El hecho en sí es grave. Pero teniendo en cuenta el porte de los animales que protagonizaron este ataque en la vía pública, las consecuencias podían haber sido aún más graves.

En diálogo con diario EL TIEMPO, Mirian Rojo, contó paso a paso cómo fue el episodio que la terminó dejando tumbada en el piso, con mordeduras y con un golpe en la cabeza que todavía le genera mareos y cefaleas.

"Serían las nueve y media o diez de la noche cuando salí a comprar al kiosco y cuando quise acordar salieron los perros por un portón que estaba abierto y se vinieron hacia mí y en pocos segundos estaba tirada en el piso y me habían mordido toda. Primero me habían agarrado de la cabeza, después del brazo y por último me mordieron la espalda" explicó.

En ese sentido la mujer relató que el ataque fue el jueves pasado en la zona de calle Tiro Federal y Lavalle. Luego del mismo con la ayuda de algunos vecinos que llamaron a la ambulancia pudo ser asistida y trasladada al Hospital Pinto, donde le tuvieron que coser las heridas: "Me llevaron en la ambulancia y me tuvieron que hacer diez puntos de sutura en el brazo izquierdo. En realidad, en ese momento me tenía que haber quedado internada en observación, pero me vine a mi casa porque tengo dos nenes y tenía que estar con ellos. Pero igualmente ya realicé la denuncia penal".

Más adelante Mirian contó que al otro día del ataque se dirigió hasta el domicilio de la persona que es la dueña de los perros, que vive a dos cuadras de su casa y manifestó: "Le expliqué que el portón estaba abierto y que los perros me habían atacado, pero a él no le importa nada y me amenazó y me sigue amenazando y hasta el día de hoy siguen con el portón abierto esperando que maten a una criatura".

"Le dije que a esos perros los tenía que tener al menos atados y él me decía que no. Pero si son perros Dogo Argentino que sabes que son malos y asesinos lo más racional es que los tenga atados. Pero él como respuesta me amenazaba y me filmaba con el teléfono" agregó.

Por otro lado, Rojo indicó que no es la primera vez que esos mismos perros se comportan de manera violenta con las personas que pasan por el frente de esa propiedad y recordó: "A una amiga mía le pasó exactamente lo mismo hace cuatro meses y le dieron setenta y nueve puntos en el brazo izquierdo".

Consultada sobre la respuesta que esperan por parte de la justicia, ante un conflicto que puede terminar con un hecho de mayor gravedad a los ya acontecidos, la mujer señaló: "Te da impotencia porque el dueño de los perros se te ríe en la cara y te amenaza como si nada. Y no tenemos libertad de caminar por el barrio porque el peligro está todo el día".

"Llamamos a los encargados de la perrera y nos dijeron que ellos no pueden hacer nada y que lo único que pueden hacer es cobrarle una multa, pero con una multa no resolvemos nada. Lo que queremos es que le saquen los perros" sostuvo.