La Cámara Penal de Azul confirmó las prisiones preventivas de tres azuleños acusados de un intento de homicidio que durante el pasado mes de junio se produjo en la casa donde se domicilia uno de los encausados, vivienda ubicada en el Barrio Villa Fidelidad de esta ciudad.

El incidente había tenido como víctima a un joven que fue atacado a golpes, agresión durante la cual también intentaron ahorcarlo con una campera, según él mismo declarara después.

La ratificación desde el máximo Tribunal de Alzada departamental de las medidas cautelares -que al mes siguiente de sucedido el hecho habían sido dispuestas en primera instancia por el Juez de Garantías que entiende en esta investigación penal- implicó que fueran rechazados por "improcedentes" los recursos de apelación presentados por los abogados de los imputados.

De esa manera, los tres encausados continúan privados de la libertad, al seguir siendo considerados "prima facie" coautores del delito de homicidio simple en grado de tentativa.

Elías Facundo Sotes, un joven que tiene 25 años de edad; Fernando Nahuel Imaz (30) y Leonardo Pedernera (23) se llaman los acusados.

Están presos en la Unidad 7, la cárcel de varones del SPB con sede en Azul y habían sido detenidos tres días después a sucedido aquel hecho, que tuvo como escenario la vivienda del primero de los imputados mencionados, ubicada en la calle 9 de Julio entre Comandante Franco y Laprida.

En la investigación penal, que lleva adelante el fiscal Marcelo Fernández desde la UFI 1, como víctima de lo ocurrido figura un joven llamado Nazareno Reyes, de 22 años.

En esas actuaciones se señala que en las primeras horas del pasado 4 de junio se produjo lo que a escala penal es considerado este intento de homicidio, un hecho por el que los imputados fueron detenidos el domingo 7 de aquel mismo mes, contando con órdenes dispuestas por Federico Barberena.

El magistrado a cargo del Juzgado de Garantías 2, al mes siguiente de que los jóvenes fueran arrestados, les había dictado a los tres las prisiones preventivas, medidas cautelares que ahora fueron confirmadas desde la Cámara Penal, según voceros allegados a esta investigación informaron ayer a EL TIEMPO.

"Entiendo que se encuentra justificada la ocurrencia del hecho y que concurren elementos de convicción suficientes o indicios vehementes que me llevan a sostener que los encausados resultan coautores funcionales del mismo, en razón de haber realizado cada uno de ellos un aporte esencial para la consumación del plan, el cual no pudo concretarse por factores ajenos a los imputados", escribió el juez Carlos Pagliere (h) al confirmar desde la Cámara Penal las prisiones preventivas para Sotes, Imaz y Pedernera.

Resuelto por unanimidad con el voto de Damián Cini, el otro camarista, ese fallo ratificó la calificación que tiene esta causa penal desde que comenzó a instruirse.

Al respecto, en esta segunda instancia no prosperó lo pretendido por los abogados de los encausados, quienes habían solicitado un cambio de calificación del sumario, a un delito menos gravoso.

Sobre el encuadre legal, en el fallo se indicó que "el mismo arriba correctamente delimitado como homicidio simple en grado de tentativa".

"En suma, el ataque reiterado de tres personas sobre la humanidad de solo una, propinando innumerable cantidad de golpes -patadas y piñas-, con marcada violencia, en zonas vitales del cuerpo como lo es la cabeza, que produjeron lesiones de consideración y vociferando frases tales como 'te vamos a matar', me permite presumir la existencia del dolo homicida que la figura imputada reclama, plan que se vio frustrado por la llegada de la fuerza de seguridad pública", escribió también el camarista Pagliere (h) en la resolución, a modo de conclusión para confirmar la prisión preventiva a los tres acusados que tiene este hecho, que continúa siendo considerado un intento de homicidio.

EL DATO

Adriana Hernández, en su carácter de defensora Oficial de Pedernera y Sotes, y Fernando Santomauro, abogado de Imaz, habían presentado sendos recursos de apelación ante la Cámara Penal en busca de que las prisiones preventivas de los tres encausados fueran revocadas, algo que no sucedió. La Defensora Oficial afirmaba que el hecho fue tan sólo una "pelea" donde los acusados "no tuvieron intención de causar la muerte del agredido". Y el Defensor Particular de Imaz, entre otros argumentos, sostenía que en lo sucedido no hubo "intención homicida" por parte de su cliente.

La agresión

Minutos después de la hora 2.30 de ese ya referido 4 de junio que pasó -se menciona en las actuaciones penales- se produjo el hecho donde Nazareno Reyes resultó lesionado a causa del ataque que sufriera.

En ese entonces, cuando varios jóvenes se habían juntado a cenar en la casa de Sotes, la víctima de este intento de homicidio le reclamó a otro de los encausados -Pedernera- la devolución de su bicicleta, en la cual había llegado hasta esa vivienda horas antes y dejó estacionada en el patio del referido inmueble.

La discusión derivó en que Imaz, el tercero de los imputados, llevara a Reyes a los empujones hasta el patio, donde "comenzó a pegarle varios golpes de puños y patadas en distintas partes del cuerpo".

Al mismo tiempo Sotes, "utilizando la campera de la víctima, la tomó del cuello desde atrás, ahorcándolo fuertemente", lo cual hizo que el joven que estaba siendo agredido se cayera al suelo.

"En ese instante -se menciona también en el sumario penal- se sumó Leonardo Pedernera y entre los tres le aplicaran más golpes de puños y patadas" a Reyes. Tanto en su cuerpo como en la cabeza y el rostro.

Al mismo tiempo, le gritaban que lo iban a matar, "con claras intenciones de provocarle la muerte".

Durante el ataque uno de los acusados le quitó las zapatillas al joven y las arrojó al interior de la casa donde vive Sotes.

En ese entonces, dos mujeres y un varón que también estaban en la vivienda convertida en escenario de este hecho "intervinieron" para evitar que continuaran agrediendo a Reyes. De esa manera, lograron sacar al joven de la casa.

Pero los tres acusados, "con el fin de lograr su cometido homicida", siguieron a la víctima hasta la vía pública para continuar golpeándola, También, mediante "patadas y golpes de puño en la cabeza y en todo el cuerpo".

Según lo referido en la causa, en ese entonces Sotes continuaba manifestándole que iba a matarlo.

La llegada de personal policial evitó que Reyes siguiera siendo agredido, ya que eso sirvió para que las dos jóvenes que fueron testigos de lo sucedido lo llevaran hasta la casa de su abuela, ubicada en cercanías a la vivienda donde este intento de homicidio se produjo.

"Nazareno Reyes sufrió lesiones contusas, politraumatismos en rostro con excoriaciones frontales y en nariz, hematomas bipalpebrales en ambos ojos, con derrame conjuntival en ojo izquierdo, hematoma en labio, edema en puente de nariz, excoriaciones lineales en cara lateral de cuello derecho, excoriaciones en dorso de tórax, hematoma y excoriación sobre cresta ilíaca derecha, excoriación en flanco izquierdo y excoriaciones en codos y rodilla", se describe en la investigación penal. Y también, una "fractura en los huesos propios de la nariz con ligero desplazamiento de los fragmentos óseos", lesiones por las cuales después concurrió al hospital para que fuera asistido.

Luego de ser atacado, Reyes constató que le faltaron -junto con la bicicleta- la campera y el teléfono celular.

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