Se llamaba Guillermo Balma y tenía 20 años de edad. En horas de la mañana de ayer, después de que había sido radicada una denuncia en la Seccional Primera de Policía de Azul para dar con su paradero, fue hallado muerto en Laprida.

Ahora se está instruyendo un sumario penal caratulado como averiguación de causales de muerte, investigación que lleva adelante el fiscal Lucas Moyano.

El funcionario judicial estuvo presente en el lugar donde el joven fue encontrado sin vida, después de que -teniendo en cuenta las circunstancias en que su deceso se produjo- se había suicidado.

El cadáver, ayer a la mañana, fue hallado en un automóvil que en ese entonces había quedado estacionado en el taller del padre del joven.

Ese inmueble está situado en Moreno entre Lavalle y Rivadavia de la ya referida ciudad de Laprida, distante a poco más de 160 kilómetros de Azul.

Si bien en los últimos días el joven se encontraba en Azul, donde tenía familiares, figuraba con domicilio en esa ciudad en la que murió, luego de que se efectuara un disparo en la cabeza con un revólver.

En el lugar donde el fatídico hecho se produjo, personal policial que intervino en lo sucedido incautó el arma de fuego.

Cuando la denuncia por su paradero fue radicada en la Seccional Primera de Azul, diferentes indicios daban cuenta que el joven podía tomar esa trágica determinación de acabar con su vida.

Al respecto, cuando en las primeras horas de ayer voceros de seguridad difundieron el aviso -acompañado de una fotografía del joven- para dar con su paradero, se mencionaba que su papá, cuando era alrededor de la 1, había recibido un mensaje donde su hijo le pedía “que lo perdonara” y también le decía que “lo quería mucho”.

En Azul, lo último que se sabía con relación a su paradero databa del pasado lunes por la noche, cuando le dijo a un familiar suyo con el que había estado que se iba “a dar una vuelta”, por lo que se fue en un Chevrolet Corsa, mismo auto donde ayer por la mañana fue hallado sin vida en Laprida.

Según voceros allegados a la investigación penal que se está llevando adelante, el joven también escribió dos cartas. Una de esas misivas estaba dirigida a su madre y la otra, a sus tíos.

La novedad de su deceso fue notificada a la Policía en Azul ayer por la mañana, teniendo en cuenta la denuncia para dar con el paradero del joven que fuera radicada en la Seccional Primera local horas antes. Sobre el hallazgo del cadáver en las circunstancias ya referidas se informó desde la Estación de Policía Comunal que está en Laprida.

Alrededor de las 10.30 horas, en esa seccional se recibió un llamado de un vecino que daba cuenta del hallazgo del cuerpo en el interior del vehículo que había quedado estacionado en el taller.

Para cuando personal policial se hizo presente en el lugar, los efectivos constataron que el joven ya estaba muerto a causa de ese disparo que se había efectuado, para lo cual utilizó un revólver calibre 32 largo.