Contando con más testimonios recibidos en sede judicial en el marco de la causa penal que se está instruyendo, ayer se realizaron nuevas tareas de excavación relacionadas con la búsqueda de una mujer que está desaparecida desde hace más de ocho años.

Semanas atrás, el Gobierno Nacional había ofrecido una recompensa de 250.000 pesos para todos aquellos que puedan brindar datos de interés que sirvan para esclarecer este caso.

Desde la UFI 6 que en los Tribunales de esta ciudad conduce la fiscal Karina Gennuso se habían ordenado estas nuevas excavaciones, tareas que durante el día de ayer se realizaron en un establecimiento rural ubicado en la zona de “La Colorada”, el paraje perteneciente al Partido de Azul.

Los resultados de esta nueva búsqueda no fueron positivos, según lo informado a EL TIEMPO por un vocero allegado a lo que está siendo la tramitación de ese sumario penal.

“En este caso lo que se hicieron fueron excavaciones en otros sectores de ese predio en el que ya se había estado realizando esta misma búsqueda días atrás, siendo también negativos los resultados obtenidos”, señaló un instructor judicial allegado a esta investigación.

Desaparecida

Amelia Esther Loustau se llama la mujer que continúa siendo buscada.

El predio donde ayer se realizaron estas excavaciones es el mismo donde a fines de agosto pasado se había hecho una primera búsqueda, consistente también en la remoción del suelo, utilizando en ambas ocasiones una máquina retroexcavadora que fuera aportada desde la Municipalidad de Azul.

En ese establecimiento rural la mujer residía junto con un hombre para la época en que su desaparición había sido denunciada.

Para cuando fue vista con vida por última vez, Loustau hacía poco que había cumplido cincuenta años de edad.

La denuncia por su paradero, que data de marzo de 2011, la formuló su madre en la Subcomisaría de Chillar que pertenece a la Policía de la Provincia.

Al momento de realizada esa presentación en sede policial, hacía poco menos de un mes que en Azul Loustau había sido vista con vida por última vez.

En aquel entonces, la mujer estaba viviendo en una chacra que está en el paraje “La Colorada” con un hombre que conoció días antes, según versiones de testigos incorporadas a la causa penal.

La presunción de que su desaparición estuvo asociada a circunstancias traumáticas aún no está descartada, aunque los elementos incorporados hasta el momento a la investigación penal que se continúa llevando adelante no tienen la solidez suficiente como para poder establecerlo con la certeza que se requiere.

Al respecto, las excavaciones realizadas ayer y las anteriores apuntaban a localizar restos de la mujer desaparecida, ante la sospecha de que haya sido asesinada y que después su cuerpo fue enterrado en ese mismo establecimiento rural donde convivió con un hombre hasta que, a fines de febrero de 2011, fue vista con vida por última vez.

Bomberos Voluntarios de Cacharí, efectivos de la Seccional Primera y de la Policía Distrital, del Comando de Prevención Rural y de la Policía Científica estuvieron abocados a estas tareas de excavación que durante varias horas se llevaron a cabo desde la mañana de ayer en el establecimiento rural ubicado en cercanías a la Ruta Provincial 51.

Además de un instructor judicial de la Fiscalía desde donde se está instruyendo esta causa penal, a estas nuevas tareas se sumaron integrantes del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas, el organismo que depende del Ministerio de Seguridad del Gobierno Nacional.

EL SIFEBU tiene a su cargo registrar en el ámbito nacional todos los casos que se denuncian de desaparecidos y extraviados; del mismo modo que sucede con los NN, es decir, las personas con identidades desconocidas que son encontradas.