Desde el lunes pasado, la Provincia de Buenos Aires incluyó a Laprida dentro de las zonas que tienen circulación comunitaria de coronavirus, una categorización que se conoció en el esquema de fases que publicó el Ministerio de Salud. En ese contexto, según lo determinó la cartera sanitaria bonaerense, Laprida se encuentra al día de hoy en la Fase 3 del aislamiento obligatorio, junto con otros 39 municipios. En todos los casos, la Provincia aclaró que todos ellos "son distritos con circulación comunitaria" de Covid-19.

Ante ese escenario, en horas de la mañana de ayer, el intendente de la vecina ciudad Pablo Torres dialogó con el programa "Tiempo de Radio" y brindó detalles acerca del escenario que atraviesa el distrito que conduce.

"El brote surgió a partir de una desaprensión"

- Se ha declarado a Laprida como ciudad con circulación comunitaria. ¿Cómo es la situación que atraviesan actualmente en el distrito?

- Estamos en una situación de un brote amplio, importante, que surgió hace unos diez días atrás. Apareció a partir de una desaprensión y cada vez que puedo hago hincapié en esta situación, para que se tenga cuidado con estas cuestiones. En una veterinaria se compartió un mate y a partir de ahí se generó un foco que se fue esparciendo hacia distintos lugares de la ciudad, hasta llegar a un punto donde hoy (por ayer) tenemos 80 personas Covid positivo activo. Si bien se han recuperado unas 60, también hay unos 90 lapridenses hisopados. Hemos realizado un trabajo amplio de contención y aislamiento de algunos sectores de la población, pero el foco se ha ampliado. Esta es una ciudad pequeña, donde tener casi 200 casos positivos es un número importante.

- ¿Cómo venía comportándose hasta ese momento la sociedad lapridense respecto al aislamiento?

- Durante los primeros meses -creo que como en todos lados- tuvimos un cumplimiento muy estricto del aislamiento; fuimos duros en varios momentos de la cuarentena; pasamos prácticamente sin casos hasta que en un momento se dio un pequeño brote de unas 10 personas que se recuperaron, y cuando se logró controlar la situación estuvimos casi 40 días sin casos.

En esos 40 días, cuando pasamos a Fase 5, se hizo sentir el cansancio de la sociedad, que veía que estaba pasando el brote, que no teníamos nuevos casos, y todos empezamos a relajarnos un poco en nuestros cuidados.

Lo que sucede es que cuando el virus ingresa a un lugar donde hay desaprensión, la situación se complica mucho más, ya que no se trata solamente del mate compartido, porque a eso hay que sumarle las conductas desaprensivas de cada una de esas personas una vez que ya tenían el virus y no lo sabían. Si uno comparte un mate y después se va de reunión en reunión; si se tienen síntomas y no se lo informa a las autoridades sanitarias; si se va a una cena de egresados sabiendo que tiene síntomas, se genera una explosión muy importante.

Yo creo que la sociedad lapridense se comportó bien antes, durante y hoy mismo, pero un pequeño grupo tiene mucha capacidad de daño y me parece que ese es el aprendizaje que los azuleños tienen que hacer en nuestro cuero de lapridenses.

Todos tenemos que tomar en cuenta que la responsabilidad individual es central para contener el virus y poder seguir gozando de la libertad que los azuleños hoy tienen en mayor proporción que nosotros, hasta el momento en que llegue la vacuna.

Reuniones sociales

- ¿Las reuniones hasta 10 personas estaban permitidas en Laprida?

- Sí, exactamente. Teníamos permitidas las reuniones familiares y de amigos en sus casas. También teníamos apertura de algunos comercios del tipo pubs-restaurantes.

Algunos vecinos dicen que cometimos el error de abrir ese tipo de actividad, y nosotros estamos convencidos de que no fue así, ya que los habilitamos con un protocolo en el cual -entre otras cuestiones- se establecía que cada asistente debía dejar su nombre y su número de teléfono en una planilla.

Así fue que cuando decidimos empezar a aislar a todos los asistentes a un pub y a sus grupos familiares, pudimos hacerlo en un par de horas. Además recibimos algunas informaciones de chicos que habían estado en ese lugar y que no se encontraban registrados. La evaluación que hacemos es que si en lugar de esa cuestión, donde los chicos estaban en un lugar permitido, hubiesen estado en una fiesta clandestina en un galpón, para nosotros hubiese sido mucho más complejo, porque no hubiésemos tenido los nombres ni los teléfonos, y si hubiésemos conseguido un nombre y algún teléfono, quizás no nos hubiesen informado mucho más porque implicaría "mandarlo preso" al otro, hablando mal y pronto.

Por eso, la legalidad -más allá de que amplificó el brote- nos permitió actuar rápidamente y recibir la colaboración de chicas y chicos que estuvieron en ese lugar, que es un derivado del lugar que mencioné anteriormente.

"En general el sistema de salud está tranquilo"

- ¿Cómo está el sistema de salud en Laprida?

- Gracias a Dios y al trabajo que hemos realizado en estos meses, hemos podido duplicar la cantidad de respiradores (teníamos dos y hoy tenemos cuatro); tenemos cuatro camas de terapia intensiva totalmente equipadas; habíamos armado centros alternativos de internación y también habíamos coordinado con un hotel local para ser utilizado como centro de aislamiento en caso de necesitarlo.

En general el sistema de salud está tranquilo, más allá del enorme esfuerzo que les demanda a los trabajadores de la salud esta situación. Prácticamente no tenemos internados, ya que la inmensa mayoría de las personas contagiadas es gente joven y de buena salud.

En el Hospital tenemos alrededor de siete personas y la que más complejidad tiene en su cuadro de salud fue derivada al hospital de Olavarría y se encuentra allí en terapia intensiva.

"Casi toda la actividad comercial está funcionando"

- ¿Cuál es la situación económica en Laprida en el marco de la pandemia?

- La actividad comercial está ante un escenario difícil, no sólo por la pandemia sino también por la crisis económica preexistente. Es decir, aquí estamos sufriendo una crisis económica a la que se le superpuso una crisis sanitaria que también tiene efectos financieros.

En el análisis que hemos realizado de los casos, determinamos que no necesitamos un cierre de la actividad comercial mayor al que teníamos. Lo estamos monitoreando diariamente, razón por la cual casi toda la actividad comercial está funcionando hoy en Laprida, salvo cuestiones muy puntuales, como pueden ser bares, pubs, restaurantes, gimnasios; es decir, lugares en los que existe un riesgo mayor del común.

Incluso, no hemos detectado que alguien se haya contagiado en una tienda, un almacén, un supermercado, con lo cual en los comercios a los que uno entra, hace la compra y se retira, no nos parece que existan mayores dificultades. Sí hemos extremado las medidas de prevención que deben cumplir tanto los comerciantes como los clientes.