Cinco años y seis meses de prisión y el pago de una multa de 34.800 pesos fueron las penas que un juez le impuso a un hombre oriundo de Olavarría, durante un juicio donde el encausado fue declarado autor penalmente responsable de un hecho de abigeato que en un campo situado en la localidad de Sierras Bayas había sucedido en julio de 2017.

Escenario de este debate desarrollado en el Palacio de Justicia de Azul fue el Tribunal Oral en lo Criminal número 1, informaron voceros judiciales a EL TIEMPO.

Anteayer lunes se anunció el veredicto condenatorio para el imputado, identificado como Jorge Luis Baglio y de 34 años de edad.

En ese proceso, donde de manera unipersonal intervino el juez Martín Céspedes, el olavarriense fue condenado como autor del delito de abigeato agravado.

Teniendo en cuenta que no se encuentra actualmente privado de la libertad y que este fallo es de primera instancia, el Juez que intervino en este debate le fijó diferentes pautas de conducta "a los fines de asegurar el eventual futuro cumplimiento de la pena aplicada".

Dichas obligaciones consisten en que el declarado autor de este hecho de abigeato debe presentarse en sede judicial cada vez que sea convocado desde el Tribunal donde fue juzgado, no ausentarse de su domicilio por más de 24 horas y denunciar las circunstancias "que puedan imponerle una ausencia del mismo por un término mayor". Y también tiene que "constituir domicilio especial dentro del territorio de la Provincia de Buenos

Aires".

La decisión de no ordenar su detención en esta instancia obedeció, además de la circunstancia ya referida de que este fallo no está firme, a que durante todo este tiempo en que el ahora condenado estuvo imputado no evidenció actitudes que pusieran en riesgo el pulso de ese proceso que lo involucra.

La multa de 34.800 pesos que también le fue impuesta como una de las sanciones por este caso de abigeato -se explicó en la resolución- es el equivalente a "dos veces al valor promedio de la hacienda sustraída" durante lo que había sido este episodio delictivo.

Dos vacas

Entre las últimas horas del 15 de julio de 2017 y las primeras del día siguiente fue situado temporalmente como sucedido el hecho que anteayer se tradujo en la condena para Jorge Luis Baglio.

Un establecimiento rural llamado "La Teresa" -propiedad de la "Sucesión Ambrosio Colombo" y ubicado en el acceso a la localidad de Sierras Bayas, en el Partido de Olavarría- fue el lugar donde este episodio de abigeato había ocurrido.

Aquel día ya referido, "al menos una persona de sexo masculino" -que de acuerdo con lo que quedara demostrado en este juicio oral resultó ser el olavarriense condenado- ingresó al mencionado establecimiento rural para cometer ese ilícito.

En el fallo se indicó también que para dar muerte a dos vacunos Baglio utilizó un arma blanca, con la que los degolló. Y que "luego procedió a despostar uno de los animales -usando elementos aptos para tal fin- apoderándose ilegítimamente de los cuartos y paletas, dejando entero pero sin vida al restante, para posteriormente retirarse del lugar", escribió el juez Céspedes al referirse a las características que tuvo aquel caso de cuatrerismo.

Ambos animales eran vacas que estaban preñadas, raza Aberdeen Angus y de pelaje negro.

Una de las pruebas valoradas por el Juez que condenó al olavarriense tuvo que ver con lo declarado por un policía en el juicio, quien afirmó que el día de sucedido el caso de cuatrerismo había observado la camioneta propiedad del acusado circulando en cercanías al campo convertido en escenario del ilícito.

"La presencia de Baglio en inmediaciones del lugar del hecho, en un horario compatible con el de su producción y con un medio de locomoción adecuado (camioneta con cúpula) para el transporte oculto de uno o varios vacunos faenados, el cual además tenía signos de llevar peso en su caja de carga, se erige como un serio indicio de oportunidad", se mencionó al respecto en el fallo.

Tras la denuncia radicada por este caso de abigeato, dos días después a sucedido el hecho se realizó un allanamiento en el inmueble de Olavarría donde reside el ahora condenado.

En aquella diligencia -donde policías incautaron diferentes elementos considerados de interés para esta pesquisa y también una moto robada- se hallaron pelos de vacunos en la camioneta de Baglio.

Esas muestras posteriormente, al ser cotejado su ADN con restos de los animales carneados en el campo, arrojaron como resultado "una incontrastable coincidencia genética", lo que para el Juez se constituyó en una evidencia que permitía ubicar al hombre sometido a este proceso "en calidad de autor" por lo sucedido.

En representación de las partes intervinieron en este juicio el fiscal Lucas Moyano y el abogado Claudio César García, quien lo hizo como defensor Particular del encausado.

Durante su alegato, el abogado del ahora condenado en esta instancia había pedido que se declararan las nulidades de las diligencias llevadas a cabo en la casa y en el rodado de su cliente al momento de realizarse el allanamiento. Pero el juez Céspedes rechazó ese planteo, según puede leerse en el fallo de este juicio cuyo veredicto se conoció hace dos días en el TOC 1.

Otro pedido impulsado por la Defensa y que no prosperó apuntaba a un cambio de calificación del delito por el que el olavarriense resultó condenado. Concretamente, a las figuras de "hurto simple" y, en subsidio, a la de "abigeato simple".

Pero las características del hecho hicieron que el magistrado del Tribunal que intervino en este proceso judicial definiera a escala penal lo sucedido como configurativo de un abigeato agravado. Figura que -escribió Céspedes en lo resuelto- "abarca, entre otras circunstancias, el empleo de fuerza sobre el animal, al darle muerte y faenarlo en el lugar para luego apoderarse ilegítimamente de algunas de sus partes".

EL DATO

Jorge Luis Baglio, el hombre declarado autor de este caso de abigeato, registra una condena por otro episodio delictivo. Pero esa circunstancia no fue considerada como una agravante, "por cuanto al momento de cometerse este hecho en juzgamiento aún no tenía dicho antecedente", señaló el magistrado Martín Céspedes en la resolución. En cambio, el Juez valoró como circunstancias potenciadoras de las penas que le dictó al encausado "el haber actuado al amparo de la nocturnidad" cuando cometió este hecho de cuatrerismo y "la utilización de un medio de transporte" para llevarlo a cabo.