ahí es muy importante para el peronismo.

La escena tiene lugar en el cementerio de la Recoleta, frente a la tumba de Evita, un sábado por la tarde. La nena avanza haciendo equilibrio entre flores, cartas, banderas y demás ofrendas, una escena que es única en ese gigantesco lugar. La respuesta del papá es suficiente para que ella siga caminando, atenta a todas las personas que venimos tras de ella. En el cementerio como en la historia, a Evita se la rastrea siguiendo el cariño popular.

En el marco de una serie de actividades que Peronismo 26 de Julio plasmó para conmemorar el 70 aniversario del paso a la inmortalidad de Evita, compañeras militantes visitamos el mausoleo de nuestra eterna guía. Allí depositamos una ofrenda floral, formando parte (por un instante) de una demostración de amor a Evita muy emocionante.

Unas horas antes, habíamos recorrido el Museo Evita, otrora el Hogar de Tránsito N° 2, "fundado por Eva Perón para socorrer a las mujeres necesitadas con hijos", según reza una placa en su fachada. Caminar los lugares que Eva caminó y donde llevó adelante parte de su obra nos sigue inspirando y nos guía en esta militancia que día a día llevamos adelante desde el amor, y en la que llevamos bien alto las banderas de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.

Las vividas el sábado pasado son de esas experiencias en las que priman las emociones y el sentir peronista. Como reza una epígrafe al pie de una gigantografía en el recorrido del museo, "Vivió 33 años. Transformó la Historia. Sigue inspirando".

Agrupación Peronismo 26 de Julio de Azul.