Transitoriamente, el investigado por esta infracción a la Ley 23.737 quedó alojado en la sede de la Seccional Primera local de Policía, al aguardo de lo que mañana jueves será su traslado a los tribunales de Azul para ser indagado, acusado de comercializar estupefacientes al menudeo.

De acuerdo con lo referido por voceros de seguridad, la actividad ilegal que le atribuyen al hombre la desarrollaba aprovechando su condición de remisero.

Desde la UFI 22, la Fiscalía a cargo de Lucas Moyano con asiento en el Palacio de Justicia local, el azuleño que ahora permanece aprehendido venía siendo investigado desde agosto del año anterior.

Durante las primeras horas de hoy miércoles, en el marco de esa pesquisa efectivos policiales de la Delegación Departamental de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas realizaron tres allanamientos que, además del arresto del remisero, arrojaron como resultado los hallazgos y posteriores secuestros de cocaína y de más elementos considerados de relevancia para el sumario penal que se continúa tramitando.

Las diligencias habían sido ordenadas por el juez de Garantías Federico Barberena y tuvieron como objetivos la vivienda donde el ahora imputado por esta infracción a la Ley 23.737 se domicilia con su familia, al igual que dos departamentos que poseía en alquiler.

Esos inmuebles que el acusado tenía para la renta eran, al mismo tiempo, utilizados "al solo efecto de que, en caso de estar investigado, no se pueda determinar el lugar en que se domiciliaba y dónde guardaba los estupefacientes y el dinero que ganaba producto de la venta de la droga", se refirió en un reporte policial.

La investigación penal por la que el remisero sospechado de la comisión de una infracción a la ley de estupefacientes permanece privado de la libertad incluyó que los policías de la delegación antinarcóticos local reunieran diferentes pruebas que derivaron este miércoles en los allanamientos y en su aprehensión.

De esa manera, desde meses atrás se venía trabajando en esta causa, incorporándose elementos que servirían para demostrar que el hombre, "aprovechando su trabajo de remisero, vendía cocaína" y se encargaba también él mismo de realizar en un auto "el reparto" de la mencionada sustancia estupefaciente.

Las tareas desarrolladas por el personal policial incluyeron seguimientos al sospechado, al igual que observaciones de registros de cámaras de seguridad y análisis de las redes sociales del ahora acusado, según se especificó.

Durante los allanamientos realizados en las primeras horas de hoy miércoles en la casa donde se domicilia el imputado y en esos dos departamentos que tenía para alquilar "se procedió al secuestro de una importante cantidad de cocaína, valuada en aproximadamente en 3.700.000 pesos", según se consignó.

Además, se recogieron en esas diligencias más de 2.000.000 de pesos en efectivo, dos balanzas de precisión, elementos para fraccionar y estirar la droga y tres teléfonos celulares.

Parte de la cocaína que fuera incautada en poder del remisero ya estaba en pequeños envoltorios para su posterior comercialización al menudeo; mientras que un trozo de esa misma sustancia también pudo ser hallado y secuestrado durante los referidos procedimientos.

Según fuentes allegadas a esta pesquisa revelaron a EL TIEMPO, fueron en total más de 200 gramos de cocaína los hallados en poder del investigado. Y esos mismos voceros precisaron que actualmente un gramo de esa sustancia estupefaciente se comercializa en un valor promedio de 17.000 pesos.